El precio del aceite de oliva ha estado en constante alza debido a la sequía, llevando a muchas familias a buscar alternativas para sus necesidades culinarias. Si bien el aceite de oliva virgen extra es la joya de la dieta mediterránea, existen otras opciones saludables y económicas para cocinar sin comprometer el sabor ni la calidad. 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece consejos valiosos para elegir las mejores alternativas en alimentación destacando que no es necesario depender únicamente del aceite de oliva virgen extra, especialmente con los precios actuales y futuros. 

Solo como dato, en los últimos doce meses lleva acumulada una subida del 40% y las previsiones apuntan a que la escalada de precio no ha terminado. Y aunque es insustituible, eso no lo puede negar nadie, resulta interesante tener siempre a mano alguna de  las mejores alternativas económicas al aceite de oliva según el uso que vayamos a darle a cada tipo de grasa:

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• En crudo: Para aliñar ensaladas y platos que requieran aceite sin cocinar, el aceite de oliva virgen extra y otros aceites aromáticos como el de nuez o semillas de calabaza son ideales. Si se trata de preparar salsas como mayonesa, se puede combinar el aceite de oliva virgen extra con aceites más suaves como el de girasol, soja o colza.
• Para freír o saltear: En frituras, es crucial elegir un aceite que resista las altas temperaturas sin degradarse. El aceite de oliva refinado, girasol alto oleico o aceite de orujo de oliva son opciones ideales y económicas. Estos aceites mantienen su estabilidad y sabor neutro al cocinar. Además, se recomienda la utilización de la freidora de aire.

• Para hornear: Al hornear, es esencial utilizar un aceite resistente a los cambios de temperatura y con sabor neutro. El aceite de girasol alto oleico es la elección recomendada por la OCU, o también se puede optar por aceite de oliva más económico.
• Otras grasas: En algunas recetas, es posible sustituir el aceite por mantequilla o nata, que añaden sabor y textura. La mantequilla es perfecta para salsas cremosas y repostería, mientras que la nata es una alternativa animal recomendable en ciertos casos.

El presupuesto importa, pero la salud está por encima de todo

La OCU recalca en su artículo, si bien las grasas son necesarias en la dieta, no deben consumirse en exceso. Aseguran que "el aceite de oliva virgen es igual de saludable que el virgen extra; la gran diferencia está en el aroma, el sabor y el precio, que puede ser mucho más barato". 

Ante la realidad de los altos precios del aceite de oliva, explorar alternativas saludables y económicas puede ser una decisión inteligente para el bolsillo y la salud. 

En conclusión, el aceite de oliva virgen extra seguirá siendo un componente valioso en la cocina, pero las alternativas mencionadas ofrecen opciones versátiles y asequibles para distintos tipos de preparaciones culinarias y sobre todo, presupuestos.