Que las freidoras de aire o air fryer son los electrodomésticos de moda, está fuera de toda duda. De un tiempo a esta parte se han popularizado (en parte gracias a la gran cantidad de gente que comparte recetas a través de redes sociales) hasta parecer imprescindibles en cualquier cocina. 

Pero, ¿son en realidad tan fantásticas las freidoras de aire? ¿Todo en ellas son ventajas? Como suele ocurrir en estos casos, y partiendo de la base de que estos aparatos ofrecen beneficios, por supuesto, también tienen sus inconvenientes, que a veces parece que nadie comenta, y que las hacen salir perdiendo si las comparas con los hornos y sartenes de siempre. 

Freidoras de aire, el electrodoméstico de moda

Es complicado recordar un fenómeno relacionado con los electrodomésticos de cocina complementarios como el que han supuesto las freidoras de aire. Quizá, en cierta manera, sucedió algo similar con los llamados robots de cocina hace unos años, pero hasta donde la memoria alcanza, no parece que estos lograsen tanta popularidad, menos aún en Internet. 

Las freidoras de aire permiten, como seguramente sepas, cocinar una gran variedad de platos sin necesidad de utilizar aceite (que no es que esté precisamente barato), son más sanas, ya que los alimentos que se cocinan en ellos no resultan tan grasos, y pueden programarse, entre otras cosas. Pero claro, también hay una parte menos recomendable o eficiente, que suele obviarse.

Freidora de aire, horno o vitrocerámica: ¿Cuál es la forma más barata de cocinar?

Para empezar, está la acrilamida, la sustancia química que puede formarse en alimentos durante la cocción a altas temperaturas. Aunque las freidoras de aire reducen la cantidad de aceite, no eliminan por completo la formación de acrilamida. Algunos estudios sugieren que las freidoras de aire pueden generar incluso niveles significativos de esta sustancia. 

Además, aunque las freidoras de aire suelen considerarse más difíciles de limpiar en comparación con las freidoras tradicionales, algunas partes internas pueden ser difíciles de acceder y limpiar a fondo. Las resistencias y el ventilador, por ejemplo, tienden a acumular grasa y residuos con el tiempo, y no puede decirse que sea sencillo acceder a ellos para limpiarlos. 

Otros inconvenientes de las freidoras de aire

Mucha gente también tiene en cuenta un aspecto antes de adquirir una freidora de aire: las limitaciones que estas presentan con respecto a su temperatura máxima. 

Para cocinar según qué alimentos, el hecho de que estos electrodomésticos estén limitados en este sentido puede resultar un inconveniente. Sobre todo para conseguir sabores típicos o resultados crujientes.

Y por último está el tema de su capacidad. Es evidente que las freidoras de aire tienen un espacio limitado, que puede ser adecuado la mayoría de las veces cuando una persona cocina para sí misma, o incluso para una pareja, pero que puede volverse un problema si tienes una familia más o menos numerosa, o pretendes cocinar para invitados. 

Con todo esto no se quiere decir que haya que demonizar a las freidoras de aire, que pueden ser estupendas para algunos, pero quizá no para otros. Simplemente, antes de hacerte con un tipo de electrodoméstico u otro, es importante conocer todos los pros y los contras, y después elegir lo que mejor se adapte a ti.