Durante 1.500 años los habitantes de las aldeas y villas que rodean el inmenso Lago Ness, han buscado sin éxito al famoso monstruo prehistórico. Pero los científicos tienen un arma secreta para encontrar al Monstruo del Lago Ness: los análisis de ADN.

En contra de la leyenda popular, la ciencia se niega a reconocer la existencia del monstruo. Ni los robots submarinos, ni los buzos, ni el radar, ni el sonar, han encontrado ningún indicio de que un monstruo viva en el lago.

Para que eso sea biológicamente posible, debería existir una colonia de esos seres, ya que lógicamente ningún animal vive 1.500 años, que es hasta donde se remontan los primeros avistamientos. Pero allá donde no llegan las pruebas tradicionales, puede llegar el ADN. El biólogo Neil Gemmell, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) se ha propuesto encontrar al Monstruo del Lago Ness por medio de los análisis de ADN. ¿Qué oscuros secretos esconde el fondo del lago?

Neil Gemmell ya ha comenzado a recoger muestras de agua del Lago Ness, a diferentes profundidades. Su objetivo es analizar el ADN que encuentre. Aunque ha dado publicidad a su proyecto asociándolo a la búsqueda del monstruo, Gemmell es un científico, y está convencido de que no existe. El verdadero objetivo de su proyecto es estudiar qué información se puede descubrir del ecosistema de un lago, a partir de análisis de ADN.

Adrian Shane, nativo del lugar y uno de los miembros del Proyecto Lago Ness, que recopila pruebas sobre la existencia (o no) del monstruo, está convencido de que Neil Gemmell encontrará especies que no han sido descritas, "pero serán bacterias".

Shane asegura que tienen una base de datos de más de mil personas "racionales y con la cabeza en su sitio" que han avistado al supuesto monstruo del Lago Ness. Sin embargo reconoce que él mismo lleva toda su vida observando el lago, y nunca ha visto nada raro. El último avistamiento lo registró una pareja norteamericana, el pasado 26 de marzo, que aseguró ver "una sombra de unos 10 metros de largo, moviéndose en el interior del agua".

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En la mayoría de los casos, según los científicos estos avistamientos son pura sugestión, troncos flotando, ramas, aves acuáticas, u olas que se forman por la corriente del lago. Sus aguas densas y oscuras, y la niebla que envuelve a menudo la zona, han contribuido a crear la leyenda.

Mientras los análisis de ADN intentan encontrar al Monstruo del Lago Ness, los recintos turísticos que rodean el lugar se frotan las manos. El turismo ha crecido un 25% con respecto al año pasado, y los servicios de alquiler de barcas y canoas están siempre completos.