Hoy en día, resulta casi indispensable disponer de WiFi para mantenerse conectados, en pocas palabras, al mundo. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que incluso con cifrados sólidos, las redes WiFi son vulnerables a ataques, como la denegación de servicio y la captura de tráfico. 

Esto puede exponerte a posibles amenazas, como ataques de fuerza bruta. Pero, ¿cómo puedes proteger tus redes de estas amenazas?

Tal y como explican en Banda Ancha, en España, aproximadamente el 80% de las redes WiFi están protegidas con el cifrado WPA2, lo que dificulta que los ciberdelincuentes se infiltren. Sin embargo, esta protección tiene un punto débil: la contraseña utilizada para asegurar la red. 

Las contraseñas débiles pueden ser muy vulnerables a ataques de fuerza bruta, donde un atacante intenta adivinar la contraseña mediante muchos intentos, por lo que resulta fundamental utilizar contraseñas fuertes para proteger tu red WiFi.

Así es como funcionan los Marcos de Gestión Protegidos o PMF de tu red WiFi

A pesar de que WPA3, la tercera versión del Protocolo de Autenticación Protegida WiFi (WPA),  ofrece un cifrado más sólido, su adopción sigue siendo limitada debido a la incompatibilidad con dispositivos más antiguos. 

Por lo tanto, la mayoría sigue utilizando WPA2 y uno de los problemas radica en la falta de cifrado en estos marcos de gestión. Esto hace que sea relativamente sencillo para un atacante suplantar un punto de acceso y lanzar ataques de denegación de servicio. 

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Estos ataques pueden dejar inutilizada una red WiFi, causando desconexiones constantes en los dispositivos, aunque también puede capturar el tráfico, es decir, interceptar y registrar los datos que se transmiten a través de una red, como una red WiFi, para llevar a cabo ataques de fuerza bruta en busca de la contraseña de la red.

Aquí es donde entra en juego la importancia de los Marcos de Gestión Protegidos. Estos marcos de gestión son parte del tráfico de una red WiFi y, si no están protegidos, pueden ser aprovechados por atacantes.

Los "Marcos de Gestión Protegidos" o PMF (Protected Management Frames) cifran la información de gestión del tráfico, lo que evita que los atacantes puedan suplantar un punto de acceso. Sin embargo, para que funcione, tanto el router como los dispositivos clientes deben ser compatibles con esta tecnología.

En la mayoría de los routers, encontrarás la opción PMF en la configuración avanzada de la red WiFi. Por lo general, se presenta en tres opciones: Desactivado, Opcional o Activado. La configuración recomendada es Opcional, ya que protege a los dispositivos compatibles con PMF sin afectar a los dispositivos más antiguos que no lo admiten. 

Desde Banda Ancha mencionan que solo se debe habilitar la opción Activado si estás seguro de que todos los dispositivos en tu red son compatibles con PMF.