Pese a que todavía estamos siendo testigos del despegue de las televisiones 4K y la creación de contenidos con esta calidad de imagen, los fabricantes de televisores ya tienen puesto el foco en los monitores 8K para los cuales se ha establecido el estándar oficial. 

No se trata de una imposición, sino más bien de unas directrices o recomendaciones. A la hora de comprar un monitor 8K será recomendable fijarse en estas características básicas que ha fijado la Asociación de Tecnología del Consumidor. 

Según este nuevo estándar, cualquier modelo de televisor 8K que salga al mercado deberá tener una resolución mínima de 7.680 x 4.320 píxeles, admitir 24, 30 y 60 frames por segundo, producir un color de 10 bits, admitir funciones HDR y usar protección de contenido de nivel HDCP 2.2. Por supuesto, también tendrá que ser capaz de convertir cualquier vídeo a 8K.

Si algún monitor no cumple con todas esta características no significa que la calidad del televisor sea mala, pero teniendo en cuenta que las especificaciones establecidas son las mínimas que existen y que hasta ahora casi todos los modelos conocidos las cumplen, será difícil encontrar un televisor que no se ajuste a este estándar.

Aún así, para que cualquier consumidor pueda comprobar fácilmente que el producto que va a comprar está dentro del estándar, la Asociación ha publicado también un nuevo logo que traerán todos los televisores que se ajusten a estos mínimos.

Podremos encontrar en las tiendas los primeros televisores 8K con este logo a partir del 1 de enero de 2020 y, como decíamos al principio, a pesar de no contar con una gran cantidad de contenidos con esta calidad, veremos como ese año se popularizan los monitores con estas características.

Samsung anunciaba hace apenas unas semanas las primeras películas y series con resolución 8K y HDR10+ del mundo y las principales marcas tecnológicas han estado presentando sus primeros monitores 8k a lo largo de este año como Huawei, Sony o HiSense entre otros.