Hemos visto multitud de robots que distintas empresas de robótica están preparando para hacernos la vida más fácil, sea en el hogar o para facilitar el trabajo a multitud de empleados en fábricas.

En general, muchos de estos robots se inspiran en creaciones anteriores, pero la mayoría en animales ya existentes para replicar sus movimientos.

Pero lo que prácticamente no se había visto mucho hasta ahora, era que un grupo de investigadores se inspiraran en una planta como una enredadera para crear su nuevo robot.

De nombre FiloBot, es un robot inspirado en plantas, en concreto en plantas trepadoras como las enredaderas, imitando así sus patrones de crecimiento.

Lo que distingue a este robot de otros similares es su capacidad de autoensamblarse mediante fabricación aditiva y detección de su cabeza.

De hecho, sorprende que el robot sea capaz de ajustar dinámicamente su trayectoria de crecimiento en respuesta a la intensidad de la luz.

Este robot no depende de movimientos preprogramados, sino que absorbe el filamento de impresión 3D a través de su cabeza, incorporándolo a su cuerpo para extender su longitud con el tiempo, respondiendo así a señales externas.

"Al equipar sistemas autónomos con técnicas de fabricación aditiva transportables combinadas con estrategias de comportamiento bioinspiradas, los robots del futuro podrán navegar en entornos dinámicos y no estructurados e incluso ser capaces de construir infraestructuras por sí mismos".

Según sus creadores, este avance abre las puertas a una nueva era de la robótica, sobre todo de la robótica blanda.

En este caso, sería importante la adaptabilidad y la capacidad de respuesta que podemos ver en este tipo de robots trepadores.

Según puede leerse, el robot tiene un cabezal que imprime su cuerpo derritiendo y expulsando plástico, que luego se solidifica a medida que se enfría.

Cabe aclarar que la tasa de crecimiento de este robot es tremendamente lenta, y no obstante, su cuerpo se alarga solo unos pocos milímetros por minuto.

Si bien esto podría verse como algo negativo sus responsables señalan que sería todo lo contrario.

Ponen como ejemplo que en un edificio derrumbado, su lento crecimiento podría ayudar a evitar la perturbación de los restos inestables de la zona.