Hace unos días, un asteroide sobrevoló nuestro planeta a una distancia de 7.000 kilómetros. Se trata de la sexta aproximación más cercana de la Tierra y nadie lo había visto venir. 

El asteroide ha sido bautizado con el nombre 2020 JJ, y hasta que no pasó sobre nosotros los astrónomos no conocían su existencia. Fue identificado por el Observatorio Monte Lemmon de Arizona el pasado 4 de mayo en el momento en el alcanzó su punto más cercano a la Tierra, tal como explica cnet.

De acuerdo con los registros que lleva la NASA, la del 2020 JJ es la sexta aproximación más cercana a nuestro planeta desde 1900, año en el que se empezaron a guardar las mediciones. Teniendo en cuenta que las diez aproximaciones más cercanas se han registrado a partir del año 2004, lo que esto significa es que nuestra tecnología es cada vez mejor y eso nos permite detectar asteroides más pequeños y cercanos.

Impresionante vídeo compara el tamaño de asteroides del Sistema Solar con la ciudad de Nueva York

El diseñador 3D Álvaro Gracia Montoya ha publicado un vídeo que nos muestra el tamaño de algunos asteroides del Sistema Solar comparado con la ciudad de Nueva York.

Leer la noticia

Pero entonces, si nuestra tecnología de detección es tan potente, ¿cómo es posible que los astrónomos desconocieran que esta roca espacial iba a pasar tan cerca del planeta? El motivo de que no haya sido identificado con antelación es que 2020 JJ tiene unas dimensiones bastante reducidas, por lo que no resulta una amenaza para la Tierra. 

En concreto, este asteroide mide entre 2,7 y 9 metros de ancho, por lo que, en caso de que hubiera chocado contra nosotros, la mayor parte se habría quemado en contacto con la atmósfera. El único problema que podría haber causado es golpear alguno de los satélites de la órbita terrestre baja.

La NASA y la ESA preparan el simulacro para desviar asteroides

Representantes de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) se reunen para poner en común sus avances para proteger la Tierra del impacto de un asteroide.

Lee la noticia

No tenemos de qué preocuparnos porque a los astrónomos no se les escapan las rocas espaciales que pueden ser una amenaza real para la Tierra, como el asteroide 1998 OR2 que pasó sobre nosotros el pasado 29 de abril, que tiene 2 km de ancho. 

Además, las estimaciones de los científicos son muy tranquilizadoras: nuestro planeta no corre peligro de sufrir el impacto de un asteroide de grandes dimensiones a corto plazo, ya que la probabilidad de un asteroide choque contra nosotros es de 1 entre 100.000.