Cómo limpiar una plancha quemada de forma sencilla y dejarla como nueva

A todo nos ha pasado alguna vez. Quizá has calentado demasiado la plancha, o te has olvidado de rellenar el depósito de agua, o te la has dejado encendida encima de una prenda, o de la tabla de planchar...

De una u otra forma, se ha quemado algún material, y debido al intenso calor, ha quedado pegado en la base de la plancha.

La base ya no se desliza bien, y la suciedad están tan incrustada, que no se quita ni frotando con alcohol, o un detergente tradicional. ¿Qué podemos hacer para limpiar una plancha quemada?

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Hay que tener cuidado, porque si rascamos con un cuchillo u otra herramienta, o con un estropajo, podemos rayar la superficie deslizante, y la plancha perderá su eficacia.

Desde Business Insider, nos explican algunos trucos caseros para limpiar una plancha quemada.

Vinagre blanco

El vinagre blanco de limpieza que venden en cualquier supermercado es capaz de disolver la suciedad más difícil.

Deja que la plancha esté completamente fría.

Calienta un poco de vinagre blanco, viértelo en una esponja, y frota la superficie de la plancha. Deja actuar unos minutos y repite, hasta eliminar la suciedad.

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Bicarbonato sódico

Otro ingrediente imprescindible en cualquier casa.

Al reaccionar con el agua, el bicarbonato sódico produce un efecto efervescente capaz de desincrustar la suciedad.

Mezcla dos cucharadas de bicarbonato con una cucharada de agua, creando una pasta. Cuando la plancha esté completamente fría, cubre la mancha con la pasta, y deja actuar un rato.

Frota con un paño suave y repite si es necesario, hasta que la base quede completamente limpia.

Para aumentar el poder desinfectante, añade zumo de limón al bicarbonato.

Pasta de dientes

Esto quizá te sorprenda, pero la pasta de dientes es un potente limpiador.

Aplica la pasta de dientes sobre la mancha, y frota con un paño suave. Después enciende la plancha y suelta un poco de vapor.

Plancha durante unos minutos una prenda vieja que no uses, para extraer la suciedad que se está desincrustando.

Sal

Vierte sal gruesa sobre un trapo viejo, y plánchalo. La sal arrancará la suciedad.

Después, cuando la plancha se enfríe, pasa un paño húmedo sobre su superficie para eliminar los restos de sal.