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La sequía y los centros de datos: un problema que "ahoga" a España, con difícil solución

La sequía en España y el alto consumo de agua de los centros de datos: el gran desafío de la industria
Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

La relación entre los centros de datos y la sequía en España plantea enormes desafíos aún por resolver para la industria en términos de sostenibilidad y uso responsable de recursos. ¿Por qué se siguen construyendo en ciertas zonas con alta sequía? ¿Son realmente rentables?

Los centros de datos o Data Center son una parte esencial de la economía moderna. Almacenan y procesan grandes cantidades de datos, lo que hace posible que funcionen muchos servicios que se usan a diario, como Internet, la telefonía móvil y la banca online.

Sin embargo, los centros de datos también son un gran consumidor de agua y energía. Esto puede hacer que sean menos rentables, especialmente en países donde el agua y la energía son caras. En pocas palabras, su funcionamiento intensivo requiere sistemas de refrigeración que dependen del suministro de agua.

El problema se convierte en algo aún más relevante cuando algunas empresas están llevando o quieren llevar grandes centro de datos a España y en concreto en ciertas zonas con bajos recursos hídricos.

"Un 40% de la energía utilizada se destina a sus sistemas de refrigeración para disipar dicho calor. Si bien este sistema de refrigeración resulta eficaz, no es sostenible para el medio ambiente, en especial para España, con la crisis de sequía que atraviesa", explica en una entrevista para Computer hoy Amparo García, Development Manager de CyrusOne.

Fuente: El Español.
Fuente: El Español.

En 2023, el consumo de agua de los centros de datos españoles se estimó en 1.000 millones de metros cúbicos, lo que equivale al consumo anual de agua de una ciudad de 2 millones de habitantes —gastan 68.219 litros diarios para mantener los servidores entre 20 y 22 grados—.

Según recoge El Español, "se estima más de medio centenar de centros de datos que han sido abiertos o anunciados en los últimos años, del alrededor de un centenar que el mercado estima —sin un listado oficial u oficioso— que existen en nuestro país".

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En relación con este tema y hace tan solo 2 meses se pudo conocer que la Junta de Castilla-La Mancha ha aprobado la construcción de un gran centro de datos en Talavera de la Reina (Toledo), por parte de la gran empresa tecnológica Meta. Será el cuarto centro de este tipo que la compañía abre en Europa y su objetivo principal es el respaldar el metaverso. 

El complejo, que abarcará 180 hectáreas y tendrá una capacidad eléctrica de 248 MW, consumirá alrededor de 200 millones de litros de agua potable al año, según datos del proyecto, pero esto se eleva a los 600 millones si se tiene en cuenta el consumo de las instalaciones asociadas.

Con todo esto, es innegable que este excesivo consumo de agua de los centros de datos es un tema que está generando preocupación, especialmente en regiones donde el agua escasea, como es el caso de muchas zonas de España. 

Además, la sequía se está convirtiendo en un problema recurrente en nuestro país y el aumento en la demanda de agua por parte de los centros de datos agrava aún más esta situación. 

España agua

Entonces, ¿son realmente rentables los centros de datos?

La principal razón de este consumo tan alto radica en la necesidad de mantener una temperatura adecuada para los equipos. Los servidores generan una gran cantidad de calor durante su funcionamiento y la refrigeración es esencial para evitar fallos y daños. 

Los métodos de refrigeración tradicionales, como la refrigeración por aire, son ineficientes y requieren grandes cantidades de agua para mantener las temperaturas bajo control.

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En cuanto a la rentabilidad de los centros de datos, es cierto que son vitales para el funcionamiento de la infraestructura digital y han impulsado el crecimiento de la economía digital. Sin embargo, la rentabilidad no puede medirse únicamente en términos económicos, sino también en su impacto ambiental y social. 

El consumo excesivo de agua por parte de los Data Centers plantea muchas dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo y su contribución al agotamiento de los recursos hídricos.

Es importante destacar que la industria de centros de datos está trabajando en soluciones más eficientes en términos de consumo de agua y energía. Se están implementando tecnologías de refrigeración más avanzadas, como la refrigeración líquida y el uso de sistemas de recirculación de agua, que reducen significativamente la dependencia de agua fresca. 

"En nuestro sector utilizamos las métricas PUE (Power Usage Effectiveness, en sus siglas en inglés) y WUE (Eficiencia en el Uso del Agua) para monitorear el rendimiento de un centro de datos e incorporar la tecnología que cuide el medio ambiente. España es un país seco, por lo que tenemos como objetivo reducir el consumo de agua y utilizamos un sistema de enfriamiento, con circuitos cerrados de agua, que permite que los 'Switches' y servidores del centro de datos funcionen a temperaturas adecuadas sin seguir aportando agua a la instalación", añade la experta entrevistada.

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Además, se están explorando opciones de ubicación de centros de datos en regiones con acceso a fuentes de agua renovable, como lagos o ríos, para minimizar el impacto en áreas con escasez de agua.

Por el momento parece que aún hay mucho trabajo por hacer. Si bien es cierto que se están realizando grandes esfuerzos para encontrar soluciones más sostenibles, todavía es necesario un mayor impulso, tanto desde la industria como desde los gobiernos, para hacer frente de manera efectiva este grave problema.

"Es posible equilibrar la expansión de la industria de los data centers con la conservación y gestión responsable con el medio ambiente. Sin embargo, este propósito debe generarse desde la propia filosofía de la compañía y alinearse con los estándares que promueven los organismos y asociaciones reguladoras. Estos estándares ayudan a minimizar el impacto ambiental y fomentar la responsabilidad en la gestión del agua", finaliza Amparo García.

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