Un raro vídeo de un ocelote intentando comerse a un perezoso, ha causado sorpresa entre los científicos, por varios motivos. Si piensas que un perezoso no tiene nada que hacer contra un ágil felino depredador... Este raro vídeo te va a hacer cambiar de opinión.

La grabación es excepcional porque tanto el perezoso como el ocelote solo suelen actuar por la noche, y hasta ahora nunca se los había visto juntos.

El registro del ataque fue obtenido por varias cámaras trampa de la Fundación Proyecto Primates en la Estación de Biodiversidad Tiputini (Amazonia Ecuatoriana).

Un perezoso contra un ocelote

Los perezosos se han ganado su nombre, porque son animales de movimientos lentos, que además duermen hasta 18 horas al día.

Solo viven en las selvas húmedas de América central y del sur, divididos en dos grandes grupos: los perezosos de dos dedos, y los perezosos de tres dedos. Aunque algunos los confunden con monos, en realidad están emparentados con el oso hormiguero y el armadillo.

El ocelote, por su parte, es un felino de la familia del leopardo, que vive en numerosos países de Hispanoamérica. Se parece a un jaguar, pero es algo más pequeño.

9 de cada 10 personas no pueden encontrar al leopardo en esta foto

En el vídeo vamos a ver a un perezoso de dos dedos que ha bajado a tierra para chupar la arcilla de un saladero. Esto lo hace para eliminar toxinas y obtener minerales esenciales. La primera rareza del vídeo es que lo haga a pleno día, ya que los perezosos suelen moverse por la noche.

Muchos animales acuden a los saladeros, por eso los depredadores esperan agazapados, a ver si pueden atrapar a alguno. Es lo que ocurrió en esta secuencia en la que un ocelote intenta comerse a un perezoso:

Podemos ver cómo el ocelote intenta agarrarse a la espalda e incluso morder en el cuello al perezoso. Pero, en un movimiento que sorprende a todo el mundo (ocelote incluido), el perezoso se da la vuelta rápidamente y lanza varios zarpazos a su atacante.

Lo que viene después es una cómica secuencia en la que el perezoso, de forma muy inteligente, usa un tronco del árbol como escudo, para mantener a raya al ocelote. El depredador le lanza varios zarpazos, pero el perezoso se los devuelve.

Al final, viendo que no obtiene ventajas, el ocelote acaba marchándose. Con algunas heridas y arañazos, el perezoso consigue salvar su vida. El vídeo nos demuestra que, cuando su vida está en juego, el perezoso puede moverse rápido. ¡Seguro que ahora los ves de otra forma!