El parque móvil de España es viejo, uno de los más envejecidos de Europa. Esto se debe a muchos factores, pero el primero de todos es que nuestro poder adquisitivo dentro del viejo continentes es de los más bajos.

Por este motivo, nuestros coches son, de media, más antiguos que los de Alemania, Francia o Bélgica, entre otros países.

Esta realidad tiene varias consecuencias. Por ejemplo, el tema de la contaminación, ya que poseemos varios millones de coches diésel de antigua generación que emiten mucho más de lo permitido actualmente. Y esto es un problema.

Pero el verdadero inconveniente viene de la parte de la seguridad, ya que se ha demostrado que los coches, cuanto más antiguos, menos seguros son en carretera ante accidentes.

Por eso durante unas jornadas de seguridad vial la organización ha presentado los resultados del informe de siniestros graves por antigüedad del vehículo, elaborado por el Centro de Estudios y Opinión Ponle Freno-AXA.

De acuerdo con el estudio (realizado sobre una muestra de 800 accidentes de gravedad), los vehículos de entre 0 y 4 años tenían un 17% menos de lesionados graves por siniestros que aquellos de más de 10 años de antigüedad, y un 9% menos que aquellos de entre 5 y 10 años de antigüedad. 

Además de este dato sobre la lesiones de los viajeros, el estudio también ha confirmado que la antigüedad de los coche influye en los accidentes, ya que los vehículos de más de 10 años tienen el doble de probabilidad de sufrir un accidente grave de tráfico que los coches menos antiguos.

Concretamente un 53% frente al 24% de los que tienen entre 0 y 4 años.

Por este motivo Pere Navarro, director general de Tráfico, ha recalcado la importancia de impulsar medidas como el renting y el alquiler de coches, y que las administraciones tomen medidas, para que así los vehículos de más de 10 años abandonen poco a poco las carreteras españolas.