La cuenta atrás está en marcha, y el soporte para Windows 10 se acerca a su fin, con la fecha límite fijada para el 14 de octubre de 2025 para las ediciones Home y Pro. Sin embargo, su sucesor, Windows 11, no parece haberse ganado el corazón de los usuarios como Microsoft esperaba.

Lo cierto es que a lo largo de la historia, los usuarios de Windows a menudo han mostrado cierta reticencia a abandonar sus sistemas operativos antiguos. Sin embargo, esta vez, las razones para la resistencia son diferentes y parecen razonables.

El paso de Windows 10 a Windows 11 no solo requerirá hardware nuevo, sino que la incompatibilidad con ciertos componentes ha dejado a muchos usuarios preguntándose si vale la pena el cambio. 

El resultado, como no puede ser de otra forma, es una respuesta muy floja por parte de los usuarios, ya que muchos sienten que Windows 10 aún cumple con sus necesidades y no ven una razón convincente para actualizar.

Las estadísticas hablan por sí solas: según Statcounter, Windows 10 aún domina el mercado con un impresionante 71.64% de cuota de mercado a nivel mundial, mientras que Windows 11 solo alcanza el 23.61%. 

Otro informe de Lansweeper basado en 14 millones de dispositivos revela que Windows 10 está instalado en el 80.56% de los dispositivos, mientras que Windows 11 solo alcanza el 8.35%.

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Un inminente cambio con el que los fabricantes se frotan las manos

Sin embargo, a pesar de la resistencia de los usuarios a migrar a Windows 11, el fin del soporte para Windows 10 está en el horizonte, y esto está casi obligando a las empresas a planificar la actualización de sus dispositivos.

Lógicamente y como era de esperar, los fabricantes están encantados con lo que llega. Luca Rossi, vicepresidente senior de Lenovo, señaló que el fin de vida de Windows 10, programado para 2025, generará una demanda en el sector empresarial, ya que las empresas adoptan Windows 11 y comienzan el ciclo de reemplazo de tres años con una base de instalación más grande.

A pesar de la incertidumbre en torno a la adopción de Windows 11, está claro que el panorama tecnológico está evolucionando, y la inteligencia artificial desempeñará un papel fundamental en el futuro, algo con lo que Microsoft ya se está preparando y trayendo mejoras a este nuevo sistema operativo.

De nuevo, y según datos de Lansweeper, aproximadamente el 32% del hardware actualmente se considera incompatible con la actualización a Windows 11, una mejora con respecto al 42% del año pasado. Aunque es un avance positivo, aún queda camino por recorrer antes de que Windows 11 pueda convertirse en la norma cuando Windows 10 quede obsoleto.