La temperatura ideal que debe tener tu dormitorio, y cómo puede afectar a tu sueño

¿Alguna vez has sentido que durante el verano te cuesta Dios y ayuda conseguir descansar en condiciones? O que, por el contrario, ¿en cuanto tienes un poco de frío empiezas a sufrir insomnio? En realidad, es algo de lo más normal. La temperatura que hace en el dormitorio juega un papel fundamental en la calidad del sueño de cada persona. 

Tanto es así, que hace ya bastante tiempo que muchos expertos se están esforzando para intentar medir qué temperatura debería tener tu entorno si quieres realmente disfrutar de un sueño perfecto. Y parece que, salvo alguna que otra pequeña diferencia, casi todos se muestran bastante de acuerdo. 

A vueltas con el sueño

Por curioso que resulte, no hace demasiado tiempo que verdaderamente se presta atención a la importancia de un buen descanso. Algo fundamental que no solo es importante a la hora de tener energía o ser más paciente, sino que también puede terminar por influir en tu felicidad o en el tipo de relaciones que mantienes con los otros. 

Lo primero que conviene saber en este sentido, es que la temperatura del dormitorio en el momento de irte a la cama influye en tu sueño por una razón muy sencilla: afecta a la propia temperatura interna de tu cuerpo, como es natural. El cuerpo humano tiene un ritmo circadiano que regula la temperatura corporal, alcanzando su punto más bajo durante la noche.

De esta manera, el propio organismo hace un esfuerzo, por así decirlo, para facilitar el sueño. Sin embargo, hay que tener en consideración que si la temperatura del dormitorio es demasiado alta o demasiado baja, puede interferir con este proceso natural y dificultar conciliar el sueño. 

Por ejemplo, una temperatura fresca ayuda a enfriar el cuerpo y a regular la temperatura interna durante la noche. Cuando la temperatura del dormitorio es demasiado alta, el cuerpo puede tener dificultades para disipar el calor, lo que provoca sudoración y malestar. En cambio, una temperatura demasiado baja puede hacer que el cuerpo se enfríe, lo que también puede interferir con el sueño.

¿Cuál es la temperatura perfecta?

Generalmente se ha pensado que la temperatura idónea para dormir era de entre 18°C y 22°C, si bien era algo que podía cambiar dependiendo de la edad de cada persona. Algo similar al número de horas de sueño que se recomiendan, que es un poco mayor en el caso de los jóvenes y se recude una vez llegas a ser anciano. 

No obstante, no todo el mundo está de acuerdo. Un reciente trabajo compartido por ScienceDirect parece haber sacado sus propias conclusiones después de haber realizado sus propias comprobaciones en la gente. Su exhaustivo trabajo para haber aumentado un poco los grados perfectos para un sueño reparador e imperturbable: entre 20 y 25 °C sería lo más aconsejable. 

Así pues, si se tienen en cuenta estas investigaciones, una cosa parece quedar clara: los 20 grados serían la temperatura perfecta para un dormitorio a la hora de acostarse. Algo que no siempre se tiene en consideración, y que puede ayudar mucho a dormir bien y sentirse mejor. 

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Etiquetas: estudios, Curiosidades