Cuando queremos o nos obligan por las circunstancias a trabajar desde casa, siempre tendemos a pensar que todo es estupendo y que será una experiencia satisfactoria.

Y puede serla, pero también se puede caer en una improductividad que nos acaba trayendo problemas, por lo que es mejor tomar medidas desde el principio y crear el mejor entorno para trabajar.

Con los consejos que os vamos a dar no deberías tener ningún tipo de problema para que el espacio sea el más adecuado para tu oficina de casa y así seas igual o más productivo que cuando estabas en una zona de trabajo clásica.

Índice de contenidos:

• Espacio totalmente definido
• Evitar zona de paso
• Divisores: puede ser una buena idea
• La iluminación es primordial
• Tener lo necesario
• Colores para inspirar
• Las plantas pueden ayudar
• Algún toque personal
• El orden es muy importante

Espacio totalmente definido

Lo primero que debemos hacer es establecer un lugar como el que vamos a utilizar para trabajar todos los días.

Un sitio donde te sientas cómodo, dando igual en que habitación esté, mientras tengas privacidad para poder concentrarte en lo que tienes que hacer. 

El objetivo es encontrar un espacio que esté lo más aislado de las zonas vitales de la casa para tener un punto donde poder concentrarte.

Esto también nos ayudará a comenzar a producir una rutina, es decir, sabemos que esa zona es única y exclusivamente para trabajar, por lo que no debemos emplearla para nada más.

Evitar zona de paso

El sitio que tenemos que elegir no debe ser una zona de paso, es decir, es preferible que sea en un punto en el extremo de la casa, por donde no haya que pasar para ir a otras zonas de esta.

Por ejemplo, una habitación en el centro del hogar podría ser contraproducente, puesto que, para ir a las habitaciones del fondo, los demás ocupantes de domicilio tendrán que pasar por ahí haciendo ruido o hablando, lo que nos puede distraer y llegar a molestar.

Lo mejor es que no esté en zona de paso y que sea poco probable escuchar a las demás personas que viven con nosotros, otra cosa que en ciertos momentos puede ser inevitable, al fin y al cabo, estamos viviendo con más personas.

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Divisores: puede ser una buena idea

Si puedes tener una habitación para que sea tu oficina, está claro que es la mejor opción, pero si no puede ser así, puedes optar por distribuirlo.

Esto quiere decir que si, por ejemplo, tenemos que utilizar un dormitorio para poner también el despacho, puede ser inteligente separar ambos espacios dentro de la misma habitación.

Podrías poner algún tipo de divisor físico que haga que ambos espacios sean diferentes y no se mezclen.

En esto de delimitar espacios, podría ser también una buena idea poner algún tipo de letrero en la puerta para indicar al resto de ocupantes del hogar que se está trabajando o realizando alguna acción especial como podría ser una reunión o grabando un vídeo.

La iluminación es primordial

Está claro que un espacio de trabajo debe tener una buena iluminación a poder ser natural, pero esto es algo que no se puede conseguir siempre, por lo que las lámparas y accesorios de este tipo también van a ser de gran ayuda.

Lo mejor es tener una entrada de luz natural grande y cercana, puesto que no hay ningún tipo de claridad como la que da un buen día de sol reluciente.

Para esos días en los que no hay buena claridad exterior o porque se ha hecho de noche, debemos tener iluminación suficiente como para no sufrir de cansancio en la vista, dolores de cabeza o fatiga visual, síntomas que son comunes cuando la luz escasea y seguimos trabajando.

Podemos servirnos delámparas de mesa, de barras LEDS para encima del monitor o de luces en el techo que tengan suficiente potencia como para iluminar la estancia con soltura. 

Tener lo necesario

Como es normal, debemos tener un lugar de trabajo adaptado a todas nuestras necesidades y eso no solo se refiere a la situación o la iluminación únicamente, sino también a todo lo que nos rodea y que vamos a utilizar.

Como es normal el equipo informático, la pantalla o el teclado deben ser específicos como para ayudarnos a pasar tantas horas trabajando, pero hay otros componentes que también deberíamos darle la importancia que se merece.

Por ejemplo, una buena silla hará que todo sea más liviano sobre todo a larga, una mesa donde quepa todo lo que necesitamos, una buena alfombrilla para teclado y ratón, etc.

Todo ello es algo que marcará mucho la diferencia de tener un espacio cómodo, agradable y sobre todo estable a largo plazo, de uno donde comienzan a aparecer dolores, malestar e incomodidad al poco de usarlo.

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Colores para inspirar

Algo que podemos agradecer es el hecho de tener cierto colorido en la mesa donde vamos a trabajar para que no todo sea monótono, puesto que, según los expertos, eso hace que nuestro subconsciente se sienta más a gusto.

Muchos psicólogos aconsejan incorporar algunos colores como el blanco, el beige o el verde, que son conocidos por sus efectos calmantes, además de algún color un poco más brillante para crear un ambiente agradable y espacioso, aunque sin pasarse, porque tan malo es exceso como el defecto.

Las plantas pueden ayudar

Siguiendo con los consejos que dan varios psicólogos, las plantas puede ser algo que también nos ayude, puesto que dan vida y frescura a la zona de trabajo.

Se habla de cactus o hiedra como dos de los que mejor se adaptan a este tipo de espacios por sus propiedades y por sus formas, lo que puede ayudar para que la estancia denote más calma, además de dar un toque distintivo.

Algún toque personal

Pero además de todo lo que te hemos contado, siempre es algo realmente interesante que en el diseño de donde trabajaremos tengamos algo que haga referente a nosotros mismos o que nos inspire.

Puedes colgar algunas citas inspiradoras enmarcadas para motivarte, instalar un sistema de sonido para poner música de fondo, algunas fotos de algún ser querido, algo que signifique mucho para ti y que te apetezca verlo o cualquier cosa de este estilo.

El orden es muy importante

Algo que siempre ayuda mucho es tener nuestro espacio de trabajo lo más ordenador posible, ya que eso transmite calma, ayuda a la concentración y no genera distracciones innecesarias.

Podemos invertir en soluciones de almacenamiento para el espacio de la oficina en el hogar, como portalápices, bandejas de papel, estantes, cajas o archivadores, entre otras cosas.

Pero no solo el orden debe estar en el escritorio, sino también en lo que es nuestro ordenador, ya que, con todo organizado, nuestro tiempo será más productivo y todo nuestro trabajo saldrá de mejor manera.

Todo lo que te hemos contado es para conseguir que, ahora que vas a teletrabajar o si llevas tiempo haciendo, consigas la mayor capacidad de productividad posible y puedas seguir trabajando desde tu propia casa, algo que tiene muchas ventajas y que debemos cuidar los que podemos hacerlo.

Si tu jefe tiene dudas sobre si es el mejor sistema para ti, aplicando todo lo que te acabamos de contar y tu fuerza de voluntad, le demostrarás que no solo es lo mejor para ti, sino que además es lo mejor para la empresa.