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Los problemas de OpenAI se multiplican: ¿qué está pasando con Sam Altman?

Sam Altman

Depositphotos

En las últimas semanas, las polémicas relacionadas con OpenAI y la inteligencia artificial se multiplican, y todas las miradas están puestas en el CEO de la compañía, Sam Altman. ¿Y si su regreso a la empresa hubiese sido un error? 

OpenAI es, a día de hoy, el gran nombre relacionado con la tecnología de moda, la inteligencia artificial. Por eso llama especialmente la atención que durante las últimas semanas (o meses), la empresa esté continuamente complicándose la vida a sí misma. Las polémicas se suceden, y no son pocos quienes empiezan a señalar con el dedo a un culpable: Sam Altman. 

De hecho, el propio CEO de la compañía tecnológica ya protagonizó su propio culebrón cuando fue despedido de OpenAI, para después volver a ser aceptado, quizá debido en parte por las presiones externas que se recibieron. Pero visto lo sucedido durante el tiempo transcurrido desde entonces, las preguntas se acumulan: ¿y si en ese momento no se tomó la decisión correcta?

Las polémicas de OpenAI y Sam Altman

Que la inteligencia artificial es un asunto delicado, lo sabe todo el mundo. OpenAI no está desarrollando aspiradores, por así decirlo. Más allá de las catastrofistas películas clásicas a lo Terminator o Matrix, muchos expertos han advertido de los riesgos que puede traer consigo la IA, sobre todo si se pierde el control sobre ella. Hasta el propio Elon Musk ha confesado sus temores

Llama la atención, en este sentido, que dos de los principales responsables de seguridad, ética y ese tipo de asuntos de OpenAI decidieran abandonar el barco recientemente, argumentando que, en efecto, no se está actuando con la responsabilidad necesaria. Si esta es la única razón de su marcha o hay otras cosas, solo lo saben ellos, pero ambos han denunciado claramente al culpable. 

Todas las miradas apuntan a Sam Altman. Y, por si fuera poco, él solito se ha rodeado de la última polémica de la compañía: todo el asunto relacionado con la voz de Scarlett Johansson. Quizá en la cabeza de Altman que la actriz prestara su voz para ChatGPT era una idea fabulosa, pero cuando la intérprete declinó la propuesta, probablemente ahí debió terminar el asunto. 

En lugar de eso, puso a la última versión de su inteligencia artificial una voz sospechosamente similar a la de Johansson, y por si existía alguna duda al respecto, tuvo el poco acierto de compartir en sus propias redes sociales un mensaje que simplemente decía “Her”. Lo que podía haber sido una buena jugada a nivel de márketing terminó por volverse en contra.

¿Y si Sam Altman no es la persona adecuada para OpenAI?

Esta situación actual, de hecho, hace pensar en lo que sucedió hace unos meses, cuando fue expulsado de OpenAI y después readmitido de nuevo. 

Conviene hacer memoria y recordar que la razón la que se perdió la confianza de los directivos fue clara: “no fue honesto en sus comunicaciones”. Así, textualmente, lo explicaron en su momento. 

A lo cual también hay que añadir que desconfiaron de su forma “agresiva” de avanzar en la IA. Si se piensa un poco, eran los mismos problemas que de nuevo tiene una vez más la compañía, y que ha provocado sus recientes polémicas. ¿Será que la directiva estaba en lo cierto y Sam Altman ha reincidido en sus errores? Teniendo en cuenta todo lo que parece que hay en juego, no es una pregunta baladí. 

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Etiquetas: Inteligencia artificial