Los trucos para acelerar rápida y fácilmente tu Raspberry Pi 5
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- Raspberry Pi 5 es una herramienta poderosa que ofrece un rendimiento mejorado.
- Sin embargo, aún puedes desbloquear todo su potencial utilizando dos trucos simples.
La Raspberry Pi 5 ha llegado para revolucionar el mundo de los miniordenadores. Una monoplaca que ofrece un rendimiento y conectividad mejorados, se convierte en la opción ideal para proyectos que requieren mayor potencia gráfica, procesamiento y almacenamiento.
Una de las mejoras más destacadas de este modelo es su rendimiento. Esto significa que podrás disfrutar de una calidad de imagen mejorada en proyectos multimedia o de gráficos intensivos.
Ya sea que estés trabajando en la edición de vídeo básico, la creación de gráficos 3D o la reproducción de contenido multimedia, la Raspberry Pi 5 tiene el poder necesario para hacerlo de manera fluida y eficiente. Pero ¿qué hacer si quieres exprimir al máximo el potencial de la placa?
Aquí es donde entran en juego dos trucos para acelerar este dispositivo aún más, se trata de instalar un SSD y hacer overclock, un procedimiento que si bien suena complicado, es más fácil de lo que crees, siempre y cuando sigas los pasos al pie de la letra.
¿Por qué deberías acelerar tu Raspberry Pi 5?
La respuesta es simple: mejora el rendimiento general de la placa, lo que se traduce en una experiencia más fluida y rápida en todas tus aplicaciones y proyectos. Ya sea que estés ejecutando aplicaciones, navegando por la web o trabajando en tareas de procesamiento de datos, un rendimiento mejorado siempre es bienvenido.
Cabe señalar que la primera forma de acelerar tu Raspberry Pi 5 es instalando un SSD M.2. Este componente proporciona una velocidad de lectura y escritura mucho más rápida que una tarjeta SD tradicional, lo que significa tiempos de carga más rápidos y una experiencia general más ágil.
La segunda forma es haciendo overclock. El overclocking te permite aumentar la velocidad de la CPU y la GPU de la monoplaca más allá de las velocidades de reloj predeterminadas. Esto puede mejorar significativamente el rendimiento del equipo en aplicaciones y tareas que requieren un mayor poder de procesamiento.
Ahora que conoces los beneficios de acelerar tu Raspberry Pi 5, es hora de poner en práctica estos trucos. Sigue leyendo para descubrir cómo hacerlo paso a paso.
Así puedes instalar un SSD en tu Raspberry Pi 5
Antes de comenzar, asegúrate de tener un SSD M.2 compatible con tu Raspberry Pi 5, una base Pimoroni NVMe y un adaptador o carcasa NVMe a USB, si bien este último componente es opcional, los dos primeros son obligatorios. Además, debes tener instalado Raspberry Pi OS en la tarjeta SD.
Cuando hayas conectado la tarjeta SD a la placa, enciéndala y abre la terminal con las teclas Ctrl + Alt + T. Luego, escribe el siguiente comando sudo rpi-eeprom-update -a para actualizar el gestor de arranque.
Después, escribe sudo raspi-config y pulsa Enter, esto para cargar la herramienta de configuración. Dirígete a Opciones avanzadas y Orden de arranque, en este punto debes seleccionar NVME/USB Boot y Enter. Pulsa la tecla Esc para salir de la herramienta de configuración.
El siguiente paso es editar el archivo de configuración de arranque, el cual es bastante fácil de llevar a cabo. Vuelve a abrir la terminal con Ctrl + Alt + T, ingresa sudo rpi-eeprom-update -a, escribe sudo rpi-eeprom-config --edit, cambia BOOT_ORDER por BOOT_ORDER=0xf416.
Agrega PCIE_PROBE=1 en la parte inferior del archivo, guarda con Ctrl + O y sal de la herramienta con Ctrl + X. Es importante mencionar que antes de montar la base Pimoroni NVMe con el disco SSD M.2, tendrás que flashear Raspberry Pi OS en la SSD, para ello debes utilizar el generador de imágenes de Pi OS.
Para montar la base de la SSD en la Raspberry Pi 5 es bastante fácil, solo debes atornillar la tarjeta a la carcasa, alinear correctamente los conectores y comprobar que todos los cables estén conectados. En todo caso, si se te dificulta, aquí se muestra el tutorial paso a paso.
Cómo hacer overclock a una Raspberry Pi 5
Ahora bien, como ya mencionamos, el overclock te permite aumentar la frecuencia de la CPU y la GPU de la monoplaca, lo que se traduce en un mayor rendimiento. Sin embargo, debes hacerlo con cuidado para evitar la inestabilidad o daños en el dispositivo.
Para llevar a cabo este procedimiento, es obligatorio comprar un ventilador o un sistema de refrigeración, ya que ahora los componentes trabajarán de más y, por ende, emitirán más calor de lo normal, por lo que es imprescindible que montes este accesorio en la placa.
Abre la terminal con Ctrl + Alt + T, una vez abierta la consola de comandos escribe sudo nano -w /boot/firmware/config.txt y pulsa Enter. En la parte inferior del archivo, escribe dtparam = pciex1_gen = 3, que le indica a la placa que use PCIe Gen 3 en lugar de PCI Gen 2.
Ahora, en una nueva línea de comandos, escribe arm_freq=2800 para aumentar la frecuencia de la CPU de 2400 MHz a 2800 MHz, y luego escribe gpu_freq = 900 para hacer lo propio con la GPU, que va a dar el salto de 800 MHz a 900 MHz. Por último, presiona Ctrl + O para guardar y Ctrl + X para salir, reinicia y listo.
¿Merece la pena acelerar tu Raspberry Pi 5?
La respuesta depende de tus necesidades. Si utilizas tu Pi 5 para tareas básicas como navegar por internet, reproducir multimedia o programar, es probable que no notes una gran diferencia al acelerar el dispositivo.
Sin embargo, si utilizas la monoplaca para proyectos más exigentes como edición de vídeo, juegos, domótica, robótica o aprendizaje automático, la aceleración puede darte un impulso significativo en el rendimiento.
Con estos dos trucos, podrás exprimir al máximo el rendimiento de tu Raspberry Pi 5 y llevar tus proyectos al siguiente nivel y disfrutar de una experiencia aún más potente y versátil.
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