Las aguas continúan bastante removidas en Amazon. Recientemente y gracias a Business Insider, se ha podido conocer que el CEO de Amazon, Andy Jassy, ​​ha criticado a los trabajadores remotos de la empresa por su inconformidad con regresar a la oficina.

Contextualizando, la compañía ha establecido un mandato de regreso a la oficina (RTO) que está generando grandes tensiones y llevando a algunos empleados a renunciar. Según CNBC, varios de ellos ya han expresado su descontento con esta nueva política y han optado por irse al paro y buscar otro empleo.

Sin embargo, aquellos que aún resisten en Amazon, no se están conformando con estas nuevas obligaciones, entre las que se incluyen reorganizar sus vidas y sus familias para cumplir con este nuevo requisito: trasladarse a ciudades como Seattle, Nueva York, Austin, Arlington para poder acudir a algunas de las oficinas centrales de esas zonas.

Según las directrices, se espera que los trabajadores remotos hayan completado su traslado a un centro principal para la primera mitad de 2024, aunque se habla de beneficios para aquellos que decidan dar el paso.

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Ante la respuesta de unos y las quejas de otros, Jassy supuestamente indicó que aquellos que no estén dispuestos a cumplir con el mandato de la oficina de la empresa deberían considerar buscar trabajo en otro lugar.

"Vamos a regresar a la oficina al menos tres días a la semana"

Según Business Insider, este concretamente dijo: "Ya pasó el momento de estar en desacuerdo y comprometerse... y si no puedes estar en desacuerdo y comprometerte, también lo entiendo, pero probablemente no te funcione en Amazon porque vamos a regresar a la oficina al menos tres días a la semana".

"No está bien que todos nuestros compañeros estén tres días a la semana y que la gente se niegue a hacerlo", continúa.

Sin embargo, uno de los grandes problemas y quejas radica en que precisamente Andy Jassy aseguró que el trabajo remoto (teletrabajo) sería permanente, lo que llevó a algunos empleados a mudarse a lugares más baratos y tranquilos, de ahí esta frustración por parte de miles de empleados.

Pese a todo esto, parece que ha cambiado rotundamente de opinión y no está dispuesto a que ningún empleado discuta sus decisiones. Además, y con el objetivo de que esta nueva normativa se cumpla, ha estado rastreando a los empleados estadounidenses que no se presentan con suficiente frecuencia en la oficina desde al menos mediados de agosto.