Hay teorías pseudocientíficas que afirman que la vida en la Tierra es solo una simulación puesta en marcha por una inteligencia superior, para entretenerse. Esa idea pareció confirmarse el pasado 28 de enero en Mauna Kea, en Hawái, cuando en el cielo se produjo un fallo en Matrix, y comenzó a convertirse en columnas de bits.

Por supuesto no ocurrió así, pero hay que reconocer que la imagen es poderosa... e inquietante. Matrix o no Matrix... ¿qué puede generar en la inmensidad del cielo una especie de rayos láser verdes paralelos, que cubre lo que parece una distancia enorme?

A ver si vamos a pasar de Matrix... a los extraterrestres. Para añadir más misterio, hay que decir que estos enigmáticos rayos verdes no se ven a simple vista.

Matrix en el cielo: ¿espionaje o ciencia?

El vídeo que vas a ver a continuación fue capturado por la cámara Subaru-Asahi Star Camera del telescopio japonés Subaru, que está ubicado en Mauna Kea, en Hawái.

Los rayos láser apenas son visibles un segundo, pero crean un efecto espectacular. Y no dejan lugar a dudas: son auténticos rayos láser paralelos que caen desde el cielo a la Tierra. Se descarta cualquier fenómeno natural. ¿Qué está ocurriendo?

Al principio los responsables del telescopio Subaru pensaron que se trataba del láser de teledetección del satélite ICESat-2/43613.

Pero a los pocos días, el doctor J. A. Martino, un científico de la NASA que trabaja en el proyecto ICESat-2 ATLAS, aseguró que su satélite no es el autor de esos rayos láser verdes.

El profesor  Alvaro Ivanoff de NASA y su equipo, llevaron a cabo una simulación, y creen que los produce el satélite chino Daqi-1/AEMS, pero no pueden confirmarlo al 100%.

Más allá del origen exacto, lo que nos interesa saber es por qué un satélite está lanzando rayos láser de color verde a la Tierra.

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Por suerte, no se trata de un caso de espionaje, ni de conspiraciones políticas. Los dos satélites mencionado son científicos, y tienen permiso para lanzar pulsos láser hacia la Tierra. Estos pulsos contienen millones de fotones de luz que rebotan, y algunos regresan al satélite. Son inofensivos para los seres vivos.

Con este sistema los satélites pueden saber con exactitud la altura de absolutamente cualquier objeto: edificios, árboles, nubes, lagos, montañas, etc. Se usa para crear mapas 3D, y para diferentes estudios científicos que miden la evolución de ciudades, bosques o glacieares a lo largo del tiempo.

Y aunque la espectacular imagen del cielo de Hawái nos recuerda a Matrix, como suele ocurrir siempre, hay una explicación científica detrás: un satélite que usa pulsos láser para medir la altura de cualquier objeto.