El prototipo de la clásica víctima de una estafa que suele venir a la mente es una persona mayor hablando por teléfono con alguien que le pide sus datos bancarios, haciéndose pasar por su compañía de luz. Los estafadores se han modernizado y ahora las principales víctimas son niños y adolescentes.

Un estudio publicado por Komando ha revelado que el dinero que perdieron los más jóvenes en estafas se ha multiplicado en un 2.500% entre 2017 y 2022. Las víctimas suelen ser menores de 20 años con poco conocimiento del entorno de las redes sociales e internet.

La llegada de la inteligencia artificial ha disparado las estafas en los últimos años con casos como la manipulación de imágenes con IA para extorsionar a las víctimas. Estos delitos se cobraron 210 millones de dólares en 2022, unos 193 millones de euros, mediante timos relativamente simples:

Se ganan la confianza de las víctimas para pedir fotos

Esta técnica no es nueva, pero está creciendo con el uso de la inteligencia artificial. La sextorsión, como se conoce a este tipo de prácticas, ha aumentado en un 20% desde 2022 gracias a la proliferación de cuentas falsas en redes sociales y juegos.

Los extorsionadores utilizarán las imágenes reales o manipuladas para amenazar a los menores si no pagan una cantidad determinada. Las víctimas tienen miedo o vergüenza de comunicárselo a un adulto y terminan pagando.

Descuentos irresistibles de las marcas

Algo similar a los juegos online sucede con las marcas falsas en redes sociales. Los jóvenes se sienten atraídos por supuestos regalos, códigos promocionales y descuentos exclusivos, pero en realidad es una manera de que introduzcan sus datos bancarios para robarles información.

Estafas en juegos online

Los jóvenes se suelen conectar a plataformas en línea como Roblox o Fornite para jugar con amigos. Los timadores operarán aquí con las monedas propias de cada juego. 

En los últimos años, se han detectado infinidad de sitios web falsos que aseguran vender monedas de juegos y terminan instalando un virus. Muchos delincuentes pedirán dinero para liberar sus cuentas o devolverles su información personal.