Un juez brasileño ha anulado la prohibición sobre Telegram, pero en su lugar ha recibido una multa por proteger a los extremismos.

Hace uno días, Telegram fue prohibida en Brasil por negarse a colaborar en una investigación sobre los chats mantenidos por neonazis. Telegram argumentaba que su prioridad es la privacidad de los usuarios.

Hoy el juez brasileño Flavio Lucas ha cancelado la prohibición, argumentado que era una medida demasiado impactante para la libertad de comunicación de los millones de personas que usan Telegram en Brasil, y no tienen nada que ver con los neonazis.

Aún así, según informa DW, el juez ha impuesto a Telegram una multa de 181.000 euros por no colaborar en la investigación para localizar a estos chats de neonazis.

La doble cara de la privacidad en Telegram

La prohibición de Telegram en Brasil se produjo después de que un adolescente de 16 años con una esvástica (el símbolo de los nazis) tatuada en el pecho, asesinara a tres profesores y un alumno en dos escuelas.

La investigación determinó que este asesino participaba en grupos de neonazis en Telegram, en donde enseñaban a fabricar bombas, así como diferentes métodos para matar a personas.

La posición de Telegram es que resulta "técnicamente imposible" acceder a los chats privados, porque están encriptados punto a punto y ni siquiera Telegram puede acceder a ellos, aunque desee hacerlo. Es una encriptación privada en donde solo los usuarios tienen las claves.

Telegram, cada vez más oscuro, se convierte en un refugio seguro para los ciberdelincuentes

La privacidad de Telegram, siempre ha sido un arma de doble filo. Es loable que, como Apple, Telegram se compromete a proteger la privacidad de los usuarios, en un mundo en donde ya nada es privado.

Pero al mismo tiempo esta privacidad, que permite la encriptación completa de los chats y mensajes sin que Telegram conozca las claves, hace que la red social se haya convertidos en refugio de neonazis, extremistas, delincuentes, o hackers de ambos bandos de la invasión de Ucrania, que usan Telegram para realizar sus ataques.

Esto ha hecho que Telegram haya sido expulsada de países como China, Irán o Rusia, y esté comenzando a tener problemas en algunos países occidentales en donde demasiados criminales usan Telegram para cometer sus delitos.

Puede que Telegram haya evitado la prohibición en Brasil, pero su gobierno ya está trabajando en la regulación de las redes sociales, argumentando que todo el mundo tiene obligación de colaborar con las autoridades, cuando se trata de crímenes tan graves como el asesinato en las escuelas por delitos de odio.