La sandía es uno de esos regalos que de vez en cuando nos hace la Naturaleza. Es una fruta sabrosa, muy dulce, sencilla de cultivar, nos refresca en verano, y además aporta innumerables beneficios a nuestro organismo.

Casi todo el mundo consume sandía, por su sabor y frescura. Pero aunque tuviese mal sabor, habría que consumirla por sus abundantes ventajas nutricionales.

La dietista Julie Ching ha certificado las aportaciones nutricionales de la sandía que ha recopilado la web ActiveBeat. Hay docenas, así que vamos a echar un vistazo a las más importantes.

Se ha descubierto que la sandía refuerza el sistema inmunitario. Un estudio demostró que sube los niveles de arginina, un aminoácido que regula el sistema inmunitario. También tiene abundante vitamina C, conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

La sandía aporta potasio y magnesio, que protegen el corazón. Algunos estudios han demostrado que las frutas ricas en potasio ayudan a prevenir las piedras en el riñón.

Además es una fruta muy diurética, así que ayuda a eliminar líquidos y a expulsar las toxinas.

¿Qué más puede hacer la sandía por nuestra salud? Por ejemplo, proteger nuestra vista. La sandía aporta beta-caroteno, vitamina A, vitamina C, luteína y zeaxantina, que son vitaminas esenciales para evitar la degeneración macular.

Esta fruta excepcional está compuesta en un 92% por agua, así que es hidratante. Muy útil en verano contra las olas de calor, especialmente con los niños y los ancianos, que se resisten a beber agua.

El 8% restante es fibra, así que la combinación de agua y fibra hacen que la sandía sea un alimento saciante, con muy pocas calorías. Te llena el estómago sin engordar, y además es muy sabrosa. ¡El alimento perfecto! Es ideal para incluirlo en las dietas de adelgazamiento.

Si sufres de acidez de estómago, la sandía (y el melón) suavizan el tracto intestinal y regulan los niveles de pH, reduciendo la producción de ácido en el estómago.

Como puedes ver, son beneficios muy importantes que además no cuestan ningún esfuerzo, porque es un alimento que gusta a todo el mundo. ¡Aprovéchalo!