Seguro que te has encontrado en esta situación: tienes lejos cualquier centro comercial o tu casa, pero tienes una emergencia y necesitas ir como sea al baño, y buscas cualquier bar o cafetería cercana para entrar y utilizar sus servicios, pero te encuentras que solo pueden utilizarlo los clientes.

En principio, la inmensa mayoría de los establecimientos señalan que los servicios solo pueden ser utilizados por los clientes y no por cualquier persona que decida entrar sin realizar ningún tipo de consumición.

Esto puede ser hasta cierto punto entendible, porque es el propio dueño del establecimiento, quien después debe limpiar el baño o poner el pertinente jabón o papel higiénico, y eso tiene un coste tanto de tiempo como económico.

Pero por otra parte, hay personas que consideran que pueden entrar a estos baños sin riesgo a ningún tipo de sanción, y ahora el abogado Xavi Abat ha querido aclarar en Tik Tok lo que se debería hacer.

Comienza el vídeo diciendo: “¿Se puede prohibir utilizar el aseo de un bar? A todos nos ha pasado. Estamos en un momento de apuro por la calle, vemos un bar, entramos y vemos el cartelito que pone: uso exclusivo para clientes. ¿Qué hacemos?”.

“La respuesta es que no te pueden prohibir el acceso al baño. No hay ninguna normativa estatal que lo prohibida y la única manera que tiene el dueño de un bar o un restaurante para prohibirte el acceso al baño sería que se amparara en el derecho de admisión”, añade. 

“La OCU y otras organizaciones entienden que utilizar el derecho de admisión para impedir el acceso al baño sería una acción totalmente arbitraria e injusta y por tanto acarrearía un ilícito administrativo que podría ser objeto de sanción”, comenta.

Lo más sensato, ¿o no?

Quizá lo más lógico, como señalan varias personas en los comentarios es que lo ideal sería pedir café o una botellita de agua al entrar al establecimiento para utilizar el baño.

En todo caso, la mayoría de las ciudades cuentan con baños y servicios públicos a los que pueden acceder los ciudadanos, sea gratis o a cambio de un precio económico, más bajo que un café.

Por otra parte existen los centros comerciales, donde cualquier visitante al mismo tiene el derecho de utilizarlo.