No hace falta ser un gran experto para saber que el descanso es un elemento fundamental para enfrentarte al día a día. De hecho, multitud de especialistas tratan cada vez con más frecuencia este tema, sacando conclusiones que, como suele suceder en estos casos, van despacio. 

Pero la gran pregunta que mucha gente se hace es la siguiente: ¿realmente dormir más te hace más feliz? ¿Hasta qué punto el sueño influye en la salud mental y en el estado de ánimo? Nuevos estudios han intentado ofrecer respuestas concretas en este sentido, y los resultados son cuanto menos sorprendentes. 

La importancia de dormir más

Seguro que te ha sucedido en alguna ocasión: robarle horas al sueño suele provocar que al día siguiente todo se te vuelva más cuesta arriba. En ocasiones, incluso pequeños imprevistos que no deberían tener más relevancia se convierten en un mundo. 

Al contrario, también pasa lo mismo: estar descansado no solo te permite rendir más en todos los sentidos, sino también afrontar las cosas con mayor positivismo. 

La ciencia, como es lógico, lo explica de manera sencilla: cuando duermes, tu cuerpo y mente están en modo de recuperación. Durante el sueño profundo, las células se reparan, los tejidos se regeneran y las conexiones neuronales se fortalecen. Lo mismo que el insomnio o la falta de sueño pueden afectar negativamente a la función cognitiva, la memoria y la capacidad de concentración.

¿Y qué sucede con el estado emocional? Pues algo parecido. Diversos estudios han demostrado que la falta de sueño puede llevar a cambios en la regulación emocional y aumentar la irritabilidad y la susceptibilidad al estrés. O lo que viene a ser lo mismo, que en la práctica puede disminuir tu grado de felicidad, por así decirlo. 

Un nuevo estudio tiene la respuesta

Todas estas conclusiones no las decimos nosotros, sino la propia ciencia. Especialistas del Instituto de Salud Mental Meadows, en Estados Unidos, han llevado a cabo una recopilación con 154 estudios que tratan el tema del sueño y su relación con la felicidad, y que abarcan nada más y nada menos que los últimos 50 años. 

En la mayoría de los casos, el sometimiento a una disminución intencionada del sueño llevaba a lo mismo: una considerable reducción a la hora de sentirse alegre o feliz por parte de quienes participaron en los diversos programas. 

Por el contrario, las consecuencias de un estado prolongado de falta de sueño han demostrado provocar problemas de salud mental tan comunes como la depresión, la ansiedad o la apatía.

Pese a todos, los científicos siguen manteniendo que, por mucho que dormir 7 horas diarias suela ser lo más recomendable, no es algo que sirva para todo el mundo. Dependiendo de la naturaleza, edad o constitución de cada persona, algunos requieren más horas de sueño que otros. Siempre, eso sí, partiendo de la base de que dormir más te hace más feliz. 

Lógicamente, no es que un descanso reparador cambie los acontecimiento, buenos o malos, que suceden en tu vida, pero sí te permite afrontarlos de otra manera. Y eso, en la práctica, resulta fundamental para mantener una actitud positiva e ilusión por las cosas.