Samsung Galaxy Z Fold 4, análisis y opinión

Tras más de una semana con el Galaxy Z Fold 4 como mi móvil principal, creo que ya estoy listo para decir que, aunque me gustaba más el concepto del Flip (que fue el que analicé el año pasado), mi percepción ha cambiado por completo.

Y es que, he descubierto la comodidad de tener un móvil y una tablet en un mismo dispositivo, que me quepa en el bolsillo y que sea cómodo de usar en cualquier situación. Hay que tener muy claro que necesitas un dispositivo así, ya que es caro -1.800 euros-, pero es un concepto que sigue siendo único en occidente.

Y es que, aunque en China hay opciones como el Huawei Mate XS2, el Oppo Find N -que analizamos hace unos meses- o el Xiaomi Mix Fold 2, en occidente la que reina en los plegables es Samsung. Y vamos con la review de su plegable tipo libro.

Apartados del análisis del Samaung Galaxy Z Fold 4:

• Diseño: novedades tan escasas como bien recibidas
• Pantallas: una externa más útil con una interna que es la frágil joya de la corona
• Rendimiento: el nuevo Snapdragon se porta algo mejor y el dock cambia la experiencia
• Batería: carga rápida lenta y un día de uso sin problemas
• Cámaras: las mismas que en el S22+ con un buen telefoto y una cámara invisible muy regular
• Conclusión: sin competencia es complicado dar grandes pasos adelante, pero sigue siendo el rey

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Review Samsung Galaxy Z Fold 4 (15 imágenes)

Diseño con novedades tan escasas como bien recibidas

Aunque todos los apartados son importantes en un móvil, en ocasiones hay algunos que sobresalen y, en este caso, son la pantalla y el diseño los que marcan la experiencia. 

En diseño no es una revolución ni algo tan espectacular como el recién presentado Xiaomi MIX Fold 2. El de la compañía china tiene un grosor espectacular y unos marcos extremadamente delgados, pero Samsung, aun manteniéndose conservadora, ha metido tijera.

Estoy convencido de que Samsung usará una bisagra similar a la de Xiaomi para el Fold 5, pero mantener la actual permite que el Fold 4 siga siendo resistente al agua con certificación IPX8.

No lo sumerjas, ya que la garantía no te cubre, pero si lavas los platos, las manos o te duchas y lo coges con las manos mojadas, no le pasará nada. Si lo tienes que sacar en un día lluvioso, puedes estar tranquilo, pero ojito con llevarlo a la playa.

Y es que, todavía no es resistente al polvo y este elemento puede hacer que la bisagra se empiece a deteriorar, así que ten cuidadito con esto. Y con la pantalla interior también deberías tener miramientos, ya que al plegar el móvil sigue quedando un hueco por el que pueden entrar partículas que rayen la pantalla de plástico.

Pero bueno, como digo, también hay mejoras y la bisagra me parece más firme que la de la generación anterior tanto para abrirla como para cerrarla y, además, tenemos unos marcos más delgados tanto en la pantalla interior -lo que confiere un aspecto más premium- como en la exterior.

Este adelgazamiento en la zona izquierda exterior es de lo más conveniente porque permite, junto a la relación de aspecto de la pantalla cuando está plegado, usar de forma muy cómoda el móvil con una sola mano.

Sigue teniendo unos marcos importantes tanto fuera como dentro, pero se nota el esfuerzo de Samsung para hacer que sean más delgaditos. Además, pesa 263 gramos, un poco menos que la generación anterior, y eso también se nota en el día a día.

Tenemos el sensor de huellas en uno de los laterales y responde genial, aunque he notado que tienes que tener el dedo muy bien colocado para que lo pille bien, no me ha parecido como el de un Xiaomi, que suelen ser excelentes, tienes varios micrófonos en el los laterales de aluminio y un acabado trasero que no atrapa las huellas y un módulo de cámaras que sobresale bastante.

Si dejas el móvil plegado en una mesa y tecleas algo, va a bailar bastante, pero bueno. Esto se puede solucionar con fundas, pero no hemos podido probar ninguna (aunque como tendré el móvil durante un año, compraré una para evitar accidentes).

Y, al final, no deja de ser un móvil grueso cuando está en el bolsillo, pero es que la gracia de esto está en que la experiencia que te permite tener no tiene nada que ver con la que te puede dar un Flip 4 o cualquier otro móvil convencional.

Una pantalla externa más útil con una interna que es la frágil joya de la corona

Antes de ver la experiencia, vamos con los numeritos. La pantalla exterior tiene una diagonal de 6,2”. Cuenta con resolución HD+ -2.316 x 904 píxeles- y el panel es Dynamic AMOLED 2X con tasa de refresco de 120 Hz y protección Gorilla Glass Victus+.

Esta es de cristal y, pese a la resolución HD+, no tengo queja por la densidad de píxeles debido al formato de la misma, siento 23,1:9. Es muy, muy alargada y la densidad creo que es adecuada.

Si nos vamos a la interior, ya sabes que es de plástico con panel Dynamic AMOLED 2X de 7,6” con una resolución de 2.176 x 1.812 píxeles. Tiene una buena densidad, un tamaño espectacular en un formato más cuadradote y también cuenta con tasa adaptativa de hasta 120 Hz.

El brillo de ambas pantallas es muy, muy bueno para ver contenido a plena luz en exteriores y lo cierto es que la experiencia con las dos pantallas tiene su miga.

La exterior me ha parecido más útil de lo que creía -como te dije en la intro, yo soy de Flip, o lo era- porque puedes ver apps como Twitter o Vero de manera supersencilla, así como webs de compras o aplicaciones como Telegram de manera muy cómoda.

Para escribir me encanta porque puedo hacerlo con una sola mano sin sentir que el móvil se va a caer (con el iPhone 13 Pro Max o móviles de ese tamaño siempre tengo que escribir con ambas manos porque el pulgar no me llega).

Vas a poder ver vídeos y la pantalla tiene calidad. De hecho, en mis impresiones decía que no podía poner YouTube a pantalla completa en la unidad que tuve entre manos, pero en esta versión final sí se puede, aunque vas a perder muchísima imagen.

Pero claro, si quieres ver vídeos, lo mejor es abrir el dispositivo para desplegar la imponente pantalla interior. Me he visto series y muchísimos vídeos durante esta semana porque, al final, es una tablet mini, así que la experiencia es muy buena.

La zona del pliegue se sigue viendo, aunque si miras la pantalla desde un ángulo perpendicular, lo cierto es que pasa bastante desapercibida y tenemos la cámara frontal bajo la pantalla que, si bien es cierto que la encuentras si la buscas, en el día a día pasa totalmente desapercibida. 

Si te digo la verdad, la menos en mi uso, si no estuviera… me daría igual porque la calidad es pésima, pero bueno.

Pero pese a todo lo que me gusta esta pantalla interna, siempre voy con cuidado porque tengo claro que no está hecha para durar. Primero porque ya hemos visto marcas de uñas tras las impresiones de hace unos días, con algunos usuarios que las marcaron a propósito de forma bastante fácil.

Segundo porque la experiencia de estos años nos habla de pantallas que, a los pocos meses, tienen marcas como mínimo, pero también problemas serios en la zona de un pliegue que se sigue notando al tacto.

Lo bueno de esto es que, dentro de seis meses volveré a hacer un análisis del Fold 4 para contarte mi experiencia y ver, en ese punto, cómo tengo la pantalla tras usarlo como móvil ya no principal, sino secundario con una SIM alternativa.

Pero bueno, al final, y pese a esta pega que no deja de ser importante en un móvil de este precio, me ha flipado, así de claro, la experiencia de uso de este teléfono. Y eso viene marcado por la pantalla interior, el software y, claro, el hardware.

El nuevo Snapdragon se porta algo mejor y el dock cambia la experiencia

Parece que Samsung, por fin, va a decir adiós a sus procesadores Exynos y eso es motivo de celebración, pero también hay que alegrarse porque el nuevo SoC de Qualcomm, el Snapdragon 8+ Gen 1 que tenemos entre manos, ha sido fabricado por TSMC y no por Samsung, como la generación anterior.

Es un chip más potente, pero sobre todo, más eficiente, algo que se nota tanto en la gestión de temperatura como en el consumo de batería. Aquí tenemos 12 GB de RAM y te voy a dejar un par de tablas:

La primera es la de los test sintéticos que me dan bastante igual en el día a día, pero que me permiten ver que el SoC no está limitado en rendimiento, o al menos no lo parece:

La segunda es la de la velocidad de la memoria. Tenemos unos buenos datos excepto en la velocidad de escritura, algo que se nota al instalar apps pesadas o addons de juegos de un par de gigas.

No entiendo por qué las memorias de Samsung casi siempre flaquean en este aspecto, la verdad, siendo los coreanos unos de los principales productores de este tipo de componentes.

Pero bueno, lo importante más allá de los numeritos es que la experiencia durante esta semana ha sido perfecta. Como siempre te digo, este es mi caso y puede que algún compañero haya tenido problemas, pero no ha sido así en mi unidad.

Con apps pesadas, con juegos, con el día a día y la multitarea, todo ha salido a pedir de Milhouse. Hay estrangulamiento térmico en juegos como Genshin Impact, sí, y el móvil se calienta jugando a títulos exigentes, pero no es el drama del Snapdragon 8 Gen 1.

Dicho esto, en el día a día me parece una de las mejores experiencias que puedes tener porque todo va superfluido y porque la pantalla interior es mucho más útil que antes. Y ya es decir.

Gestionar la multitarea es supersencillo, ya que lo único que debemos hacer es arrastrar apps a los lados de la pantalla o a las esquinas y jugar con sus dimensiones. Todo se mueve fluido y encontrar estas apps es muy fácil gracias a un nuevo dock.

Samsung, de manera muy inteligente, ha unido DeX -su sistema de escritorio que se activa, y se sigue activando en este Fold 4, al conectar el móvil a una pantalla por USB-C- con el Android “de móviles” gracias a un dock en el que podemos colocar apps y que también deja hueco para las últimas apps usadas.

Este dock está siempre presente si tenemos la navegación con botones digitales, pero si tienes la navegación por gestos, con un simple deslizamiento de dos dedos de abajo a arriba, aparece. Yo encuentro más cómodo que esté siempre disponible, ya que así puedo ser más eficiente en la multitarea.

Y además, tienes la barra Edge por si la quieres usar. Yo la he dejado, pero lo cierto es que no la he personalizado porque, teniendo el dock, me parece redundante. Pero bueno, ya digo que la experiencia me ha encantado y es un móvil tremendamente útil no solo para altos ejecutivos con muchas pantallas y blablabla, sino para cualquier tipo de usuario.

Por otro lado, hay apps que están muy optimizadas para usar el móvil doblado, como si fuera un portátil. Es el “modo Flex”, como lo llama Samsung, y eso permite distintas cosas en función de la aplicación. En YouTube pone el vídeo en la parte superior y los relacionados en la inferior, en otras apps pone un teclado en la parte que apoya en la mesa y, en otras, “pinta” un trackpad digital.

Son cositas útiles que puedes no usar, pero que no estorban en absoluto y le dan una nueva dimensión a un móvil con estas características.

Y para consumir contenido, además de la genial experiencia con la pantalla, tengo que hablar de los dos altavoces. Están en los laterales, son independientes y tienen potencia y pegada en todas las frecuencias.

Se escuchan bastante alto y con claridad en medios, bajos y agudos. Poco que decir aquí, vaya, son de los mejores altavoces que he disfrutado en un teléfono móvil.

Batería con carga rápida lenta y un día de uso sin problemas

He tenido una horquilla de entre 4:40 horas y 6:25 horas de pantalla. Teniendo en cuenta el brillo de las mismas, que he usado mucho la pantalla interna y que tenemos el SoC que tenemos, me parece una autonomía más que razonable para un dispositivo de estas características.

Sobre todo, mi uso ha sido consumo de multimedia, algo de trabajo y mucho uso de cámaras y la buena noticia es que los días que me he quedado más cerca de las 5 horas que de las 6 no ha sido por usar las cámaras, sino por jugar.

Jugar sigue consumiendo muchísima batería en este SD8+ Gen 1, pero si no eres un jugón empedernido, vas a llegar al final del día sin problemas y con un 10-15% de batería.

Así que, muy contento con la autonomía, pero la carga es otro cantar. No hay cargador en la caja y la carga “rápida” es de solo 25 W con el cargador adecuado. Aquí, si no tienes uno, te tocará comprarlo aparte y, además, la carga no es tan rápida como en la inmensa mayoría de móviles que cuestan 1.200 euros menos.

Pero bueno, aunque la carga no esté a la altura, tenemos cositas de gama alta como carga inalámbrica de 15 W y la posibilidad de cargar otros dispositivos con la carga inversa de 4,5 W, como auriculares en un momento dado.

Las mismas cámaras que en el S22+ con un buen telefoto y una cámara invisible muy regular

Pero bueno, vamos a las cámaras porque se ha hablado mucho sobre este apartado en los plegables. Y es que, el precio de estos móviles es muy elevado, pero no suelen montar sistemas que consideremos “apropiados” o correspondientes a este precio.

En este caso no tenemos las cámaras del S22 Ultra, que me encantaron cuando pude realizar el análisis, sino las del S22+. Mi compañero Rubén fue quien estuvo probando ese móvil y habló muy bien del sistema, algo que he podido comprobar en primera persona con el Fold 4.

Voy a empezar con el sensor principal. Se trata de un sensor de 50 megapíxeles con el que vamos a poder tirar en resolución completa, pero también en modo automático con pixel binning dando como resultado un archivo de 12 megapíxeles.

Sinceramente, solo he tirado a 50 Mpx para hacer la prueba, ya que prefiero una foto de 12 Mpx que ocupa menos y, además, cuenta con mejoras en captación de luz gracias al pixel binning y, si quiero acercarme a un objeto, en lugar de recortar la foto de 50 Mpx, utilizo el zoom óptico.

Pero bueno, los resultados son muy Samsung, con unos colores muy vivos tanto en los verdes como, sobre todo, en los azules. Creo que gestiona muy bien tanto las altas luces con el procesado tras hacer la foto como las sombras y este procesado es muy rápido gracias al Snapdragon 8+ Gen 1. 

No es como el procesado de los Pixel 6 y su Tensor, que tarda unos segundos cuando nos metemos en la galería. Aquí ves la foto final correctamente al instante.

Tiene enfoque PDAF, estabilización óptica que funciona genial en vídeo y apertura de f/1.8. De día me parece un móvil que saca fotos para Instagram o Vero sin necesidad de retoque alguno gracias a esos colores tan vivos, pero en interior o de noche, la cosa se complica.

No me parece un móvil TOP en estos escenarios más complicados. En interior la calidad es buena siempre que haya una luz decente, pero me he encontrado que el enfoque no es todo lo bueno que debería y, de hecho, falla bastante en ocasiones.

De noche en exterior tenemos un resultado correcto, lejos de la gama más alta. Hay unas texturas que están muy lavadas, con efecto acuarela en ocasiones y creo que no gestiona bien los focos de luz.

El gran angular más de lo mismo de noche, donde sufren prácticamente todos los grandes angulares del mercado, pero de día, de nuevo, se mantiene genial gracias tanto a la calidad del mismo como al procesado de Samsung.

Es un sensor de 12 megapíxeles que cuenta con un tamaño de píxel que no está nada mal, siendo de 1,12 micrómetros, y la apertura es de f/2.2 con un angular bastante extremo, de 123º.

Y llegamos al telefoto, que es el que más me ha gustado. Es un sensor de 10 megapíxeles con apertura f/2.4, píxel de 1 micrómetro, enfoque PDAF y estabilización OIS que mantiene ese procesado típico de los surcoreanos y nos ofrece un 3x óptico.

Las fotos que consigues tienen nitidez, el desenfoque de fondo natural me gusta y creo que lo que captures va a tener mucho detalle. A lo mejor para hacer retratos no es la mejor focal porque te tendrás que alejar bastante, pero para foto de detalle en la calle me encanta.

Hablando de retratos, el modo retrato de estos Samsung es genial, con un gran detalle y un desenfoque de fondo que vas a poder editar en la galería, donde tienes un montón de opciones.

El 3x en este modo brilla mucho más que el angular principal, pero también entiendo que esto es cuestión de gustos.

Y si pasamos al selfi, de una manera bastante poco intuitiva, puedes usar las cámaras principales para hacerte un selfi mientras te ves en la pantalla externa y es lo que te recomiendo si quieres tener la máxima calidad.

Para algo más “rápido” tienes la opción de usar la cámara externa, un 10 megapíxeles f/2.2 que tiene un angular de 24 milímetros y que, creo, es más que correcto con buenas condiciones de luz.

Cuando la luz cae, empiezan a aparecer problemas en las texturas, pero creo que la calidad acompaña perfectamente.

Ahora bien, luego tenemos la cámara frontal interior. Se trata de una cámara bajo la pantalla con un sensor de 4 megapíxeles con píxeles muy grandes, de 2 micrones, pero que consigue fotos de una calidad paupérrima.

Para una videollamada en la que tengas que tener el móvil apoyado en una mesa, puede valer, pero para nada más. No tienes detalle ni con condiciones óptimas, hay brillos por doquier y las altas luces no las controla.

Por otro lado tenemos el apartado de vídeo con 8K como resolución máxima, aunque no te recomiendo usar esa resolución, sino 4K60. 

Vas a poder grabar con esta resolución en todas las cámaras (excepto en la que está bajo la pantalla, limitada a 1.080p60) y la calidad me parece excelente tanto por estabilidad en todas las cámaras como por la gestión del color y el detalle.

El enfoque es rápido, vas a conseguir vídeos de mucha calidad en cualquier circunstancia y, en esto, se sigue notando que Samsung domina la grabación de vídeo en móviles Android. Para mi, tras el iPhone, es el móvil que mejor graba vídeo. Y puede que Oppo con sus X5 también esté ahí completando el podio.

Sin competencia es complicado dar grandes pasos adelante, pero sigue siendo el rey

Y, al final, aunque odio la expresión de que algo no es para todo el mundo, realmente creo que el Fold 4 no es un móvil para todo el mundo. 

Creo que debes tener muy claro que vas a aprovechar la pantalla interna y que lo que buscas es un móvil que te permita una productividad mayor (tanto para ocio como para trabajo) gracias a la multitarea, Flex, Dex y demás.

Si no, hay otras opciones más baratas, pero si lo que buscas es lo que ofrece el Fold, sigue siendo un móvil único en el mercado de muchísimos países. Y esto es literal, ya que no tiene competencia en occidente en lo que a plegables tipo libro se refiere.

Las dos pantallas son excelentes para consumir contenido o navegar entre apps del día a día, el brillo es muy alto y vas a poder ver perfectamente en exteriores soleados (aunque la interior, por ser de plástico, refleja bastante), el sonido es una gozada y el rendimiento del SD8+ Gen 1 es fantástico.

Hay cositas que, creo, hay que mejorar, como un diseño algo más fino cuando esté plegado, pero manteniendo la protección contra el agua, eliminar el hueco que queda cuando se dobla, ya que pueden entrar partículas que rayen la pantalla, y mejorar, o eliminar, la cámara bajo la pantalla.

Y sí, no es un salto generacional respecto al Fold 3, pero sí una buena puesta a punto con novedades tan discretas como necesarias e inteligentes.

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Como digo, puede que no sea para ti, pero a mi me ha convencido para pasar del team Flip al team Fold gracias al salto en productividad que permite la pantalla de 7,6”.

¡Ah! Y repito, como nos dejarán este móvil durante todo un año, dentro de unos meses haré un análisis del Galaxy Fold 4 tras 6 meses de uso real, a ver qué tal ha envejecido y, sobre todo, si mi opinión cambia en este tiempo.