Si tienes móvil desde hace años habrás visto el problema que te voy a relatar. Hace años 64 GB era la capacidad base y entonces parecía razonable tener ese almacenamiento. ¿Qué sucede? Que los hábitos de consumo cambian y cada vez tenemos más aplicaciones y datos en el móvil.

Un uso razonable en mi caso, hace años, era a lo mejor tener unas 15 aplicaciones instaladas. Ahora me voy a las prácticamente 40 aplicaciones que tengo que reinstalar sí o sí cada vez que cambio de móvil para analizar un nuevo modelo.

Para más inri no es solo el número de aplicaciones, si no que su tamaño base ha ido creciendo con los años y que también vamos acumulando datos al más puro estilo diógenes digital y no hay nada que más rabia me dé que tener que andar yendo al gestor de archivos del móvil y empezar a borrar vídeos largos o alguna aplicación para hacer hueco.

Pues bien, hoy día hablamos de que 128 GB es suficiente capacidad y puede dejarnos cierto margen, que realmente se traduce en unos 110 GB libres para el usuario cuando compramos el móvil. 

¿Son suficientes para el día que lo adquieres? Seguramente sí, pero pongamos sobre la mesa cuánto ocupa tu backup del WhatsApp, cuánto va a crecer en dos años vista, las descargas que harás con el móvil, las nuevas aplicaciones y redes sociales que instalarás.

Y es por ello que 256 GB me parece una capacidad para poder estar algo más libre durante la vida útil de un smartphone, 2-4 años de uso desde hoy. 

Muchos de vosotros diréis que se puede comprar un móvil con soporte microSD pero realmente en los últimos años esta opción ha dejado de tener sentido por dos puntos: solo puede usarse para almacenar archivos externos y la velocidad de acceso haría que notásemos cómo se ralentiza el móvil frente al uso de memoria interna.

Primero vamos a echar un ojo a la evolución del tamaño base de aplicaciones para ver cómo los desarrolladores usan mucho más espacio para las mismas. Aquí solo veremos el tamaño de los APK que es el contenedor del instalador, pero al extraerse, creedme, siguen ocupando más y más cada día.

La limitación del tamaño de un APK en Android es, en teoría de 150 Mbytes, pero ya hay aplicaciones como TikTok que pasan de largo esa limitación y son pocos los desarrolladores que acaban optimizando de manera eficiente sus aplicaciones. Porque, al fin y al cabo, WiFi para no gastar datos a la hora de instalarlos y espacio tenemos todos... ¿o no?

A esto tenemos que sumar las nuevas tendencias y aplicaciones que llegan, como por ejemplo TikTok que no era tan popular hace 4 años o la recién creada Threads, lo que implica espacio ocupado por la nueva aplicación más toda la caché que acumulamos con las mismas y que nos restan espacio útil.

Hablemos de la caché de las aplicaciones, y es que aplicaciones como las redes sociales, suelen cachear mucho espacio con las imágenes de nuestro feed, pequeños vídeos... Hablamos de hasta gigas en alguna ocasión y eso, recorta nuestro espacio disponible. Esto durante un par de años hace que 128 GB se vean algo justos.

Veamos la caché de estas populares 5 aplicaciones en un uso de dos semanas en un móvil. Haz esto con todas las que tienes, más las que instalarás y verás cómo merma el espacio interno.

A esto hay que sumar, efectivamente, también las fotos y vídeos que vayas haciendo. Los móviles ya graban en formatos de alta resolución y elevadas tasa de frames por segundo. Y ya que grabas algo, pues sueles ir a la mejor calidad.

Se supone que el códec H.265 ha llegado para controlar el tamaño de los archivos de vídeo, suele comprimir casi a la mitad el tamaño de un mismo archivo con H.264, el formato común y más compatible. 

¿Qué sucede entonces? ¿Dónde está el problema? Que si quieres mandar el vídeo a un contacto por, digamos WhatsApp o Instagram, el vídeo H.265 tiene que convertirse, y se crea otra versión del mismo en H.264, ocupando más en total que la versión original en H.264. En principio con H.266 podría solucionarse este problema.

Como vemos, es casi más rentable en espacio grabar en formato H.264 si eres de los que comparte sus grabaciones.

También tenemos que mencionar, cómo no, las aplicaciones de streaming tipo Netflix o Prime Video, que tienen funcionalidades como descargas automáticas, según vas viendo contenido, que ocupan espacio en nuestro móvil o bien Spotify, que nos permite descargar música y escucharla offline.

Todo son opciones válidas, pero, como podéis ver, opciones que van llenando los, digamos, 110 GB de espacio libre y usable que vienen con tu nuevo móvil.

Si a esto le vamos sumando meses de uso, en cuestión de 2 años, estarás cerca de la incómoda situación de tener que ir borrando aplicaciones o vídeos para poder instalar la nueva app de moda o bien simplemente para que el móvil vaya fluido. 

Otra de las funciones de nuevos móviles es utilizar memoria interna como RAM, similar a un archivo SWAP en Windows, y eso también nos recorta capacidad y recomiendo encarecidamente desactivar esa función.

Ahora, voy a lo importante, cuánto dinero me cuesta esta tranquilidad versus, digamos, pagar un almacenamiento en la nube extra de 100 GB - 200 GB.

Google One tiene un coste de 2,99 euros al mes para esos 200 GB extra a compartir entre Gmail, Google Photos, Google Drive, que nos permite hacer copia de seguridad de nuestras fotos y vídeos y borrarlos del terminal.

Si tienes un iPhone, iCloud se va al mismo precio de 2,99 euros al mes y también nos permite hacer espacio si lo que más ocupas es debido a vídeos y fotos que hagas.

En ambos casos, redondeamos a 3 euros por dos años son 72 euros, que ya es más que la diferencia de aproximadamente 50 euros que tienen la mayoría de modelos Android entre estas dos capacidades.

Para mí no hay duda: 256 GB son los nuevos 128 GB. Si vas a comprarte un móvil ten esta visión de futuro o en dos años estarás cabreado o cabreada a diario, haciendo espacio para poder instalar una nueva aplicación o eligiendo que vídeo borrar de tu galería.