En un avance científico con resultados palpables y prometedores, los investigadores han dado un paso gigante en la lucha contra el cáncer. Una nueva estrategia para lidiar con la enfermedad.

Publicado en Nature Chemistry, el estudio equipo, presenta una técnica innovadora que podría redefinir el tratamiento del cáncer: los martillos moleculares.

Imagina un martillo invisible y diminuto, capaz de golpear y destruir selectivamente las células cancerosas. Esta es la esencia de los martillos moleculares, un término acuñado por los investigadores para describir su descubrimiento. 

Lo notable de esta técnica es su singularidad. No se parece a la terapia fotodinámica ni a la fototérmica. Dos enfoques innovadores para el tratamiento del cáncer que utilizan la luz para activar una respuesta terapéutica en las células cancerosas.

Como funcionaría esta nueva terapia contra el cáncer

Utilizando luz infrarroja cercana, los martillos activan modos vibronicos en aminocianinas asociadas a la membrana celular, desencadenando una acción mecánica que mata rápidamente las células por necrosis.

No es afectado por los inhibidores de especies reactivas de oxígeno ni induce la muerte celular por calor. Esto significa que actúa de una manera completamente diferente a los tratamientos convencionales, abriendo una nueva vía en la medicina oncológica.

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En términos de eficacia, los resultados son impresionantes. Con concentraciones muy bajas de aminocianinas (500 nM) o dosis bajas de luz, los investigadores lograron erradicar células de melanoma humano en cultivos. Además, en modelos de ratón para melanoma, se logró una eficacia libre de tumores del 50%.

Pero, ¿qué hace que estos martillos moleculares sean tan prometedores? La clave reside en su capacidad para inducir vibraciones de toda la molécula en subpicosegundos (una fracción de un picosegundo o una trillonésima parte de un segundo).

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Se trata de un mecanismo que las células cancerosas probablemente no podrán resistir. En otras palabras, es poco probable que las células cancerígenas desarrollen resistencia a estas fuerzas mecánicas moleculares.

Este descubrimiento no solo representa un hito en la investigación del cáncer, sino que también es un testimonio del ingenio humano y de la incansable búsqueda de soluciones para una de las enfermedades más desafiantes de nuestro tiempo. 

Los martillos moleculares podrían ser el comienzo de una era completamente nueva en el tratamiento del cáncer, una donde la precisión y la eficacia se combinan para ofrecer esperanza donde antes había incertidumbre.