¿Pasas mucho tiempo delante de la pantalla? Así podría afectar en lo que comes, según un estudio
- Aspectos como la soledad o la falta de comer en compañía pueden derivar en el consumo de alimentos ultraprocesados, dice un estudio. Sobre todo si pasas mucho tiempo delante de una pantalla.
Por alguna razón, existe el tópico de que la gente que pasa mucho tiempo delante de una pantalla, tiende a comer más, y a hacerlo peor. ¿Pero y si no se tratara simplemente de un manido estereotipo y realmente tuviese un fundamente científico? Eso es al menos lo que un nuevo estudio ha pretendido evidenciar, demostrando la relación entre una vida sedentaria y una peor alimentación.
En concreto, los autores de este trabajo han puesto su lupa en un tipo concreto de comida: los ultraprocesados. Es decir, posiblemente los alimentos menos saludables que existen para incluir en una dieta. Y también en la gente joven, que, según parece, es la que más tiende a consumirlos, sobre todo cuando hace uso de la tecnología en su vida cotidiana.
La comida ultraprocesada y el tiempo que pasas delante de la pantalla
En líneas generales, los alimentos ultraprocesados suelen ser aquellos productos industriales elaborados a partir de ingredientes y aditivos poco naturales, como azúcares, grasas, sal, colorantes, saborizantes, y conservantes. Estos alimentos pasan por múltiples procesos industriales y suelen contener poco o ningún alimento entero, por así decirlo.
Ejemplos incluyen snacks empaquetados, refrescos, cereales azucarados, comidas rápidas, y productos listos para consumir. Además, suelen asociarse con problemas de salud como obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y otros trastornos metabólicos, debido a su alto contenido calórico, bajos nutrientes, y presencia de aditivos que pueden ser perjudiciales en grandes cantidades.
Pues bien, un nuevo estudio llevado a cabo por Mònica Rodríguez-Barniol, investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha asociado un mayor consumo de estos productos con pasar más tiempo delante de las pantallas. Para ello, la profesora ha realizado un seguimiento a las costumbres de treinta adolescentes de entre doce y dieciséis años de edad.
Al parecer, el hecho de pasar mucho tiempo solos delante de la pantalla puede provocar que sobre todo los adolescentes comiencen a consumir este tipo de alimentos poco recomendables para la salud. Y que debido a su sabor agradable y bajo precio, una vez empiezan a tomarlos con frecuencia, ya no dejan de hacerlo, con el consiguiente impacto en su cuerpo.
El problema de no comer en familia
Según la también profesora Anna Bach, quien participa igualmente en el estudio, una de las explicaciones más factibles a este fenómeno radica precisamente en la falta de compañía. En su opinión, “las pantallas eliminan los efectos beneficios que tiene comer en compañía”. Más aún, tratándose de jóvenes, que en muchos sentidos están forjando sus rutinas y costumbres.
En muchas ocasiones, se ha hablado de los beneficios de la dieta mediterránea, incluso para vivir más, y es algo cierto. Pero no lo es menos que para que esta se cumple suele ser necesario que se realice una práctica que cada vez se da menos: comer en familia. Quizá en este sentido las pantallas no sean las principales culpables, pero es evidente que también suman (o restan, en este caso).
Además, también existe otro factor importante; mucha comida ultraprocesada no solo se anuncia en Internet, sino que se recomienda por parte de los propios influencers, por lo que, a los ojos de los chavales, puede parecer aún más atractiva de consumir.
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