Estamos en plena época de rebajas. Tras los Reyes Magos, e incluso desde un poco antes, el Black Friday y Cyber Monday, vivimos en un permanente estado de consumismo que se acrecente ahora con las rebajas de enero.

Aunque con la llegada de la crisis, perece que ya hacemos menos locuras, la fiebre por las promociones y descuentos están a la órden del día y prácticamente ningún mercado se escapa a esta tendencia. 

Si recuperamos al frase de cosumismo y analizamos este término y su significado nos damos cuenta de los peligros que entraña: 

El consumismo, por definición, es la introducción al consumo no necesario a través de una larga publicidad que lleva a la compra de productos no necesarios y rápidamente sustituibles por otros, igualmente innecesarios y poco perdurables, con el fin de mantener la producción.

Por este motivo queremos saber hasta qué punto es aconsejable o no comprar en rebajas y sobre todo, productos tecnológicos. Lo debatimos:

Como con otro tipo de productos que no son tecnológicos, a veces, suelo esperar a la temporada de rebajas para hacerme con determinados artículos, siempre y cuando los necesite.

Suelo comprar en páginas web de confianza y que cuenten con sistemas de pago seguro, para así comparar precios entre ellas y poder encontrar las mejores ofertas.

La clave está en adquirir aquellos productos que se necesitan y no comprar en rebajas muchos productos que, en muchos casos, luego se quedan en la estantería, sin apenas darles uso.

Claro. Si espero a comprar ropa o cosas para casa a que llegue el periodo de rebajas ¿por qué no voy a hacer lo mismo con la tecnología?.

Es cierto que ya hay páginas en las que no tienes que esperar a periodos determinados del año para encontrar buenos precios en ese tablet que "necesitas" tener o en el smartphone por el que suspiras, pero aún así, siempre tienen un descuentillo extra en época de rebajas.

Después de los excesos navideños, está muy bien ahorrarte unos eurillos en cualquier producto que compres.

Puedes comprar tanto online como en tiendas físicas y conseguir tu producto tecnológico soñado por un precio más asequible. Y a nadie le amarga un dulce. Así que yo suelo esperar a rebajas para adquirir mis caprichos, tecnológicos o no.

Siempre me es difícil encontrar tecnología en rebajas, ya que las fechas propicias para hacerse con dispositivos de este tipo son el Black Friday o Cyber Monday.

No obstante, si por alguna casual casualidad apareciera un "chollo" o alguna rebaja más que interesante, sin duda la aprovecharía, como cualquier ser humano.

Eso sí, como siempre habrá que comprobar si la oferta o descuento es real, más que una estrategia publicitaria y, sobre todo, que el producto se encuentre en perfectas condiciones.

Por lo general, compro tecnología cuando la necesito. Uno no entra en unos grandes almacenes con la música de "Pretty Woman" y empieza a probarse teclados.

También es cierto que cuando la curiosidad puede conmigo, y echo un vistazo a las ofertas, empiezo a descubrir necesidades que no sabía que tenía. Es el momento de hacerse con todos esos complementos tecnológicos superficiales que acabarán en un rincón a las dos semanas.

Así que alzad vuestros palos de selfies, contad calderilla o afilad las tarjetas de crédito, porque algo caerá seguro.