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Chrome y Firefox y su radical y distinto posicionamiento sobre los Ad-blockers

El fin de los ad-block y extensiones de privacidad cada vez está más cerca, aunque Google dice que es por nuestro bien
Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

Parece que el fin o no de los Ad-blockers y extensiones de privacidad está siendo puesto en duda por algún que otro navegador web. En un lado tenemos a Chrome quien quiere restringirlos y por otro, Firefox, que quiere mantener la puerta abierta.

Los bloqueadores de publicidad son de las extensiones que más se utilizan en los navegadores de cara a evitar la extenuante carga de anuncios y ventanas emergentes que tienen algunas webs. 

El exceso de anuncios es demasiado habitual, eso es un hecho, pero claro, estos bloqueadores pueden jugar a la contra de grandes empresas. Esta es la opinión de Google Chrome. Pues bien, este quiere eliminar la función llamada Web Request, que usan estos bloqueadores para bloquear el dominio al completo.

Por otro lado, y según informa The Verge, Firefox ha anunciado que mantendrá la compatibilidad con Web Request, dejando así la puerta abierta al bloqueo de anuncios.

Este Web Request lo que permite básicamente es observar el tráfico entre el navegador y un sitio web y modificar o bloquear las peticiones a determinados dominios y es algo que está actualmente activo en el Manifest V2 (especificaciones) de Chrome, que en breves será sustituido por la V3. Los nuevos bloqueadores de anuncios deberán acogerse a esta actualización.

Google Chrome

Se espera que extensiones de navegador como Ghostery Privacy, Ad Blocker, uBlock Origin y Privacy Badger, junto con extensiones de scripting como TamperMonkey, diseñadas para bloquear anuncios y otros contenidos y así proteger la privacidad en línea, funcionen con menos eficacia, si no no son capaces de hacer la transición a Mv3.

El cambio que va a ocurrir se centra en la obligación a los creadores de extensiones a especificar de antemano reglas sobre cómo deben tratarse ciertos tipos de tráfico, pudiendo la extensión realizar un conjunto más limitado de acciones cuando se activa una regla.

La idea detrás de esto, por parte de Google, es mejorar la privacidad, limitando el acceso de las extensiones a datos sensibles. Sin embargo, los expertos lo ven como un intento de limitar el impacto del bloqueo de anuncios en una empresa que se financia casi por completo con estos.

Mozilla, por su lado, adoptará un enfoque diferente en el diseño de las extensiones y más permisivo en cuanto al bloqueo de anuncios. El porqué de esta decisión es sencilla: consideran que así se mantiene una mejor privacidad del usuario.

Quién sabe si esta posición tan antitética a Google atrae más usuarios a su navegador. Tengamos en cuenta que posee un 8% del total, mientras que Chrome tiene el 67%.

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Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.

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