Logo Computerhoy.com

El lado oscuro de los empleados robots: un empresario que los ha "contratado" explica por qué prefiere a los humanos

En el restaurante Robotazia del Reino Unido, trabajan cuatro robots camareros. Sus jefes nos desvelan algunas curiosas limitaciones, y por qué prefieren a los humanos.

El lado oscuro de los empleados robots: un empresario que los ha "contratado" explica por qué prefiere a los humanos

Robotazia

En los últimos años hemos visto una gran cantidad de robots que realizan tareas que hasta hace poco estaban reservadas a los humanos: preparan comida, atienden las mesas, limpian, entregan pedidos, etc.

Sus fabricantes, como es lógico, alaban sus ventajas: no cobran un sueldo, no se quejan, hacen todo lo que les pides, trabajan 24 horas al día... Pero estos robots también tienen su lado oscuro.

Robotazia es un restaurante británico situado en Milton Keynes, y dedicado a la ciencia-ficción. Allí puedes encontrar docenas de robots en exposición, pero cuatro de ellos son auténticos robots camarero que recogen pedidos y entregan la comida en las mesas:

El lado oscuro de los empleados robots: un empresario que los ha "contratado" explica por qué prefiere a los humanos

Robotazia

Estos camareros robot, llamados Amy, Ella, Will y Josh, pueden hablar con los clientes, siempre están sonriendo, tienen una paciencia infinita, y no cobran.

Pero sus jefes, Joy Gittens y Mark Swannell, propietarios del restaurante, reconocen a la periodista Kate Duffy de Business Insider que nunca sustituirán a todos los camareros por máquinas, porque "el compromiso humano sigue siendo algo maravilloso. Es la calidez de esa persona que dice: '¿Cómo estás? Gracias por venir a Robotazia".

Además, estos camareros robot tienen algún curioso inconveniente que no nos muestran en los vídeos de los fabricantes.

Robot cortacésped WORX Lx797

Robot cortacésped WORX Lx797

Cortacésped automático con batería de 2.400 mAh capaz de cubrir una superficie de hasta 500 m² con obstáculos y pendientes de hasta el 25%. Cuchillas rotativas de 3 alturas de 2 a 5 cm.

Cómpralo al mejor precio

Por ejemplo, los propietarios del restaurante explican a la periodista que sus robots huyen de las personas que llevan muchas joyas.

Al parecer las joyas producen reflejos en su sistema de visión, y hacen que lo interpreten como un obstáculo... dando la vuelta y retirándose.

Esto obliga a los empleados humanos a estar atentos para que los robots no atiendan a personas muy enjoyadas.

Otro problema es que los robots llaman demasiado la atención, y tienden a enlentecer la rutina de entrega.

Tienen capacidad para hablar, pero los propietarios terminaron desconectando esta función porque se pasaban mucho tiempo hablando con los clientes, por su cuenta.

Es decir, no eran los clientes los que hablaban con los robots, sino al revés... Y aún siendo mudos, son más lentos trabajando que los humanos.

También hay que tener en cuenta la batería. Cuando detectan que está baja, vuelven a la estación de recarga... aunque estén en mitad de una entrega de comida.

Esto da una mala imagen, porque el cliente se queda esperando. Y no importa que el local esté abarrotado o no haya más camareros... Ellos regresan a la estación de recarga y están unas horas inoperativos.

Aunque no cobran y no tienen seguro médico... hay un gasto importante en mantenimiento, porque los robots se desajustan, se golpean con las mesas... Mark Swannell asegura que todos los martes tiene que realizar un mantenimiento de los robots.

Y finalmente, no hacen muchas tareas que son esenciales en el trabajo de un camarero, como comprobar si la persona que pide alcohol es menor de edad. Tampoco limpian las mesas, no se limpian ellos mismos, ni se reparan.

Al final, cada robot tiene asignado a un empleado humano que le complementa, con lo que el trabajo es un poco redudante. Trabajan allí por la temática del restaurante, no por sus habilidades como camareros.

No es oro todo lo que reluce en el mundo de los empleados robots, pero seguro que estas limitaciones no tardan en superarse...

Conoce cómo trabajamos en ComputerHoy.

Etiquetas: Inteligencia artificialrobótica