Las redes sociales, independientemente de su región de origen, son grandes altavoces que pueden modificar el pensamiento y el sentir populares. Esto, a la vez que puede ser una gran cualidad, también puede convertirse en una herramienta para condicionar los discursos.

Por eso mismo, cada región intenta blindarse ante el poder de las grandes multinacionales tecnológicas, como Meta, Google o la china ByteDance, la creadora de TikTok.

TikTok siempre ha estado en el punto de mira por acusaciones de espionaje al servicio de las autoridades chinas, las cuales cabe destacar que la plataforma ha negado en reiteradas ocasiones.

No obstante, la plataforma de vídeos cortos continúa creciendo imparable y capeando cualquier temporal que aparezca en el horizonte, ya sea en Estados Unidos o la Unión Europea, esta última con una legislación más estricta.

A finales de 2022, según las cifras de Statista, el número de usuarios activos mensuales (MAU) era de 814,5 millones, aunque se espera que este valor aumente para 2026 hasta los 1.101,8 millones de usuarios.

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Ahora bien, la legislación avanza imparable para asegurar que las grandes tecnológicas no sean tan poderosas, y TikTok es uno de los frentes de batalla más importantes, no solo por su origen chino, sino por la capacidad que ha tenido de atraer a su seno a tal cantidad de usuarios en solo unos pocos años.

¿Cuál podría ser el futuro de TikTok? ¿Podrá salvar los diferentes obstáculos en los próximos años? ¿Podría darse un caso parecido al de Huawei en Estados Unidos?

TikTok, China y las preocupaciones de los gobiernos

Para entender bien la forma de actuar de TikTok, hay que comprender antes la diferencia entre China y Estados Unidos, los 2 grandes titanes que batallan en una guerra tecnológica sin precedentes.

La solución del gobierno de China –donde TikTok se denomina Douyin– ha sido el conocido como Gran Cortafuegos, mediante el cual se pueden bloquear sitios webs que no concuerden con la ideología de las autoridades chinas.

En este sentido, el propio Estado puede bloquear el acceso a aplicaciones como Facebook –lo cual ya hizo–, a la Wikipedia china o incluso a medios de información como CNN o BBC, generalmente por tratar el espinoso tema de Taiwán o contenidos que versan sobre el Dalái Lama.

Así, Google sigue a rajatabla estos principios de censura y, al igual que el buscador chino Baidu, indexa los contenidos que las autoridades permitan; si no se puede acceder a algún contenido, Google China lo añade a su lista negra.

Dicho esto, tanto las empresas tecnológicas occidentales como las chinas adaptan su modelo de negocio a la región en la que actúan, como Google China o TikTok, por ejemplo, en la Unión Europea.

Mientras que China apuesta por la censura directa de los contenidos, no con mucho éxito ante el auge imparable de Internet, en Estados Unidos el Departamento de Justicia intenta luchar por empequeñecer en parte el poderoso imperio de las grandes tecnológicas.

Algunos ejemplos de ello han sido las demandas hacia Google por prácticas monopolísticas para eliminar a la competencia y dominar el mercado de publicidad digital, un hecho que ha perjudicado gravemente a inversores y anunciantes.

Otro es el juicio contra Meta, antigua Facebook, por el famoso caso de espionaje de Cambridge Analytica; la tecnológica pagó una multa de 725 millones de dólares a 280 millones de usuarios, aunque nunca reconoció su culpabilidad.

En el caso concreto de TikTok, el gobierno de Estados Unidos, junto a otros, prohibió el acceso a la plataforma al personal administrativo, con dudas respecto a un supuesto espionaje, problemas de ciberseguridad y de privacidad de los datos de usuarios.

Según las diferentes acusaciones, la plataforma podría ser algo parecido a un caballo de Troya en Estados Unidos, ya que el Estado chino podría acceder a datos de TikTok apelando a la Ley Nacional de Inteligencia China de 2018.

Sin embargo, más allá de que la aplicación sea de origen chino, su modelo de negocio no dista en absoluto del de Meta o Google. Al fin y al cabo, son iguales y están inmersas en una batalla política que incluye a Estados Unidos y China.

"No hay diferencias entre lo que recoge TikTok y Facebook o Instagram en absoluto. Es lo mismo. Ese es el problema", aseguró en una entrevista a la BBC Bruce Schneir, profesor en la Universidad de Harvard y apodado "gurú de seguridad". 

"Hemos construido un internet donde espiar es la norma. Luego nos quejamos sobre quién nos espía. Es que no tiene sentido. Pero repito: estas compañías hacen lo mismo. No es diferente", agregó.

De esta forma, TikTok también tiene que lidiar con diferentes normativas, que varían considerablemente entre regiones, un ámbito en el que parece que la UE ha cogido la delantera.

Lo que podría pasar con TikTok en Europa

Una de las cuestiones más importantes de la Unión Europea es que las grandes tecnológicas se someten a una legislación más exhaustiva, al menos en lo que a corpus teórico se refiere, y TikTok no es una excepción.

En mayo de este mismo año, comenzó a aplicarse el Reglamento de Mercados Digitales (DMA), y en camino está el Reglamento de Servicios Digitales (DSA), que iniciará su aplicación el 1 de enero de 2024.

Mientras que el DMA se centra en perseguir las actividades por parte de organizaciones empresariales que abusen de su poder en el mercado, el DSA se dirigirá a velar por una relación sana entre plataformas y consumidores.

En el seno de estas normativas, la Comisión Europea sometió a TikTok a la denominada "prueba de estrés", que la plataforma no consiguió aprobar.

"No dudaremos en adoptar todo tipo de sanciones para proteger a nuestros ciudadanos si las auditorías no demuestran un pleno cumplimiento", advirtió entonces Thierry Breton, comisario europeo y responsable de política digital de la UE, a Shou Zi Chew, CEO de TikTok.

En la conclusión de esta prueba de estrés, TikTok no aprobó y tendrá que acomodarse al nuevo DSA, para lo cual aún tiene hasta el 25 de agosto, día en el que se dictaminará su futuro en la región europea.

Desde TikTok se argumentó que la plataforma "está plenamente comprometida con la aplicación del DSA y la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas", según Caroline Greer, responsable de Política y Relaciones Gubernamentales de la plataforma.

Así, TikTok tendrá que acomodar su modelo de negocio al nuevo DSA, aunque sin diferencias con las grandes tecnológicas estadounidenses, que en muchos casos pecan de los mismos problemas que la red social china.