He pasado una semana usando Xbox Series S como si fuera un PC para trabajar y jugar con ratón y teclado
He pasado una semana usando Xbox Series S como si fuera un PC para trabajar conectando un teclado y ratón inalámbrico. La verdad es que la experiencia, sin ser perfecta para algunas cosas, es de lo más satisfactoria y va a permitir a cierto perfil de usuario trabajar en la consola sin tener que llevar su torre gaming de una casa a otra.
De vez en cuando me acuerdo de cuando Apple hizo ese anuncio del iPad en el que nos preguntaba qué era un ordenador.
La chica que usaba el iPad estaba haciendo tareas no propias de una tablet, sino de un portátil y ese anuncio se adelantó a su tiempo porque el software no estaba listo, o no tan listo como ahora con iPadOS, pero la idea era esa, un dispositivo que podía hacer de todo, siendo el centro de entretenimiento e información, pero también un entorno de trabajo.
Pues algo parecido es Xbox Series X y Xbox Series S. De hecho, es tal mi convicción que me pasé una semana trabajando en una Xbox Series S (creando textos) y lo cierto es que la experiencia fue muy, muy similar a la que tengo cuando estoy trabajando en mi Mac por el tipo de trabajo que hago.
Ya hemos analizado tanto Xbox Series X como Series S y, de hecho, hace unas semanas volvimos a la pequeña de la familia para ver qué tal se mantiene en 2022 y ver las claves que han hecho que sea tan popular en un contexto de falta de microchips.
Y al usarla me pregunté… “¿puede sustituir el PC de un estudiante o, al menos, hacer las funciones de un PC para alguien que se acabe de ir de casa a estudiar y quiera hacer sus trabajos de la facultad, pero también echar una partida de vez en cuando?”
A lo mejor piensas que es absurdo, que por qué iba a querer una Xbox, que cuesta apenas 275 euros en estos momentos, como si fuera una torre de PC, pero creo que tiene más sentido del que puedas pensar por dos motivos.
El primero es que Xbox Series S tiene un formato supercompacto y nos va a permitir llevarla en la maleta fácilmente, por lo que si te vas a casa de fin de semana, puedes colarla en la mochila. El segundo es que es compatible con teclado y ratón y eso, unido a Edge Chromium, abre un universo de posibilidades.
Vas a poder conectar un teclado y ratón por cable, claro, pero también podrás conectar un USB de 2,4 GHz para conectar periféricos inalámbricos. Eso sí, de momento, por desgracia, no puedes usar un teclado como el Logitech MX Keys Mini -análisis- o el ratón MX Master 3 por Bluetooth.
Yo utilicé el Pro Click -análisis- y el Pro Type Ultra -análisis- de Razer para esta prueba y en cuanto los conecté, la Xbox reconoció que tenía un teclado y un ratón. De hecho, uno de ellos iba conectado a un HDD externo de Seagate que analizaremos próximamente y todo bien.
Con un teclado y un ratón en una Xbox vas a poder jugar sin problema a bastantes títulos. Hay algunos que no te lo permiten, pero por ejemplo los de simulación de gestión suelen ser compatibles y vas a poder jugar a títulos como Los Sims 4 o Fortnite, por ejemplo, sin problema.
Yo la verdad es que estuve jugando a Halo Infinite -análisis de mis compañeros de HobbyConsolas- sin problema con teclado y ratón en Xbox y la experiencia fue fantástica.
De momento no es muy cómodo usar la consola exclusivamente con teclado y ratón porque puedes ir a la guía con la tecla de Windows, pero para desplazarte vas a tener que usar las teclas de dirección, el escape para salir y el enter para entrar.
La verdad es que me gustaría que Microsoft permitiera un puntero en el dashboard cuando detecta que tenemos conectado un ratón, pero bueno, supongo que todo se andará y el hecho de que esté escribiendo estas líneas ahora mismo es muestra de ello.
Pero bueno, más allá de para jugar, lo que quería comprobar era si puedo usar mi Xbox Series S como si fuera un PC para trabajar y sí, en cuanto me metí en Edge me dio cuenta de que, realmente, es la misma versión, o muy parecida, del Edge en el que trabajo día a día.
De hecho, como mi sesión es la misma, la de Microsoft, hay algunas contraseñas que no había que volver a meter porque el sistema las tenía guardadas. Me metí en la suite de ofimática tanto de Microsoft como de Google y lo cierto es que sin problema.
Puedo mandar correos, escribir, guardar y mandar documentos y también vas a poder trabajar en grupos con documentos compartidos sin ningún problema. Eso era lo fácil porque no dejan de ser entornos y páginas muy universales, pero el siguiente paso era ver si podía hacer mi trabajo en una Xbox Series S.
Y la respuesta es que… no tan cómodo como en un PC, pero casi. Te explico: en una pestaña suelo tener Slack, en otra el editor de texto de la web, que es un desarrollo propio y a veces da problemas con según qué navegadores, y YouTube para estar escuchando algo de fondo.
Bien, para mi sorpresa, el editor de la web abrió sin problema y uno de los análisis de esa semana lo escribí al completo en Xbox Series S. Para colocar las imágenes y enlaces del texto tuve que ir al Mac, ya que seguramente habrá un modo de subir imágenes desde la Xbox que previamente habrás descargado en algún gestor de archivos, pero no me pareció cómodo.
Que el editor de la web funcionara ya fue una sorpresa y con eso, la posibilidad de tener Slack, la suite de Google y, básicamente, cualquier entorno de trabajo online, tenemos una Xbox que puede actuar como un PC.
Si tras un par de horas necesitaba desconectar me iba a Halo Infinite un rato porque gracias a Quick Resume todo es rapidísimo, pero lo que vi al volver a Edge es el principal problema de este método de trabajo: las pestañas se recargan cada vez que entras.
Es decir: si estás en Slack y pasas a la pestaña de Documentos de Google, la de documentos se recargará y la de Slack pasará a segundo plano. Si vuelves a la de Slack, esa pestaña se recarga y… bueno, te puedes hacer una idea: siempre es así.
Encontré un par de ajustes en la configuración de Edge que, parecía, iban a solucionar el problema, pero realmente no noté que pasara nada diferente. ¿Es un problema realmente? Pues… no porque todo está guardado en la nube, pero sí es un fastidio que recargue página cada vez que entras.
El puntero tampoco me gusta porque es demasiado grande y la interfaz por defecto también es enorme. Esto es lógico porque está hecha, supongo, pensando en televisores, donde las fuentes deben ser más grandes, pero bueno, siempre puedes ajustar el tamaño de la página.
Lo que no pude ajustar es el tamaño de la ventana de la app, al menos en mi monitor 1.440p. Los juegos y el dash se muestran a pantalla completa, pero Edge tiene un marco negro que no entiendo bien por qué está.
Pero bueno, al final, el interés principal del experimento estaba en ver si un estudiante que se vaya de casa puede llevar una Xbox Series X o Series S como si fuera su torre de PC gaming que, además, usa para sus trabajos de clase y la verdad es que me quedé sorprendido.
Pasando por alto el fastidio de la recarga de la pestaña cada vez que entras, lo cierto es que el flujo de trabajo escribiendo no se resintió en absoluto y si se pulen un poco más los detalles que no me gustaron, creo que Microsoft tiene un argumento de venta que puede ser interesantísimo para muchos usuarios.
Conoce cómo trabajamos en ComputerHoy.