Si bien parece que los coches eléctricos serán el estándar en las próximas décadas, lo cierto es que no logran despegar, debido todavía a algunas cuestiones como el tema de la autonomía y la carga de la batería.

Sea como fuere, la única forma de intentar paliar el cambio climático es tomando estas decisiones, y la sustitución de los coches de combustión por los eléctricos podría ayudar bastante.

Ahora Toyota está probando con coches con filtros incorporados capaces de capturar dióxido de carbono. De esta forma, estos vehículos podrían conducirse como cualquier otro mientras se absorbe CO2.

Esto se ha conseguido por los filtros que instalaron en la zona delantera del GR Corolla de combustión de hidrógeno, que hace uso del calor residual del motor para inyectar el CO2 en un líquido desechable.

Si bien parece esperanzador, lo cierto es que este sistema solo es capaz de capturar una fracción de las emisiones provenientes de los motores.

En concreto, se comenta que estos filtros convierten alrededor de 20 g de CO2 durante 20 vueltas alrededor de una pista, lo que está tremendamente lejos de los miles de gramos por galón que emiten los motores al quemar un solo galón de gasolina.

Si bien Toyota no está muy convencida de los coches eléctricos, en cambio están buscando soluciones medioambientales para sus futuros vehículos, sean eléctricos o bien los de hidrógeno.

Veremos si estos nuevos filtros podrían llevarse mucho más lejos, pero al menos Toyota está pensando en ser más consecuentes con el medio ambiente.