Elegir una Smart TV de alta gama es cada día más difícil. Decantarse por una TV barata es sencillo, más o menos son todas iguales, aparte del tamaño y la plataforma, tu límite es el presupuesto. Pero al escoger una nueva TV de gama alta, cuando hablamos de presupuestos que superan los 2.000 euros, la elección es complicada.

Llevo varias semanas probando una Sony Bravia XR A95L de 55 pulgadas, uno de sus televisores de alta gama con panel QD-OLED y alguna que otra sorpresa para ti que estás buscando calidad en todas sus características.

Sony no solo cuenta con una de las mejores reputaciones en equipos de sonido y televisores, es que lleva unos años que está clavando sus Smart TV en una gama donde, por lo que estás pagando, la calidad es primordial.

OLED, QLED, QD-OLED, Neo QLED... la cantidad de paneles que existen, sistemas operativos y tamaños pueden hacer complicada la elección incluso en la gama alta, pero con esta Sony me ha quedado algo muy claro: Sony tiene una buena TV si lo que buscas es calidad de imagen y sonido. Sí, incluso sin barra de sonido.

Sony Bravia XR A95L tiene mucho que ofrecer, eso sí, a un precio premium. El modelo de 55 pulgadas cuesta 3.499 euros, aunque hay grandes ofertas. En 65 pulgadas el precio aumenta hasta los 3.999 euros y en 77 pulgadas alcanza los 6.499 euros.

• Características técnicas y especificaciones de Sony Bravia XR A95L
• Diseño: Un diseño minimalista con peanas apenas visibles
• Calidad de imagen: Un panel QD-OLED excelente, pero sin soporte para HDR10+
• Software: Sin sorpresas con un Google TV con Chromecast y AirPlay
• Sonido: Es una TV fina, pero el sonido es espectacular
• Veredicto: ¿Merce la pena comprar la Sony Bravia XR A95L?

Características técnicas y especificaciones de Sony Bravia XR A95L

Un diseño minimalista con peanas apenas visibles

Hoy en día no podemos decir que las Smart TV destaquen por diseño. Si acaso podemos hablar de las The Frame de Samsung porque son las únicas diferentes. Pero es que hablamos de TV, y si es lo menos visible, con bordes reducidos, es que está bien diseñada.

Esta A95L de 55 pulgadas que he probado tiene exactamente ese detalle, en el que el mínimo diseño es un buen diseño.

Cuenta con bordes reducidos, incluso un logo de Sony poco notable para lo que estamos acostumbrados y quedará bien en prácticamente cualquier mueble o fondo donde la vayas a instalar.

Su instalación es extremadamente sencilla. Solo tienes que sacar la TV de la caja, poner las dos peanas con un par de tornillos a la altura deseada y la tienes lista para ponerla donde quieras.

Eso sí, incluso en esta versión de 55 pulgadas, el peso es bastante importante y te recomiendo contar con la ayuda de alguien a la hora de instalarla.

Dispone de muchas conexiones, pero tiene un pequeño problema para ser una Smart TV de alta gama de Sony, quizá sea un detalle mínimo, pero al pagar más de 3.000 euros es notable.

Dispone de 2 puertos HDMI 2.1 y otros 2 puertos HDMI 2.0. A estas alturas que todas las conexiones HDMI no sean compatibles con el estándar 2.1 es difícil de creer. Y aunque la mayoría solo utilizará especialmente uno para una consola como PlayStation 5 o Xbox Series X que es donde de verdad logramos alcanzar esos 120 Hz, ¿por qué no curarse en salud y que todo sea 2.1?

Además, cuenta con 2 puertos USB, uno 2.0 y otro 3.1, que es el que te recomiendo para conectar pendrives o discos duros para reproducir o grabar. También tiene un puerto IF, otro RF y en cuanto a conectividad puedes usar el puerto Ethernet de 1 Gigabit o bien optar por la conexión Wi-Fi 6 o Bluetooth 5.2 para auriculares o altavoces.

Todos los puertos están en el lateral derecho, perfecto para poner la TV en la pared, también para tener acceso fácil y a todas las conexiones, incluso si la utilizas en su peana.

Las dos peanas que incluye esta TV de Sony son perfectas si te gustan los diseños minimalistas con peanas que no ocupen mucho. Además, puedes instalarlas a dos alturas, más pegado a la mesa si no quieres que se vea ningún cable por debajo, o bien más levantada, con unos 5 centímetros de separación, que es perfecto para poder poner una barra de sonido.

Cuenta con sistema VESA para montarla en la pared o en un soporte que puedas moverla. Y como tiene acceso lateral de prácticamente todas las conexiones, no tendrás problemas a la hora de buscar un hueco y conectar un pendrive o un HDMI extra.

El mando, más bien mandos porque incluye dos, son perfectos para las dos clases de personas que existen: o te gustan los botones, o te gusta la simplicidad.

El mando principal, que puedes ver arriba, cuenta con los controles básicos para moverte por la interfaz, acceder a ajustes o para hablar con el asistente de Google gracias a su micrófono, algo que si bien tienen todas las TV con un asistente virtual, nunca está de más destacar.

El mando adicional es el tradicional, el que tiene tropecientos millones de botones y que aunque hay un público al que todavía le interesa, el mando principal es mucho mejor para todos los casos. Tiene un buen diseño, tamaño y aunque no es muy ligero, tiene un peso y presencia suficiente como para que no acabe perdido en el sofá.

Un panel QD-OLED excelente, pero sin soporte para HDR10+

Si tengo que hablar de la característica principal, en una TV siempre será el panel. En este caso estamos hablando que Sony apuesta por la segunda generación de paneles QD-OLED, es decir, la mezcla entre las tecnologías Quantum Dot y OLED, desarrollada por Samsung Display. 

Es el mismo panel que puedes encontrar en las Samsung S95C, de su gama más premium y cuenta con un panel superior antirreflejos que hace lo que puede cuando tiene luz directa del sol o de lámparas. No es totalmente infalible, pero se nota una cierta reducción de esos destellos.

Pero la característica más brillante de esta Bravia XR A95L es, nunca mejor dicho, el nivel de brillo. Sony indica que alcanza el doble de luminosidad que la generación anterior y es cierto, este panel alcanza un brillo pico de 2.000 nits.

Son 500 nits más de brillo que solo alcanzamos en contenidos HDR10 y que en mis pruebas, quizá porque prefiero los contenidos oscuros, solo he notado ese extra de brillo en emisiones deportivas donde hay mucha iluminación.

En contenidos como películas y series, donde el HDR es importante y la reproducción de colores es, por regla general, lo más destacable cuando vemos cualquier contenido en paneles OLED, debo reconocer que me ha sorprendido para bien lo que consigue esta Bravia XR A95L.

Mi película base para probar televisores es Blade Runner 2049 en edición Blu-Ray 4K, reproducida en una PlayStation 5. Tiene muchas escenas oscuras, muchas escenas con gran contraste de colores y algunas extremadamente brillantes. A mi parecer, una reproducción perfecta y que incluso los más puristas notarán como notable.

En su contra, tiene que Sony todavía no implementa el estándar HDR10+, pero sí HDR10 o Dolby Vision. Además, tendrá soporte para Dolby Vision en gaming en un futuro mediante actualización del sistema.

Una buena noticia es que el efecto de blooming o efecto halo, es mínimo en este panel. Se trata de ese efecto que cuando hay elemento blancos en áreas oscuras, el panel tiene pérdidas de luz y hay un cierto halo a su alrededor. Este panel es tan bueno que el efecto es imperceptible, casi inexistente.

Pero no todo en la calidad de la imagen es el panel. El procesador de imagen hace mucho en que la calidad de imagen sea buena. Sony incorpora un Cognitive Processor XR, responsable del procesador de imagen y el escalado de contenidos de resoluciones inferiores, como 720p, a 4K, gracias al sistema XR Clear Image, que incluso puede limpiar las imágenes.

Este procesador ahora puede entender la resolución de inicio del contenido, incluso si hay otro dispositivo mejorando la calidad de imagen, como puede ser un reproductor Blu-Ray. Esto le permite no repetir procesamientos.

Sin sorpresas con un Google TV con Chromecast y AirPlay

Teniendo en cuenta que Sony apuesta por Google TV, personalmente mi sistema operativo para Smart TV preferido por su diseño y facilidad de uso, poco se puede añadir a una plataforma que de por sí es bastante completa si te gusta el software de Google.

El procesador responsable del sistema, un MediaTek Pentonic 1000, funciona perfectamente moviendo con gran facilidad todos los elementos de Google TV. No existe apenas retardo entre pulsación de un botón del mando y el movimiento en la pantalla. Incluso las aplicaciones tradicionalmente "menos optimizadas" para Google TV, como Plex (siempre he tenido problemas de carga en los Chromecast), se abren rápido.

Sony agrega un menú especial personal entre las secciones superiores y algunas de sus aplicaciones, por ejemplo un reproductor de vídeo para archivos por USB, reproductor de música, varias apps de ayuda o incluso una aplicación con temporizadores.

Es una TV fina, pero el sonido es espectacular

Me ha parecido increíble la calidad de sonido que ofrece esta Bravia XR A95L. En el tamaño que he probado, de 55 pulgadas, es increíble que incluso con tan poco espacio para mover el aire, el sonido sea tan claro y sobre todo, el efecto estéreo sea tan bueno.

No he notado ninguna distorsión especialmente importante en el sonido hasta llegar al 60% de volumen y es un nivel bastante alto, suficiente como para que dos personas tengan problemas para escucharse estando cerca.

Se nota que el sistema Acoustic Surface Audio, es decir, que la misma pantalla vibra y se convierte en un altavoz, es una ayuda importante para mejorar la calidad de sonido general. Incluso llegaría a decir que en condiciones normales y si no eres una persona que le emocionan los graves, te puedes ahorrar la barra de sonido.

¿Merece la pena comprar la Sony Bravia XR A95L?

Sony Bravia XR A95L no solo se ha convertido en una de las mejores TV OLED del momento, es que Sony integra tecnologías tan buenas como un procesador de imagen de primera, una excelente calidad de panel y un increíble sistema de sonido en un solo producto.

Si buscas una Smart TV de alta gama donde la calidad de imagen sea muy importante, esta es una buena opción. Incluso si quieres que se escuche especialmente bien.

En su contra, como era de esperar, está el precio. 3.499 euros para una TV de "solo" 55 pulgadas es un precio bastante alto que solo una pequeña parte de la población puede o quiere pagar. Pero en esta categoría queda claro que, a este nivel, Sony tiene una de las teles más importantes del momento, pese a que su principal competidor de Samsung cuesta 900 euros menos.