Hay muchas razones para querer hacerse con un cargador de móvil nuevo. La primera de ellas, porque muchos modelos ya vienen sin uno de serie, lo cual te obliga, sí o sí, a comprar uno por separado. Pero además, nunca está de más tener uno extra por lo que pueda suceder, por no hablar de que el original se estropee con el paso del tiempo. 

¿Qué hay que tener en cuenta antes de elegir el cargador de tu móvil? A estas alturas está claro que no todos son iguales, y existen una serie de cosas que, por encima de todo, debes valorar. Te contamos cuáles son. 

Cargador estándar, la opción más cómoda

Lo primero que conviene saber antes de elegir un cargador para tu móvil, es que existen diferentes tipos de ellos. Lo más comunes son los que suelen conocerse como cargadores estándar; es decir, aquellos que seguramente en algún momento hayas tenido por casa. Funcionan a través de USB y además de prácticos, funcionan en muchos modelos viejos. 

Lo mejor de estos cargadores es que resultan baratos, y es posible hacerse con ellos desde unos 8 o 9 euros. Su “pero” es que solamente soportan un voltaje de salida de tan solo 5V, pero también es verdad que muchos teléfonos relativamente antiguos es lo que permiten. La carga suele tardar unas tres horas, más o menos. 

Cargador rápido

Como su propio nombre indica, estos cargadores permiten una carga a mayor velocidad. Generalmente, entre 9V y 15V, aunque en ocasiones también son capaces de llegar a los 20V. Si tienes un móvil más o menos moderno, lo más probable es que este te permite realizar una carga rápida, que estará lista en una hora, aproximadamente, dependiendo de la potencia. 

El problema de estas cargas rápidas es que, según muchos especialistas, puede terminar por reducir la vida de la batería de tu teléfono, ya que le exige más, por así decirlo. En cualquier caso, su precio, dependiendo del modelo, acostumbra a oscilar entre los 15 y los 30 euros. 

Cargador inalámbrico

De un tiempo a esta parte, mucha gente usa un cargador inalámbrico para su teléfono. Estos cuentan con dos ventajas, principalmente, que son bastante cómodos y, sobre todo, que no hay riesgo de que estropeen el conector. O si esto sucede, no pierdes la posibilidad de cargarlo. Lo malo, claro, es que son más lentos que las alternativas de los párrafos anteriores.

Además, también son más caros, teniendo un coste por lo general de entre 20 y 70 euros. Por ejemplo, el cargador inalámbrico de Apple Magsafe ronda los 50 euros. 

Por otro lado, conviene que tengas en cuenta que algunos puertos de carga, como los del ordenador o el coche, suelen ser más lentos, teniendo una potencia de 0,5 amperios. En el caso de que uses un cargador con varios puertos, a pesar de lo práctico que resultan, no olvides que la potencia se divida, por lo que la batería de tu teléfono móvil también tardará más en estar lista.