La sextorsión ha ganado popularidad como una forma de chantaje que utiliza el miedo a la vergüenza para manipular y extorsionar a sus víctimas. Este fenómeno, que se ha vuelto más conocido con la fama y cada vez más usadas redes sociales, tiene consecuencias devastadoras para aquellos que caen en las redes.

El proceso de la sextorsión generalmente comienza con una aparentemente inofensiva conversación que, con el tiempo, evoluciona hacia terrenos más románticos o sexuales. Estas personas emplean tácticas psicológicas para ganarse la confianza de la víctima, creando una conexión emocional que las hace sentir valoradas y únicas.

Una vez que se establece esta conexión, el atacante pasa a la siguiente fase, persuadiendo a la víctima para que comparta contenido sexual explícito. Este paso es crítico, ya que proporciona al sextorsionador el material necesario para su juego.

Con el contenido en mano, el atacante cambia de táctica y entra en la fase de extorsión. Ya sea exigiendo más contenido explícito o solicitando dinero, el chantaje se convierte en algo muy real. Las amenazas de revelar las imágenes a familiares, amigos o incluso compañeros de trabajo, se utilizan como herramientas para forzar a la víctima a cumplir con lo que pide.

Sin embargo, cuidado porque este tipo de chantaje puede tomar otras formas. Imagina que en un día normal recibes un correo electrónico de un usuario desconocido. El mensaje afirma que realizaron un seguimiento de los sitios porno que visitaste y que grabaron pruebas en vídeo con la cámara web de tu ordenador o la cámara frontal del móvil.

El atacante también podría amenazar con publicar una lista de sitios web para adultos que has visitado. Exigirá el pago utilizando un método casi imposible de rastrear, como las criptomonedas, si quieres que todo eso desaparezca.

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"Por otro lado, también está el acceso no autorizado a cuentas explotando vulnerabilidades en la seguridad de las contraseñas a través de programas automatizados que prueban diferentes combinaciones de contraseñas hasta encontrar la correcta", comenta en una entrevista para Computer Hoy Víctor Deutsch, director de programa en Ingeniería de Desarrollo de Software y especialista en ciberseguridad en IMMUNE Technology Institute.

"Además, la intercepción de comunicaciones, la explotación de redes WiFi no seguras y los ataques a servicios de almacenamiento en la nube débilmente protegidos son estrategias empleadas para obtener datos privados o sensibles de las víctimas", añade.

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Así es como puedes identificar las amenazas y qué estrategias debes llevar a cabo para protegerte

La prevención de la sextorsión comienza con la conciencia y la adopción de prácticas seguras en Internet. Aquí tienes algunas estrategias clave:

• Conoce a quien conoces: limita las interacciones en línea a personas que has conocido en persona, dentro de lo posible, y verifica la autenticidad de los perfiles, examinando detalles como la fecha de nacimiento y publicaciones recientes.
• Red de confianza: revisa la lista de amigos y busca gente en común para ver si su identidad en Internet es real.
• Cuidado con el engaño: evita compartir en exceso información personal y mantente alerta si alguien menciona algo que has publicado o no.
• Protege tu privacidad: utiliza configuraciones de privacidad en redes sociales, cubre tu cámara web cuando no la uses y emplea apodos en sitios de citas para dificultar la identificación.
• Conocimiento sobre sextorsión: familiarízate con los diferentes tipos de sextorsión, desde el catfishing hasta las estafas por correo electrónico. 

"También intentan presionar a las personas para que tomen decisiones rápidas, por lo que el usuario puede recibir una llamada insistente en la que le solicitan proporcionar cierta información con carácter inmediato eso es una señal de advertencia", comenta el experto.

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En el caso anterior en el que recibes un correo electrónico:

• No le pagues nada al extorsionador.
• No haga clic en ningún enlace o archivo adjunto.
• No interactúes con el remitente.

Por supuesto, la mejor manera de prevenir la sextorsión por parte de alguien es tener cuidado a la hora de compartir imágenes sexuales tuyas. Cualquiera que decida utilizar fotografías o vídeos comprometedores de ti como forma de chantaje está incurriendo en un delito, pero la prevención puede ayudar a evitar muchos dolores de cabeza en el futuro.

"Las consecuencias de la sextorsión son bastante graves y afectan la salud mental y la calidad de vida de las víctimas, así que siempre con mucho cuidado. "Es cierto que la responsabilidad también recae en los usuarios para proteger su información personal. Por lo tanto, la colaboración entre las plataformas, los usuarios y los expertos en seguridad es esencial para mitigar estas amenazas en el entorno digital", finaliza Víctor Deutsch.