Hasta el propio Albert Einstein sabía que, pese a lo acertada que era su teoría de la relatividad, esta podía mejorarse. Precisamente esto es lo que ha hecho un astrofísico de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. Ha propuesto una nueva teoría de la gravedad que podría resolver algunos de los problemas de la relatividad general de Einstein.

La teoría de Fazlollahi, que así es como se llama, se basa en la idea de que la curvatura del espacio-tiempo, que es la base de la relatividad general, no está completamente determinada por la distribución de masa y energía. En cambio, también está influenciada por la energía y el momento del propio espacio-tiempo.

Para que te hagas una ligera idea, la relatividad general es una teoría de gran éxito que ha explicado todo tipo de fenómenos gravitacionales, desde el movimiento de los planetas hasta la curvatura de la luz por la gravedad. Sin embargo, también tiene algunas limitaciones, como que no se puede aplicar a escalas muy pequeñas, como las que se encuentran en el interior de los agujeros negros.

La teoría de Fazlollahi podría ayudar precisamente a poner fin a este límite. Al permitir que la curvatura del espacio-tiempo sea influenciada por la energía y el momento del propio espacio-tiempo, la teoría hace que el Universo sea un lugar más complejo y dinámico, pudiendo ahora explicarse incluso cómo se expandió el universo después del Big Bang, o cómo se forman los agujeros negros.

Una nueva teoría para unirlas a todas

Otra ventaja de la teoría de Fazlollahi es que podría ayudar a unificar la relatividad general con la mecánica cuántica. La relatividad general es una teoría clásica, mientras que la mecánica cuántica es una teoría cuántica. Estas dos describen la naturaleza de manera muy diferente, y han sido un gran reto poder unirlas en algo que resulte coherente.

La teoría de Fazlollahi podría ayudar a cerrar esta brecha al dar una descripción más completa de la gravedad, sugiriendo que la gravedad podría ser una fuerza cuántica.

Pese a todo esto, matizar que todavía está en sus primeras etapas de desarrollo y, como en todo, se necesita más investigación para probar su validez. En los próximos años, los científicos trabajarán para desarrollar pruebas experimentales de la teoría y, si todas ellas dan resultados positivos, podría cambiar la comprensión de la gravedad para siempre.