MSI P65 Creator, análisis y opinión

MSI, una compañía acostumbrada a lanzar ordenadores para jugones, quiere conquistar a un nuevo tipo de usuario, el profesional. Los profesionales de la imagen, muchas veces, no encuentran la potencia necesaria para el desempeño de su profesión en ordenadores portátiles con un diseño cuidado y deben optar por un sobremesa o por un portátil gaming.
Así, MSI ha creado este P65 Creator como una herramienta para profesionales, un portátil cargado con lo último en hardware para editar vídeo e imágenes y que, por mucho que la compañía diga que es un PC creado para profesionales, podemos usar para jugar.
El MSI P65 Creator es el portátil gaming más elegante de la temporada, ya que no hay ni rastro de colores negros ni de iluminación con millones de colores. Sin embargo, tiene hardware de sobra para jugar en configuración alta/ultra y una pantalla que hará las delicias de los profesionales de la imagen.
MSI P65 Creator 8RE | |
---|---|
Dimensiones | 35,7 x 24,7 x 1,79 cm |
Peso total | 1,88 kg |
Sistema Operativo | Windows 10 Home Edition |
Procesador | Intel Core i7-8750H 2,2 GHz / TurboBoost 4,1 GHz |
Memoria RAM | 16 GB DDR4 a 2.400 MHz |
Disco duro | 1 TB SSD NVMe |
Tarjeta gráfica | Intel UHD 630 NVIDIAGTX 1060 de 6 GB GDDR5 |
Tamaño de pantalla | 15,6'' IPS-Level (TN) |
Resolución de pantalla | 1.920 x 1.080px |
Conectividad inalámbica / redes | Bluetooth 5.0 802.11ac Wi-Fi+ |
Conectores de datos / A/V | 1 x USB Type-C Thunderbolt 3 / 3 x USB 3.1 / 1 x RJ45 / 1x HDMI / 1 x Mini-DisplayPort |
Precio | Desde 1.800 euros |
Si queréis descubrir cómo rinde, acompañadnos en nuestro análisis del MSI P65 Creator, un portátil que puede marcar tendencia.
El portátil gaming más elegante con un acabado - muy - agridulce
Salta a la vista que MSI quiere distanciarse del diseño más ''gaming'' que tienen sus portátiles para llegar a un nuevo tipo de usuario. El P65 Creator está enfocado al público profesional que trabaja con imagen, tanto editores de vídeo como de foto, de ahí la calibración de su pantalla, de la que hablaremos a continuación.

Los equipos gaming se caracterizan por un color negro y la presencia de iluminación RGB, y eso es algo que MSI ha cumplido a rajatabla en todas sus familias a lo largo de varias generaciones. El P65, sin embargo, llega en dos colores, blanco para la edición limitada y plata para la ''normal'' (que es la que nosotros tenemos) para conseguir ese aspecto más profesional y serio.
Nos encontramos con un portátil muy sobrio en este sentido, donde solo tenemos el logo de MSI (el dragón) impreso en la carcasa superior. Si abrimos la pantalla podemos ver unos marcos realmente delgados que ayudan a que las 15,6 pulgadas de la pantalla entren en el cuerpo de un equipo de 14 pulgadas. Además, los biseles de la pantalla están acabados en aluminio cromado, un toque muy elegante.

Si nos fijamos en la base, tenemos el teclado y un touchpad con un buen tamaño (y lector de huellas integrado en él). En los laterales tenemos las conexiones y las salidas de aire. Y es que, MSI se distingue por sus sistemas de disipación, tanto en portátiles como en tarjetas gráficas, y aquí tenemos el sistema de triple ventilador que vemos en otros equipos de la casa.
En ambos laterales tenemos una salida de aire y en la parte trasera también vemos dos ranuras por las que se expulsa el calor. Hablando de conexiones, en la parte izquierda tenemos dos USB 3.0, entrada y salida de audio y micrófono y el RJ45 para Ethernet.

En la parte derecha tenemos el USB Tipo-C Thunderbolt 3, el HDMI, un Mini-DisplayPort y la toma de corriente, además de otro USB 3.0.

Si damos la vuelta al portátil, podemos apreciar un generoso sistema de absorción de aire y una configuración de gomas para apoyar el equipo que resulta bastante inusual. Para empezar, no son de goma, por lo que resbalan bastante en según qué superficie. Además, la posterior es alargada, con protuberancias en los laterales, pero hundida en la parte central. Esto mejora el transporte y, además, maximiza el flujo de aire frío por debajo del PC. Una buena idea por parte de MSI.

Todo el portátil está acabado en aluminio y el diseño da la sensación de ser muy premium, además de resultar realmente bonito, pero... no es oro todo lo que reluce. Y es que, en una decisión que no llego a comprender, en la parte del teclado tenemos una especie de lámina de aluminio que cubre tanto la parte superior como los laterales. Esta fina ''chapa'' no está del todo bien unida al resto del equipo, y es algo que se nota en juntas con un acabado irregular.

Es una decisión de diseño cuestionable, ya que no aporta nada al conjunto del portátil y, además, en un PC como este, que ronda los 1.800 euros, no es algo que quede bien. Si pasamos por alto este detalle, es un portátil con un diseño inmaculado, pero MSI no ha sabido ''rematar'' con unos acabados top en sintonía con el resto del equipo.

Lo que es indiscutible es que se trata de un portátil muy, muy ligero y sorprendentemente delgado (1,8 kg y 18 mm de grosor), por lo que resulta muy cómodo de transportar tanto en la mano como en una mochila.

Pantalla IPS-Level, panel TN dopado que da la talla
Como pasa en la mayoría de portátiles, hay diferentes modelos. Los fabricantes lanzan equipos que parten de la misma base y que suelen compartir procesador, pero la RAM, la GPU y el almacenamiento suelen variar para ajustar el precio. En esta ocasión, también cambia la pantalla.
Y es que, hay dos modelos base de P65, el Prestige y el ''normal''. Ambos cuentan con una pantalla IPS-Level (ahora entraremos a ver qué es eso), pero mientras la del Prestige está calibrada de fábrica y tiene una frecuencia de 144 Hz, el base tiene pantalla sin calibrar y a 60 Hz. Eso sí, la representación de los colores es acertada (y MSI ha instalado un software para cambiar dicha calibración). La resolución es FullHD, 1.920 x 1.080 y la densidad de píxeles es la clásica en estos casos, 141 ppp.
Como decimos, la pantalla es IPS-Level y cubre el 90% del espectro sRGB. Los colores son vibrantes y tanto los más intensos como los negros se ven realmente bien. Además, no hay fugas de luz, pero sí cambio de color cuando miramos la pantalla desde ángulos acusados. Y es que, no es un IPS ''de verdad''.
MSI utiliza desde hace un tiempo el término IPS-Level para calificar sus pantallas. Se trata, básicamente, de un panel TN mejorado para abolir los problemas de este tipo de paneles, además de contar con unos colores más intensos, cercanos a los de un panel IPS. Con esto se consiguen mejores colores que en un TN, pero sin los problemas de fugas de luz de los IPS y, además, una mayor tasa de Hz.

Y... ¿cómo responde? Realmente bien. Hemos probado el MSI con todo tipo de aplicaciones, desde retoque fotográfico hasta videojuegos de todas clases (como ahora veremos) y destaca el balance de blancos, la fiabilidad de los colores y lo bien que se porta en cualquier situación.

La pantalla es mate, por lo que no hay reflejos, aunque el brillo sí es algo escaso. De todos modos, para trabajar en un interior, la pantalla del MSI P65 Creator es fantástica. Solo se echan de menos los 144 Hz del ''Prestige'' para jugar, pero aún así, tenemos un gran panel con buenos tiempos de respuesta, fiabilidad de colores y homogeneidad del brillo.
Eso sí, por poner una pega a la imagen, se echa en falta una definición QHD. Y es que, si es un portátil para profesionales, necesita un empujón en lo que a resolución se refiere, y los 1.440p le habrían sentado como un guante, aunque el rendimiento en juegos hubiera sido algo peor.

Rendimiento fuera de toda duda para trabajar y jugar
Y... ¿qué alimenta esta pantalla? Como decíamos al principio, aunque se vista de seda, sigue siendo una bestia. El P65 Creator está enfocado al uso profesional, tanto la edición Prestige como el resto de modelos (aunque el que viene con la GTX 1050 Ti llegará menos, claro está).
Tenemos uno de los procesadores de última generación de Intel, el Intel Core i7-8750H, un procesador de seis núcleos y doce hilos a una frecuencia base de 2,2 GHz y un boost de 4,10 GHz. El pack lo redondean 16 GB de memoria RAM a una frecuencia de 2.400 MHz y la GTX 1060.

Como siempre, vamos con la ronda de pruebas sintéticas para que podáis ver el rendimiento del equipo en este tipo de test:
Test | Puntuación |
---|---|
GeekBench | 4.755 puntos single-core 17.977 puntos multi-core |
GeekBench OpenCL | 21.012 puntos Intel UHD 620 117.898 puntos GTX 1050 4 GB |
Cinebench R15 | CPU: 1.022 puntos OpenGL: 102,31 fps |
PC Mark 10 | 4.952 puntos |
3D Mark Time Spy | 3.559 puntos |
Crystal Disk Mark | 3.140 MB/s secuencial de lectura 1.843 MB/s secuencial de escritura |
El rendimiento del equipo está fuera de toda duda, siendo capaz de sacar pecho en cualquier escenario. En edición de vídeo, edición de fotografías por lotes (con scripts para redimensionar lotes), tareas ofimáticas, reproducción de contenidos y videojuegos (que ahora veremos con detalle) el MSI P65 Creator se comporta a la perfección.
El responsable de garantizar una experiencia muy fluida es el SSD que, junto al resto de componentes nos permiten disfrutar de ese funcionamiento tan fluido que tiene el resto del equipo.

Es agradable ver que, como era de esperar, MSI no ha descuidado la elección del hardware, por lo que no vemos patas cojas en esta ocasión y todo, desde el procesador hasta el SSD, pasando por la cantidad y velocidad de RAM, funcionan en sintonía. Y, claro está, la GPU.
Pero... ¿sirve para jugar el MSI P65 Creator? Sí, y de qué manera.
Rendimiento gaming
Como ya sabéis, y como hemos dicho, MSI hace hardware y equipos para jugar. Están especializados en el gaming y, por eso, hemos querido poner a prueba el equipo con nuestro arsenal habitual de videojuegos.

La GTX 1060 de 6 GB es una de las mejores tarjetas de gama media para jugar. Puede con cualquier juego en configuración alta en 1.080p y, además, excepto en las últimas novedades, tenemos los 60 frames por segundo asegurados.
Junto a los 16 GB de RAM y el Intel Core i7 de octava generación, la GTX 1060 logra unos magníficos resultados en juegos.
Juego | FPS de media |
---|---|
DOOM | 165 / 120 estables |
Overwatch | 75 |
Destiny 2 | 48 |
StarCraft II | 102 |
Gears of War 4 | 75 / 60 estables |
The Witcher 3 | 49 |
StarCraft II y Overwatch son dos clásicos en nuestras pruebas por cómo utilizan la GPU y la CPU y, como veis tanto en la tabla como en los siguientes vídeos, se mueven a la perfección.
De hecho, el tener una pantalla bloqueada a 60 Hz nos permite subir algunos parámetros a ''ultra'' para poder conseguir más detalle sin que la GPU sufra y baje de los 60 fps.
En juegos como Doom 3 con parámetros en alto y ultra rozamos la absurda cantidad de 200 frames por segundo, y podríamos jugar en ultra sin problemas a la tasa de refresco de la pantalla. Destiny 2 es otro juego que se porta muy bien en el portátil, aunque por la configuración de este último, es complicado lograr los 60 fps en todo momento en alta/ultra.
Si vamos a juegos punteros, como Gears of War 4 o The Witcher 3, podemos jugar con los parámetros gráficos o Hairworks (en el caso de The Witcher 3) para conseguir una tasa estable tanto a 30 como a 60 fps con una muy buena calidad de imagen.
Además, como siempre, pasamos el benchmark de Gears of War 4 donde se detallan las diferentes opciones gráficas configuradas para que veáis dónde se sitúa el equipo:

Así que, sí, si no queréis un portátil gaming llamativo y os gusta este MSI P65 Creator, podéis jugar con él a la perfección sin renunciar a nada y, además, disfrutando de una gran disipación gracias al sistema CoolerBoost Trinity.
Temperaturas y CoolerBoost Trinity
La temperatura es un problema en cualquier dispositivo portátil, y hasta que no lleguen los chips en 7 nanómetros, es algo que no va a cambiar. Sin embargo, hay portátiles que capean mejor el temporal.
En este caso, como decimos, tenemos un sistema de disipación propio de MSI, el CoolerBoost Trinity. Básicamente, se trata de un sistema de triple ventilador y cuatro salidas de aire. La GPU tiene dos ventiladores activos y la CPU uno.

Esto se traduce en una GPU que mantiene bastante bien la temperatura por debajo de los 75º en la inmensa mayoría de ocasiones, pero la CPU no corre la misma suerte. Los últimos chips de Intel no son lo frescos que a la compañía le hubiera gustado, y esos seis núcleos... se notan.
¿Qué significa esto? Que la CPU funciona a una temperatura bastante mayor que la GPU (algo que no es nada anormal), y es fácil verla a algo más de 90º. A continuación, os dejamos la tabla de temperaturas máximas alcanzadas en cada juego:
Juego | Temperatura GPU máxima | Temperatura CPU Máxima |
---|---|---|
DOOM | 78º | 93º |
Overwatch | 74º | 82º |
Destiny 2 | 82º | 89º |
StarCraft II | 78º | 93º |
Gears of War 4 | 81º | 85º |
The Witcher 3 | 75º | 91º |
La buena noticia es que el equipo no es ruidoso cuando está al máximo y, además, no hay presencia del temido throttling (cuando el procesador se calienta por encima de lo recomendable y baja la frecuencia de forma automática para disipar el calor, afectando al rendimiento).

Teclado que está un paso por detrás de la familia MSI
El teclado en un portátil es una pieza fundamental, y el touchpad, si pasamos mucho tiempo alejados de una mesa, también es algo imprescindible. Contar con una pareja de buena calidad nos garantiza una buena experiencia, y afortunadamente eso es lo que nos encontramos.

Empecemos con el touchpad. Y es que, a diferencia de lo que nos solemos encontrar en un fabricante con Windows, el touchpad del P65 tiene una calidad más que notable. Es agradable al tacto, el recorrido y tamaño son buenos y resulta muy preciso. Además, tiene un buen sistema de bloqueo automático. Nada que objetar en este sentido.

El teclado también cumple. Está firmado por Steelseries, socio de MSI, pero la sensación es que no llega al nivel de los teclados que el fabricante monta en los portátiles gaming.
Es decir, para escribir, es un teclado más que solvente, pero el acabado plano de cada tecla y un rebote no tan satisfactorio como debería deja este teclado un escalón por debajo de otros de otras marcas... y de la propia MSI. Y, cuando buscas competir con las marcas más exquisitas al lanzarte al mercado profesional, es algo que no te puedes permitir. Por cierto, tiene retroiluminación en color blanco.

Sonido no tan cuidado como el resto del equipo
Algo parecido pasa con el sonido. El sonido en un portátil de oficina es algo que no es demasiado relevante, básicamente porque están condenados al uso de cascos. En un equipo como este, sin embargo, sí, se agradecen un par de buenos altavoces, y aquí, los tenemos.
La calidad de los altavoces en los graves, medios y agudos es más que buena. De hecho, el rendimiento en graves es sorprendente. El problema es la resonancia. Por el propio diseño de los portátiles, desde hace unos años se ha optado por colocar los altavoces en la parte delantera inferior del equipo para utilizar la superficie de apoyo como superficie en la que rebote el sonido.

Cuando eso lo haces en un equipo en el que los altavoces están a unos 60º de la superficie, consigues que el sonido rebote de manera exitosa y eficiente. Sin embargo, en este caso tenemos los altavoces colocados de manera horizontal a la superficie, lo que significa que el sonido rebota contra dicha superficie... y vuelve a los altavoces, sin generar la amplitud que consiguen otros sistemas.
Esto provoca que, aunque el sonido que emiten los propios altavoces sea muy bueno, no sea esa nuestra sensación, ya que nos llega de forma deficiente. Así que, en este caso, si podemos conectar unos cascos buenos para disfrutar del contenido multimedia, mejor.
Autonomía y software propio
Y llegamos al punto conflictivo del análisis del MSI P65 Creator, y de casi cualquier portátil, realmente. La batería de los portátiles está lejos de ser el punto fuerte de los equipos, con honrosas excepciones, pero hay buenas noticias en este caso.
Pese al procesador con un TDP de 45 W (que lo aleja de la calificación de ''bajo consumo''), una GPU dedicada, tres ventiladores y RAM DDR4 (y no LPDDR), tenemos unas cinco horas de batería con Chrome, varias pestañas y Spotify reproduciendo música, con un uso esporádico de Photoshop para reducir imágenes.

Es una cifra respetable que se debe a la enorme batería de 82 Wh que monta. Jugando, eso sí, se reduce la duración de la batería, unas dos horas al máximo nivel, y debido a la tecnología Max-Q de Nvidia, la tasa de fps de cualquier juego baja a 30 fps cuando nos alejamos de la corriente.
La carga es de unas dos horas y media / tres, bastante larga debido a la capacidad de la batería, pero se agradece que nos permita estar más de media jornada de trabajo lejos del enchufe.
Sobre el software, nos encontramos Windows 10 preinstalado y algunas aplicaciones útiles de MSI. Por un lado, la que nos permite calibrar el color de la pantalla (algo muy simple que, además, se hace mediante ajustes predefinidos).

La otra es el Dragon Center para liberar memoria y monitorizar la CPU, RAM y GPU. Y, vaya, es una muestra más del ADN gaming que tiene este portátil.

MSI P65, un lobo con piel de cordero
Llegamos al final del análisis del MSI P65 Creator con un buen sabor de boca. El rendimiento está fuera de toda duda tanto en aplicaciones profesionales de edición de vídeo e imagen como en juegos. El portátil es, básicamente, un portátil gaming ''vestido de gala'', sustituyendo el color negro habitual y la iluminación RGB por un color plateado que le sienta de maravilla a un precio que parte de 1.800 euros.
La elección de componentes es equilibrada y es un portátil que destaca por la velocidad y fluidez. El teclado (sin ser el de los portátiles gaming de la casa) no está nada mal y el touchpad sorprende por su desempeño. Además, la pantalla brilla con luz propia gracias a una buena calibración y a ese panel IPS-Level que no se porta mal en todo tipo de situaciones.

Sin embargo, la nota agridulce la pone un diseño que parece poco cuidado en lo que a acabados se refiere, lejos de Apple, por supuesto, pero también de portátiles que no cuentan con aluminio entre sus materiales principales (un Thinkpad, sin ir más lejos), pero que sí dan la sensación de ser premium.
Pese a esto, si necesitáis la potencia de un portátil gaming, pero no os gusta esa estética, MSI tiene la respuesta: el P65 Creator.
Nuestra valoración
Lo mejor
- Rendimiento muy bueno para 1080p60
- Disipación y nivel de ruido
- Calidad de imagen
- Peso y tamaño
Lo peor
- Los acabados del equipo no están a la altura
- No siendo IPS, una pantalla con más Hz
- Colocación de altavoces
- Teclado por debajo de lo esperado
Descubre más sobre Alejandro Alcolea Huertos, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.