Resulta imposible saber si en el futuro, y debido al desgaste de la Tierra, la humanidad tendrá que mudarse a otros mundos, y si las capacidades científicas relacionadas con la exploración espacial darán para tanto. Pero con todo, los científicos continúan su búsqueda de exoplanetas que, llegados el caso, diesen con el perfil adecuado para ello. 

En este sentido, la NASA y su telescopio espacial TESS, creado precisamente para la búsqueda de planetas con condiciones que podrían definirse como similares al nuestro, ha llevado a cabo un hallazgo significativo: un planeta de tamaño similar de la de la Tierra y situado en una “zona habitable”. 

TOI-715 b, un planeta similar a la Tierra

TOI-715 b. Con este nombre tan técnico ha sido denominado un planeta hallado a 137 años luz, y que cuenta con un tamaño similar al de la Tierra, siendo una vez y media más ancho que nuestro planeta. El cuerpo celeste, a su vez, orbita una estrella enana roja, a una distancia que, según los expertos, podría permitir la existencia de agua líquida en su superficie.

Si los datos son correctos, por lo tanto, estaríamos hablando de un planeta que se hallaría dentro de lo que acostumbra a denominarse “zona habitable”. Básicamente, la NASA define como “zona habitable" allí donde las condiciones son propicias para la vida por, entre otras cosas, la posibilidad de que exista agua. 

La estrella sobre la que orbita un planeta también juega un papel crucial, ya que su tamaño y temperatura determinan la posición de la zona habitable. Las estrellas más pequeñas y frías tendrán zonas habitables más cercanas, mientras que las estrellas más grandes y calientes tendrán zonas habitables más distantes. 

En este caso concreto, al tratarse de una estrella enana roja, podría darse el caso de estar ante un mundo potencialmente rocoso. Estas estrellas resultan más pequeñas y frías que el Sol, pero son los puntos de partida sobre los que suelen girar las búsquedas de exoplanetas que pudiesen servir como hogar a la humanidad en un futuro lejano. 

¿Un mundo habitable?

Por supuesto, estos no son los únicos elementos que tendría que presentar un planeta para, al menos a priori, poder considerarse un mundo realmente habitable. La composición atmosférica, la presencia de campos magnéticos y otros elementos que influyen en las condiciones ambientales también deberían tenerse en cuenta para permitir la vida.

Además, la NASA tampoco descarta la existencia de un segundo planeta orbitando alrededor de la misma estrella enana roja, cuyas condiciones podrían ser más similares a las de la Tierra. De ser así, se trataría del planeta de menor tamaño encontrado hasta el momento por el telescopio TESS dentro de la zona habitable que interesa a los científicos. 

Lo que sí parece saberse hasta el momento es que debido a sus características y sensibles diferencias, TOI-715 b completaría una órbita completa alrededor de su estrella enana roja en mucho menos tiempo de lo que la Tierra tarda en hacerlo con respecto al sol: solamente 19 días terrestres.