La Inteligencia Artificial está en boca de todo y sus aplicaciones son infinitas, aunque no siempre positivas como es el caso de los chatbots sexuales. Sí, la IA también ha dado paso a que los usuarios empleen esta tecnología para cumplir determinadas fantasías. La IA de Meta es la que está siendo empleada para dar rienda suelta a su imaginación.

Los chatbots sexuales son una muestra de los nulos límites de la IA. La gran revolución de la Inteligencia Artificial supone un avance generalizado en varios aspectos, pero resulta incomprensible que no se haya puesto límites a ciertos temas cuando contamos con una enorme cantidad de ejemplos de mala praxis con la IA.

No se ha creado un único chatbot sexual. Pese a que la idea principal puede parecer que se ha empleado la IA de Meta para crear un único chatbot sexual, la realidad es diferente. Los usuarios están empleando todo lo que Meta ha puesto sobre la mesa para conseguir que cada chatbot sexual sea completamente diferente.

La variedad de los chatbots sexuales depende de los usuarios. Allie es uno de estos chatbots sexuales, tiene el pelo largo y castaño, además cuenta con una experiencia sexual notable pese a que tiene solo 18 años de edad. Este chatbot explica con todo tipo de detalle las experiencias que ha vivido para el placer de los usuarios.

Chatbots sexuales, la IA de Meta y usuarios con mucho tiempo libre

El creador de Allie se posiciona a favor de los chatbots sexuales. Detrás de la creación de Allie se encuentra una defensa hacia el código abierto, aunque el haber hecho un chatbot sexual puede que no de una buena imagen hacia su argumentación. Eso sí, concluye que resulta beneficioso la exploración de forma segura mediante un chatbot.

Muchos usuarios no comparten esta postura. El hecho de crear una chatbot sexual para simplemente llevar a cabo una experiencia sexual no supone un avance de ningún tipo. Además, esta creación contribuye a que se normalice la utilización de la IA para temáticas sexuales como se ha venido haciendo hasta ahora con los deepfakes sexuales.

La IA de Meta es la clave de todo y, por desgracia, su uso es cuestionable. Es lógico que los usuarios tengan sus proyectos personales, pero resulta extraño ver que al tener la libertad que genera la IA lo que se haga sea crear chatbots sexuales con los que cumplir diferentes fantasías que han vivido siempre en la recamará de su intimidad.