A los japoneses, quizá porque viven en casas pequeñas en uno de los países más poblados del mundo, les encantan las miniaturas. Hace unos meses descubrimos las increíbles miniaturas del fotógrafo Tatsuya Tanaka, y hoy nos asombramos con las maravillas de Mozu Studios.

Kiyotaka Mizukoshi es el fundador del estudio, que en los últimos dos años ha creado todo tipo de diminutos dioramas ocultos en vasos de Starbucks, paredes, agujeros en el suelo, y otros inesperados lugares.

En el canal de YouTube de Mozu Studios no solo muestran estas miniaturas, sino que también se ve el proceso que siguen para crearlas. A modo de ejemplo, aquí puedes ver una biblioteca escondida en una lata de atún, y un casa dentro de... ¡un enchufe de la pared!:

Lo que más llama la atención del trabajo de Mozu Studios, es su obsesión por el detalle. Cada diorama está plagado de tantos objetos perfectamente elegidos y colocados, que si ves la miniatura a media distancia, parece una escena a tamaño real.

Lógicamente, tanto detalle solo es posible con horas y horas de trabajo manual. Kiyotaka Mizukoshi tarda unos 15 días en terminar cada una de estas miniaturas.

Todos los objetos que se ven están creados a mano desde cero, no son juguetes ni miniaturas compradas para añadir al diorama, salvo alguna excepción.

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Gracias a su excelente trabajo Mozu Studios ha sido contratado en numerosas campañas publicitarias en Japón, tanto en anuncios de prensa como de televisión. Incluso en alguna promoción con Oppo.

El año pasado puso a la venta un libro de arte llamado The Tiny Word of Kobito, que se puede encontrar en Amazon Japón. También vende réplicas de estas miniaturas en Rakuten.

Un trabajo muy curioso que exige talento, imaginación, y sobre todo, mucha paciencia y perseverancia.