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Esta empresa va a poner satélites en órbita... a cañonazos (vídeo)

Esta empresa va a poner satélites en órbita... a cañonazos (vídeo)

Numerosas startups buscan abaratar y reducir la contaminación de los lanzamientos orbitales. Green Launch nos sorprende con una de las propuestas más curiosas.

En el libro De la Tierra a la Luna, escrito en 1865 por ese genio visionario llamado Julio Verne, los astronautas viajaban a la Luna disparados por un gran cañón. Hoy en día nos hace gracia, pero es justo la idea que ha aprovechado la compañía aeroespacial Green Launch, aunque sustituyendo los astronautas por satélites.

Si has visto un lanzamiento del cohete de SpaceX, es espectacular, pero también tremendamente contaminante: docenas de miles de litros de combustible quemados en cuestión de segundos.

Green Launch pretende abaratar la puesta en órbita de satélites y, especialmente, contaminar mucho menos, con el uso de un cañón de hidrógeno que no contamina. El pasado mes de diciembre llevó a cabo unas pruebas de lo que llama lanzamiento vertical, lanzando un satélite de prueba hasta la estratosfera a una velocidad de 3.675 Km/h. Puedes verlo en este vídeo:

Para esta prueba Green Launch ha utilizado un cañón de 16,5 metros de largo lleno de hidrógeno, además de una mezcla de oxígeno y helio. Cuando se enciende el cañón los gases se expanden tan rápidamente que puede lanzar un proyectil a velocidad Match 3.

Todos son gases limpios, así que el lanzamiento del satélite lo único que produce es una gran explosión, y vapor de agua. Además el coste se reduce una décima parte.

Eso sí, el satelite aún necesita un pequeño cohete con combustible para, una vez en el espacio, alcanzar la órbita correcta. Pero es infinitamente más pequeño que un cohete de lanzamiento.

Usando un cañón de hidrógeno de más de 100 metros de largo, el récord de velocidad de un proyectil está en Match 32,7 algo así como 46.000 Km/h. Green Launch estima que solo necesita alcanzar Match 17,5, unos 21.000 Km/h, para poner un satélite en la órbita baja, entre los 300 y los 1000 Km de altura.

Telescopio en un campo de noche

El alcance del cañón está solucionado, así que solo queda otro problema: la fuerza de la explosión es tan enorme, que el satélite sale disparado con una fuerza equivalente a 30.000 G, es decir, 30.000 veces más fuerte que la gravedad de la Tierra.

Esta violencia podría destruir los componentes electrónicos de los satélites. Pero Green Launch ha hecho pruebas con mini satélites rugerizados a 3.200 G, y en simulaciones por ordenador han comprobado que las piezas pueden resistir 10 veces más fuerza.

Como hemos comentado su primer lanzamiento de prueba ha puesto un proyectil en la estratosfera, entre los 15 y los 50 Km de altura. A finales de año harán una nueva prueba con un cañón más largo, y espera alcanzar la línea de Kármán, a 100 Km de altura, que representa el inicio del espacio.

La desventaja de este sistema es que hay que lanzar los satélites de uno en uno, frente a los cientos que puede transportar al mismo tiempo SpaceX en un cohete. Pero Green Launch asegura que puede poner en órbita un satélite cada 60 minutos, y aunque tarde más, la reducción de costes y la menor contaminación, compensa.

Una interesante iniciativa que nos recuerda a la de SpinLaunch, que usa un sistema de honda giratoria para poner satélites en órbita sin combustible.

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