Un teléfono móvil en silencio todavía es un lastre para la productividad tanto en el trabajo como en el estudio según concluye una investigación de la Universidad Estatal de Florida, que alerta sobre la dificultad a la hora del concentrarse mientras se reciben notificaciones y alertas en el smartphone incluso si se intentan ignorar. 

Del clásico silbido del Whatsapp a los sonidos más frikis o las voces de familiares. Existen notificaciones para todos los gustos y, aunque los móviles más modernos permiten diferenciar los tonos -e incluso la forma de vibración- según el tipo de alerta, lo que nunca cambia es la curiosidad del ser humano por averiguar qué sucede exactamente. 

Un estudio de la Universidad Estatal de Florida concluye que esas notificaciones, incluso cuando el teléfono móvil está en silencio y sólo funciona en modo vibración, arruinan la concentración y disminuyen la productividad. "Aunque las notificaciones son breves suelen conducir a pequeñas distracciones que reducen la productividad", resume Cary Stothart, uno de los autores del estudio a Digital Trends.

Aconsejan prohibir el email entre compañeros de trabajo

El estudio confirma que el simple zumbido del smarpthone ya es un enemigo de la productividad, independientemente de si se hace o no caso al teléfono móvil. Para llegar a esta conclusión los responsables de la investigación monitorizaron a un grupo de voluntarios que se sometieron a un test de concentración, aunque desconocían realmente la finalidad de la prueba.  

Los resultados, publicados en la revista "Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance",  apuntan incluso a que el nivel de distracción ante una notificación es comparable a responder una llamada de teléfono convencional o a escribir un mensaje de texto (SMS).

"Si realmente quieres mantener tu mente en una tarea, simplemente ignorar las notificaciones del móvil no es suficiente. Es necesario desactivarlas por completo", sentencian los investigadores, que han dejado claro con su investigación que las notificaciones y alertas del móvil son un enemigo público para la productividad. Habrá que tomar nota.

[Fuente: HBR]