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Por fin sabemos cómo nos encuentran los mosquitos en verano

Mosquito en nieve

Unsplash

Los mosquitos son una molestia que zumba y pica en verano, y a su vez también son animales mortíferos para nosotros, debido a la transmisión de virus y parásitos. En el primer mundo no parecen algo en lo que preocuparse, pero hay países donde mueren miles de personas por culpa de estos pequeños insectos.

Algunas especies de estas máquinas voladoras de matar se alimentan exclusivamente de seres humanos, pero para tener tanto éxito, deben haber desarrollado mecanismos de orientación precisos para distinguir entre el olor humano y el animal.

Ahora, los investigadores están averiguando por fin cómo lo hacen y un nuevo estudio publicado en Nature podría responder a la pregunta: ¿Qué detectan los mosquitos y cómo lo hacen?Aquí te dejamos unos trucos para casa.

"Nos metimos de lleno en el cerebro del mosquito y le preguntamos: ¿Qué puede oler? ¿Qué ilumina su cerebro? ¿Qué activa sus neuronas? ¿Y cómo se activa su cerebro de forma diferente cuando huele el olor humano y el olor animal?". Explican en un comunicado.

El equipo creó mosquitos Aedes aegypti modificados genéticamente -vectores del virus del Zika, el virus del dengue, el virus de la fiebre amarilla y el virus del chikungunya- utilizando CRISPR-Cas9.

Estos insectos transgénicos tenían cerebros que se iluminaban cuando estaban activos, lo que permitió a los científicos obtener imágenes de los cerebros a alta resolución. A continuación, los investigadores suministraron aire con sabor a humano y a animal a dichos mosquitos a través de un túnel de viento, para determinar qué era lo que les gustaba a los insectos.

El olor humano está formado por muchos compuestos diferentes, y estos mismos compuestos también están presentes en la mayoría de los olores de los mamíferos, pero en diferentes proporciones.

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Investigaciones anteriores han descubierto que los compuestos por sí solos no son atractivos para los mosquitos, por lo que uno de los retos es determinar las proporciones exactas de los compuestos atrayentes.

El equipo utilizó olores de 16 humanos, dos ratas, dos cobayas, dos codornices, una oveja y cuatro perros para despertar el apetito de los mosquitos. La forma en que recogieron estas muestras fue bastante interesante.

Para las ovejas, hicieron que una granja donara varios vellones, y para los perros, visitaron una peluquería y recogieron pelos recortados de los adorables perros.

"Para las muestras de humanos, tuvimos un montón de voluntarios", dijo la autora del estudio, Jessica Zung. "Les hicimos no ducharse durante unos días, luego se desnudaron y se acostaron en una bolsa de teflón".

Mosquito en nieve

Una vez que recuperaron todos estos olores, diseñaron un sistema inteligente para soplar el olor a los mosquitos modificados genéticamente en la zona de instalación de las imágenes.

El cerebro de los mosquitos tiene 60 centros nerviosos llamados glomérulos, y el equipo originalmente tenía la hipótesis de que la mayoría de estos centros estarían involucrados en ayudar al mosquito a encontrar su próxima comida y distinguir los olores humanos de los animales, pero resultó ser lo contrario.

A través de los experimentos, se determinó que los mosquitos detectan dos sustancias químicas (decanal y undecanal), que se enriquecen en el olor humano y probablemente se originan en lípidos únicos de la piel humana en lugar de en el sudor.

En general, esta apasionante investigación en colaboración puede ayudar al desarrollo de nuevos repelentes más efectivos que los actuales.

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Etiquetas: Salud