Generalmente, se ha hablado de los beneficios de la dieta mediterránea, y se ha puesto de ejemplo como una de las más completas, equilibradas y sanas del mundo. 

Sin embargo, de un tiempo a esta parte tiene una dura competidora, que ciertamente está dando mucho de qué hablar y que muchos expertos recomiendan: la dieta atlántica. A decir verdad, ambas se parecen, pero la dieta atlántica llama la atención últimamente por una razón: acostumbra a asociarse con frecuencia con una mayor longevidad. 

¿Es verdad que esta forma de comer puede ayudar a vivir más años? ¿Y cuáles son sus principales diferencias con respecto a la célebre dieta mediterránea? Veamos en qué destaca principalmente. 

Diferencias entre la dieta atlántica y a la mediterránea 

Se entiende por dieta atlántica aquella que se pone principalmente en práctica en las regiones atlánticas de Europa, como Portugal, España, Francia e Irlanda. Dentro de nuestro país, por lo tanto, es habitual en lugares como Cantabria, Asturias o, sobre todo, Galicia, donde supuestamente vive la gente más longeva de toda España. 

Su principal característica radica en apostar por los productos que provienen del mar: pescados y mariscos frescos, como el bacalao, el salmón, las sardinas o las almejas. Estos alimentos, como es de sobra sabido, suponen una fuente importante de proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3 y otros nutrientes beneficiosos para la salud cardiovascular y cerebral.

Una de las principales diferencias entre la dieta atlántica y la mediterránea, es que en la primera el aceite de oliva no tiene tanta presencia como en la segunda. Por el contrario, sí acostumbra a incluir muchos productos lácteos, como son el queso, el yogur y la mantequilla. Además, suma una mayor variedad de verduras de hoja verde, como las espinacas, las acelgas o la col rizada. 

El hecho de que este tipo de verduras resulten muy saludables y sean generosas en nutrientes y antioxidantes también podría explicar la mayor longevidad que aparentemente se da entre quienes tienden a poner en práctica la dieta atlántica. La carne roja, en cambio, no se come con tanta frecuencia. Aunque también se consume, se sustituye mucho por el pescado. 

¿Por qué la dieta atlántica ayuda a vivir más?

Si se presta atención en las características que hemos definido de la dieta atlántica, así como sus alimentos más representativos, es fácil comprender las razones por las que puede ayudar a vivir más años. Primero, porque se sostiene sobre alimentos frescos y nutritivos, que promueven la salud cardiovascular o incluso cuidan de la salud ósea. 

No obstante, tampoco faltan quienes piensan que la alimentación no lo es todo, y que muchas de estas personas llevan un tipo de vida más tradicional. Es decir, que están más cercanas al campo, hacen más ejercicio físico y caminan más, duermen mejor y sufren menos estrés. En parte, el propio clima también ayuda en muchos sentidos a rutinas más aconsejables. 

Ya sea de una forma u otra, está claro que la dieta atlántica se parece a la mediterránea, pero también tiene diferencias. Una demostración más de la fascinante diversidad que se da cita en España.