Samsung Neo QLED 8K QN900C, análisis y opinión del modelo top 8K de 2023
La compañía surcoreana tiene dos apuestas top en el mercado de TV con dos aproximaciones muy diferentes. Su modelo OLED S95C y este modelo miniLED con un panel de resolución 8K. El QN900C es una smartTV pensada para usuarios exigentes y entornos con mucha iluminación. Veamos cómo rinde este modelo de Samsung
El año pasado Samsung lanzó su primera TV OLED y con ella llegó una apuesta por esa tecnología además de sus TVs 8K con tecnología miniLED. De hecho, tiene sentido esta doble apuesta para cubrir todas las necesidades de los usuarios.
Resumen del análisis del Samsung SN900C de 65” por apartados:
- Características técnicas y especificaciones del Samsung Neo QLED 8K
- Diseño: Todo pantalla, elegancia y mando solar
- Calidad de imagen: Brillo por doquier y de los mejores controles por zona
- Software: Tizen, enfocado claramente al mundo multimedia
- Sonido: Dolby Atmos y 90w pero no todo es gloria
- Versiones, ofertas y precio del Samsung Neo QLED QN900C
- Review ¿Merece la pena comprar el Neo QLED QN900C?
Características técnicas y especificaciones del Samsung Neo QLED 8K
Todo pantalla, elegancia y mando solar
Samsung pone toda la carne en el asador con este modelo que es uno de los dos topes de gama del momento.Hablamos de un diseño de todo pantalla sin marcos. Realmente tiene un pequeño marco negro en la parte inferior.
La pantalla tiene un acabado mate antirreflejos que funciona muy bien. Teniendo en cuenta de que se trata de un modelo pensado para ambientes en los que haya mucha luz, es una solución muy inteligente.
La pantalla da el efecto de esas piscinas infinitas y es que los pixeles llegan hasta prácticamente el lateral, quedando encastrada en lo que podríamos denominar una carcasa lateral y ya. Repite el diseño de las dos generaciones anteriores.
No es un acabado rimbombante, encajaría en cualquier estancia, pero esa elegancia hace que pueda estar en cualquier habitación, salón o dormitorio siempre y cuando tengas en cuenta que solo existe en tamaños 65, 75 y 85 pulgadas.
Tiene un acabado en color titanio y esa gran pantalla se apoya usando una pata / base central. En la parte trasera puedes dejar sujeta la caja de conexiones que Samsung lleva años utilizando en sus modelos de cama más alta: One Connect Box. Esta caja tiene toda la circuitería y conexiones de entrada y salida de la pantalla.
Hablamos de 4 conectores HDMI con soporte de hasta 144 Hz, 3 USB, 1 conector ethernet, conector de antena, y salida de audio SPDIF. Esa caja se conecta mediante un único conector a la pantalla. Es un diseño que llevamos años viendo, y no hay mucha novedad al respecto.
En la parte trasera podemos observar los altavoces del pack que tiene una potencia combinada de 90W y promete compatibilidad con Dolby Atmos 6.2.4.
Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Seguramente sea la máxima que ha seguido Samsung con el diseño de este modelo, que sigue aprovechando la estética del modelo que vio la luz hace dos años y que ya heredaba ciertos puntos del modelo Q950T 8K.
Samsung sigue utilizando su mando a distancia simplificado y enfocado en el uso de contenido multimedia.
Es un mando que no utiliza batería, sino un supercondensador y una pequeña plaquita solar que mantiene su carga con la luz ambiente. También se puede cargar desde su conector USB-C.
Es un mando simple con controles direccionales y botones de acceso directo a las principales plataforma de streaming.
Es un mando que funciona por bluetooth, es decir, no tendrás que estar apuntando a la TV para que funcione.
Calidad de imagen top para ambientes iluminados
Si hay algo en lo que Samsung marcó una nueva línea de mercado en el mundo de las TVs es gracias a la tecnología QLED. Sus modelos son capaces de ofrecer una gran calidad de color, yendo mucho más allá de lo que cualquier TV LED puede ofrecer, sin lavar los colores.
Este modelo en particular, tiene además un sistema de retroiluminación miniLED con un control de más de 1.000 zonas (hemos contado casi 50 en horizontal por prácticamente 25 en vertical).
De esta manera se puede hacer un ajuste fino de la imagen y evitar ese efecto blooming o de iluminación colateral entre una parte muy iluminada y la colindante, algo notable cuando hay zonas iluminadas y zonas oscuras al lado.
Ese trabajo de ajuste se lleva a cabo de manera automática y, gracias al chip de procesado de imagen Neural Quantum Processor 8K, se pueden conseguir llevar en paralelo y en tiempo real hasta 64 objetos detectados y trackeados para poder ajustar su brillo, contraste y definición.
Es una mejora notable desde los 20 objetos del año pasado y funciona si activamos los modos inteligentes de la TV que ajustan la pantalla según los contenidos que visualizamos con Ultimate 8K Dimming Pro.
Antes de nada, efectivamente, existe ese efecto blooming, mucho más controlado, pero sigue siendo real, algo que cualquier modelo OLED no tiene. Cuando hay películas que tienen barras negras arriba y abajo, el procesador de imagen apaga completamente las zonas de las barras y se nota diferencia frente al contenido multimedia. Sin embargo cuando hay contenidos en los que hay un brillo fuerte hasta esa parte inferior, si que se filtra algo de luz.
Si eres más purista, y quieres ver los contenidos de la manera más fiel a la creada por el autor tendrás que huir de esos modos y pasar a utilizar uno de los modos calibrados. De hecho, voy a destacar un modo muy interesante para calibrar la TV, utilizando un móvil Samsung mediante SmartThings.
Puedes utilizar la cámara del móvil para detectar los distintos tonos mostrados por la TV y hacer una corrección de color a posteriori. El resultado es muy sorprendente, con un ajuste muy plano, nada exagerado y que, seguramente sirva para la mayoría de usuarios del mercado sin necesidad de caros calibradores externos. Como contra, solo funciona con móviles Samsung.
Esta TV es capaz de mostrar niveles de brillo muy elevados, llegando hasta más de 3.000 nits según Samsung y es algo que se nota, y marca diferencia, frente a modelos OLED.
Si tenemos una estancia muy iluminada, o una ventana al lado de la TV, se agradece sobremanera ese plus de brillo. Evidentemente con ese nivel de brillo, el consumo energético aumenta y también el calor desprendido por la pantalla, hemos medido un consumo pico de alrededor de 300 W reproduciendo contenido HDR con gran volumen.
En términos de brillo en contenidos HDR, esta tele se desenvuelve muy bien, como pez en el agua podríamos decir.
El nivel de brillo de las zonas iluminadas da mucha viveza a las escenas, pero como contra, solo tenemos compatibilidad con el estándar HLG, HDR10 y HDR10+ (variable entre escenas). Echamos en falta que una TV de esta gama y calidad sea compatible con Dolby Vision, otro de los grandes estándares del mercado.
Samsung ha añadido una serie de capas de difusión de la luz para evitar reflejos en la pantalla, y hacen muy buen trabajo en comparación con otros modelos del mercado.
La calidad de imagen es muy buena tanto en precisión de color como en brillo máximo además del procesado y reescalado, uno de los puntos fuertes de este modelo.
Su panel tiene una resolución 8K y los vídeos reproducidos a esa resolución son muy vívidos y detallados. Sin embargo los vídeos 4K se reescalan sin artefactos y dan una sensación muy similar. Según el ejemplo usado es complicado diferenciar un vídeo 4K de uno 8K.
En términos de FullHD ya sí que notamos algo la diferencia y si la resolución es menor, está claro el reescalado y la falta de definición del material escalado.
La pantalla tiene alto nivel de refresco de 100 Hz reales aunque puede llegar a admitir por HDMI hasta 144 Hz, algo que hemos probado con un portátil gaming. También hemos usado los modos de 4K HDR 120 fps de consolas de última generación como la Xbox One X o la PS5.
Tenemos muchas opciones de personalización de vídeo y es bueno tener las opciones para poder ajustar a nuestro gusto la imagen según los contenidos visualizados, pero en mi caso personal he acabado con el ajuste realizado en minutos con la cámara del móvil Galaxy S23 Ultra.
Tizen, el contenido multimedia y dispositivos como centro
Samsung sigue evolucionando su sistema operativo para TV y la aproximación es diferente a Android TV o a WebOS de LG. Estéticamente es distinto a lo que ofrecen esas dos alternativas.
En cuanto a funcionalidad, tenemos una aproximación enfocada en el contenido multimedia y plataformas de streaming además de dispositivos como consolas y plataformas de juegos.
Todo ello se controla con el mando que tiene cuatro accesos directos a Netflix, Disney, Prime Video y Samsung TV Plus. Estaría bien disponer de un par de botones que pudiéramos asignar a mano, del estilo de cambiar a TDT Antena 3 HD directamente o al HDMI 2 en el que tenemos nuestro settop box o consola.
En el menú principal de Tizen tenemos una barra lateral izquierda con acceso directo a las modos Ambient, Juego y Multimedia. El primero de ellos es curioso puesto que permite utilizar la TV a modo de cuadro en lugar que quedar apagada como pantalla en negro.
Es personalizable y tenemos muchas opciones para elegir, desde paisajes a animaciones. La TV por defecto baja la retroiluminación al mínimo y deja ver dichas imágenes con un consumo muy bajo.
Hay acceso a una galería LaCollection En la que podemos comprar fondos de distintos artistas, algunos cuadros, otros que son vídeos. También está la opción de poder comprar y mostrar NFTs.
Me parece una funcionalidad curiosa con la que eliminamos ese gran fondo negro de nuestros salones pero, claro, tener que pasar por caja para elegir el que quieres, o tener 24 horas encendida la TV también se acaba notando en el consumo.
La pestaña Juego aúna los dispositivos que tengas conectados por HDMI, la PS5 en nuestro caso, con servicios como Xbox o GeforceNow. Si conectamos un mando por bluetooth podremos jugar a juegos mediante streaming con esos dos servicios.
Existen recomendaciones de títulos de esos servicios en la parte inferior al más puro estilo Netflix.
Y la última pestaña, Multimedia, que es en la que más tiempo he pasado, sin duda. Aquí se reunen las aplicaciones instaladas, bien sean de servicios de streaming o no, la TDT y Samsung TV Plus, un servicio agregador de canales de streaming de la propia compañía.
En la parte inferior aparecen los principales servicios y las recomendaciones de los mismos así como también los últimos canales de TDT vistos. Todo ello agrupado por tipo de contenido, es decir, no hay un Netflix y lo que tiene, sino que hay películas y se agregan la de todos los servicios. Algo que es bastante útil.
Como queja principal que tengo sobre este software es que en el apartado Multimedia me he encontrado publicidad propia de Samsung en una posición de mucho peso y que puede ser molesto si pensamos el nivel de precio de este modelo.
Sin embargo tenemos detalles que dejan entrever el cuidado que ha puesto Samsung con este software como son la animación de encendido o apagado emulando las TVs de tubo o bien que cuando vuelves de haber muteado el sonido, se retoma con un fade in.
A la configuración se accede desde el botón del mando y aparece una cintilla en la parte inferior con los principales ajustes y posibilidad de cambiarlos pero si quieres hacer un ajuste fino y ver todo, tienes que ir a la última opción que abre el menú real de ajuste.
No es muy intuitivo de primeras pero te acabas haciendo a ello en cuestión de un par de usos.
La TV ha recibido dos actualizaciones de software en el mes y medio de prueba que hemos tenido y curiosamente el apartado de publicidad ha sido uno de los últimos en aparecer.
Dolby Atmos y 90 W pero no todo es gloria
Samsung también repite configuración de sonido de su predecesor. Hablamos de un sistema de 90 W con soporte Dolby Atmos que es capaz de emular una configuración 6.2.4.
Con nuestras pruebas sí que hemos notado cómo hay cierta posición espacial en películas de sonidos que ya teníamos comprobado con nuestro sistema Dolby Atmos y es de alabar que la TV de manera independiente sea capaz de ofrecer esa sensación.
Si eres de los que les gusta el sonido con graves profundos, aquí tenemos una noticia que no te gustará y es que hay cierta falta de pegada en las frecuencias más graves, incluso se puede notar en el sonido Tudum de Netflix cuando entras a la app.
En este caso sí que recomendamos como mínimo instalar un subwoofer o sistema de sonido externo si quieres disfrutar de más potencia y presencia en graves.
Hemos visto muchas películas y series, algunas con sonido Dolby Atmos, otras con sonido espacial y algunas en estéreo y es cierto, que para ser un sistema de sonido integrado en la TV deja buen sabor de boca.
En nuestro caso subiendo el volumen a 70 ya tenemos una gran presencia en las voces y los efectos de sonido se reproducen con nitidez suficiente.
Está claro que Samsung repite fórmula, y en el caso del audio sí que es compatible con uno de los estándares más populares: Dolby Atmos.
En resumen en cuanto a controles de sonido:
- Podemos controlar el balance izquierda-derecha
- Podemos ecualizar a nuestro gusto con un ecualizador de 7 bandas
- Se puede activar y desactivar la compatibilidad Dolby Atmos
- Podemos usar un modo amplificar que eleva la zona media del espectro y consigue un boost en volumen
Este modelo de TV tiene salida óptica S/PDIF y puede funcionar en colaboración con los altavoces de la TV y también podemos montar una barra de sonido adicional mediante la salida de audio HDMI eARC.
Versiones, ofertas y precio del Samsung Neo QLED QN900C
Samsung ha lanzado este modelo en tres tamaños de diagonal, compartiendo la misma línea de diseño y características técnicas como es su resolución 8K, sistema de sonido o su acabado de pantalla infinita.
Todos ellos llegan acompañados únicamente del mando inteligente con carga solar y la base para mesa de apoyo central.
Samsung Neo QLED 8K QN900C
Samsung Neo QLED QN900C está disponible en tamaños de 65, 75 y 85 pulgadas lo que convierte al pequeño de la familia en el modelo 8K de mayor definición del mercado.
Los precios de estos modelos parten de 4.929 euros del modelo de 65 pulgadas.
¿Merece la pena el Samsung Neo QLED QN900C?
Vamos a entrar a valorar si merece la pena o no este modelo teniendo en cuenta el precio y las distintos casos de uso para intentar cubrir la mayoría del abanico de posibilidades y tipos de usuario.
Empezamos con un claro ejemplo de que sí merece la pena, y es el usuario que tiene la TV en una estancia con mucha iluminación, al lado de un gran ventanal y que, además quiere disfrutar de contenidos 8K y una TV de gran diagonal.
En ese caso, esta es una de las mejores compras que se puede hacer debido a que es de los modelos que más brillo da y que más definición de imagen ofrece para este tamaño de diagonales.
Si pasamos a un usuario que va a utilizar la TV para ver contenidos en un entorno muy iluminado a una distancia razonable, donde la diferencia de nitidez ya no es tan palpable entre 4K y 8K, quizá merezca la pena ver un modelo QN95 de Samsung, que sigue manteniendo este nivel de brillo o incluso la gama alta de la competencia.
En caso de no necesitar ese pico de brillo hay muchas opciones en el mercado con un precio más ajustado, por lo que no sería una de las mejores opciones, pero tampoco sería mala compra.
Si eres un usuario que ve la TV en un entorno con iluminación más justa y que normalmente ve series o películas por la noche, recomendamos dar el salto a una TV OLED, ya que incluso con todas las zonas de retroiluminación miniLED de este modelo, cuando estamos en entornos de baja luz sí que se nota diferencia entre ambas tecnologías.
Samsung ha sabido reaccionar a tiempo y si bien sigue desarrollando esta tecnología y enfocándose en el 8K, también ha lanzado un modelo OLED para cubrir las necesidades de este último tipo de usuario, manteniendo la calidad de diseño, materiales de esta gama.
Samsung Neo QLED QN900C es un modelo top de tecnología miniLED que se postula como una de las mejores opciones 8K del mercado. Sin embargo, solo da un pequeño salto en el procesado de vídeo frente a su predecesor lo que hace que quizá sea poco atractiva la elección sobre el QN900B.
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Nuestra valoración
Estamos ante un modelo perfecto para cualquier tipo de usuario que solo se ve mejorado en entornos de baja iluminación por la tecnología OLED. Samsung tiene esa apuesta doble para que sea el comprador quien elija la mejor opción según su caso de uso.
Lo mejor
- Calidad de escalado
- Precisión de color
- Brillo
- Resolución
Lo peor
- Consumo
- Precio
- Publicidad en el software