Durante las últimas semanas hemos visto cómo ha nacido desde la Unión Europea una iniciativa para promover que los fabricantes de móviles trabajen con el mismo modelo de puerto de carga. Desde que se anunció la idea todos los ojos miraron hacia el mismo punto: Apple. El conector Lightning es un estándar propio que sirve para iPods, iPhones y iPads, pero es incompatible con los móviles de otros fabricantes.

Apple no quiere utilizar el USB-C ni otro modelo que no sea el suyo y está dispuesta a convencer a la opinión pública sobre los problemas que causaría un cambio similar. Para hacerlo, ha contratado a Copenhagen Economics, una empresa de analistas que ha preparado un informe sobre las consecuencias que provocaría este cambio.

Este informe creado con extrema rapidez habla sobre los problemas que causaría a los clientes y al medio ambiente la medida. Pero sobre todo recalca que este no es un problema para sus clientes. Aunque han sacado más conclusiones.

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Según la encuesta y los análisis realizados, la mitad de los hogares tienen todos los dispositivos con un solo tipo de conector y calculan que reducir el número cables no tendría un efecto satisfactorio para la clientela: provocaría un consumo total de 1.500 millones de euros, mientras que el ahorro en emisiones de CO2 solo sería del 14%.

Apoyados en este informe, desde Apple han lanzado un comunicado donde critican que “esta legislación tendría un impacto negativo directo afectando a millones de dispositivos activos y accesorios utilizados por nuestros clientes europeos, y aún más clientes de Apple alrededor del mundo, creando un volumen de basura electrónica sin precedentes y muchas molestias a los usuarios”.

Pero más allá de todo esto, no parece que la polémica vaya a acabar por ahora. Y no es la única que sacude a Apple en este momento, ya que sigue su enfrentamiento con el gobierno de Estados Unidos por las presiones que está sufriendo para crear una puerta trasera en sus móviles.

En todo caso, seguramente habrá opiniones a favor o en contra del puerto de carga único. Veremos cuál es el próximo, y esperado, movimiento desde la Unión Europea.