La vacuna contra el cáncer de mama ya es una realidad
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Es el cáncer más común, pero no por ello más temido. El cáncer de mama es el más detectado por Sanidad y los científicos tienen preparada una vacuna que podría terminar con él. Ya está en la Fase 2.
Hay un ensayo en humanos en fase 1 de una vacuna contra el cáncer de mama que lleva más de una década en desarrollo. El novedoso tratamiento resultó ser seguro y ahora se está llevando a cabo un ensayo de fase 2 más amplio para comprobar su eficacia.
Hasta el 30 % de los cánceres de mama presentan una sobreproducción de una proteína denominada receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2). Estos cánceres HER2-positivos suelen ser más agresivos que otros tipos de cáncer de mama, crecen más rápido y tienen más probabilidades de reaparecer.
Durante las dos últimas décadas, uno de los tratamientos clínicos más eficaces para este tipo de cáncer de mama ha sido una terapia de anticuerpos monoclonales diseñada para bloquear la actividad de HER2 en las células tumorales.
Sin embargo, los investigadores llevan mucho tiempo trabajando en vacunas que puedan entrenar al sistema inmunitario para que se dirija a estas células tumorales HER2-positivas. Este tipo de vacunas contra el cáncer no están diseñadas para ser vacunas preventivas que impidan la aparición de cánceres en primer lugar.
Si no que se trata de vacunas terapéuticas, que se administran a los pacientes después de que se les haya diagnosticado un cáncer con la esperanza de que ayuden al sistema inmunitario a buscar y destruir mejor determinados tumores. Es un tratamiento, no lo evita.
David Goldman/AP
Un tipo de vacuna que no previene pero sí cura
En este caso, los investigadores están trabajando con lo que se denomina una vacuna de ADN. Estas vacunas introducen en el núcleo de una célula los planos de ADN para la producción de determinadas proteínas. Esa proteína es producida por la célula, desencadenando una respuesta inmunitaria.
Este ensayo de fase 1 se inició hace 20 años, inscribiendo lentamente a 66 pacientes con cáncer de mama avanzado HER2-positivo. Se probaron tres niveles de dosis diferentes, con el objetivo principal del ensayo de evaluar la seguridad a largo plazo de la vacuna.
Dado que las proteínas HER2 pueden encontrarse en otros tipos de células del organismo, los investigadores planificaron un seguimiento de 10 años para cada participante a fin de asegurarse de que no hubiera problemas persistentes de actividad inmunitaria contra el tejido sano.
El equipo señaló que los primeros indicios de eficacia son prometedores, ya que el 80 % de los participantes en el ensayo tratadas sobrevivieron a los 10 años de seguimiento. Actualmente se está llevando a cabo un ensayo de fase 2 para comprobar la eficacia de la vacuna en una muestra más amplia. El cáncer de mama tiene los días contados.
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