La cúrcuma es una especia proveniente de la India a a la que se atribuyen numerosas propiedades. Dicen que ayuda a adelgazar, que alivia el dolor, que es antioxidante, antinflamatoria, alivia la artitris,  y otras bondades.

La mayoría de estas propiedades se asocian a la curcumina, un polifenol presente en la cúrcuma. Pero poca gente sabe que solo está presente en el 5% de la raíz de cúrcuma, así que si consumes directamente la raíz, obtienes poca cantidad.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un artículo en donde habla de los riesgos de abusar del consumo de cúrcuma, y de otros superalimentos.

Tal como recoge Business Insider, los estudios científicos que se han llevado a cabo para evaluar sus propiedades, no son concluyentes, según la OCU.

Además la cúrcuma está asociada a casos de hepatitis en Italia, en donde se retiraron varios lotes de suplementos de cúrcuma.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera a la cúrcuma un aditivo natural etiquetado con el nombre E-100. Recomienda ingerir un máximo de 210 miligramos al día para un adulto con peso corporal de 70 kilogramos.

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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda que los menores de 18 años, las mujeres embarazadas y los lactantes no consuman complementos que contengan curcumina, ya que considera demostrado que dificulta la correcta absorción del hierro, y que la sustancia y sus metabólicos se transfieren al bebé durante la lactancia.

Finalmente, la OCU aconseja no abusar de los superalimentos, ya que en muchos casos son plantas que no pertenecen al ciclo alimenticio habitual de los humanos, y que sean naturales no quiere decir que sean inocuos. No se puede consumir la cantidad que se desee.