Descubren un exoplaneta que brilla como una estrella, es el espejo más grande del universo
El exoplaneta LTT9779 b es un extraño puzzle que a los astrofísicos les está costando resolver. Todo en él es pura ciencia-ficción.
La misión Cheops de la Agencia Espacial Europea está estudiando un exoplaneta único, en todos los aspectos. Hasta el punto de que no debería existir. Se llama LTT9779 b, y casi brilla tanto como una estrella. Es el espejo más grande del universo conocido.
Un exoplaneta es un planeta que está fuera del Sistema Solar. Como están muy lejos y emiten muy poca luz, eran invisibles hasta hace apenas unos años.
Ahora se conocen más de 5.000 exoplanetas, gracias a nuevas tecnologías como la medición de su atracción gravitacional con respecto a su estrella, o la sombra que genera cuando pasa delante de ella.
El exoplaneta que brilla como una estrella
Como decimos, los planetas emiten poca luz, la que reflejan de su estrella. La Tierra, por ejemplo, solo refleja el 30% de su luz. Planetas rocosos sin atmósfera, apenas nada.
Pero hay excepciones. El objeto más brillante en el cielo después de la Luna no es una estrella, sino Venus, que refleja el 70% de la luz que recibe. Eso es posible gracias a las nubes de su atmósfera.
Pero ha sido superado por el exoplaneta LTT9779 b, que refleja el 80% de la luz que recibe de su estrella. Tiene un tamaño similar a Neptuno, cuatro veces más grande que la Tierra, así que es el espejo más grande del universo conocido.
Esto se debe a las nubes metálicas que rodean el planeta, formadas por silicatos similares a granos de arena o cristales reflectantes, y metales como el titanio.
Pero no es lo único excepcional de este exoplaneta. Está tan cerca de su estrella que solo tarda 19 horas en completar su órbita, y la temperatura de su superficie es de 2.000 grados centígrados. Debido a a las nubes metálicas y al calor, literalmente, allí llueven gotas de titanio.
LTT9779 b no debería existir porque con las temperaturas tan elevadas, no deberían tener nubes. La hipótesis es que como hace tanto calor, su atmósfera está sobresaturada de silicatos y vapores de metal, que terminan formando nubes que nunca desaparecen.
El exoplaneta LTT9779 b brilla casi tanto como una estrella, y es el espejo más grande del universo. Su superficie arde a 2.000 grados centígrados, y en su cielo hay nubes metálicas y llueve titanio. Un espectáculo digno de verse...
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